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𝑺𝒕𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓

"¡No quiero ser rey si tú legado me obliga a asesinar humanos inocentes! ¡Me niego a hacer lo mismo que tú haces padre!"

"¡Zhong Chenle ¿como te atreves a renegar frente a tu padre?! ¡Te prohíbo que levantes la voz en nuestra presencia!".

Los padres de Chenle se ponían tercos cada vez que él regresaba al reino de los dragones, pues querían retenerle ahí siempre que se atrevía a visitar a sus padres.

Era cierto que Chenle venía de una gran familia, un príncipe nacido con los mejores dotes de su clan, el tan envidiado hijo de Zhong Si Cheng, el legendario rey que había hecho de su reino uno próspero, lleno de riquezas, una de las razones por las que era amado como rey y que hacía que todo lo que dictase se llevara a cabo, pues hasta el ser menos leal a él le respetaba por todo lo que había hecho por su pueblo, y que a pesar de ello Chenle creía que llegaba a odiarle.

Sus antepasados como su pueblo creían que la existencia de los humanos era un total error, estaba prohibido juntarse con ellos pues esa había sido la razón que había separado los reinos, causándole un gran daño a la cadena de descendientes y a los pueblos pertenecientes a los cuatro reyes.

Sin embargo, Chenle, a diferencia de sus padres, era una persona con el corazón noble, un corazón en el cual el odio a su propia especie humana no podía existir.

Sus padres a pesar de ser igual a los demás respecto a sus formas de humanos y dragones, eran muy negativos acerca del tema de los humanos, ellos seguían creyendo que si Chenle era quien se quedaba con el trono al final tenía que deshacer lazo con los humanos, pues querían que su descendencia fuera igual como al principio de los tiempos.

Las personas como sus padres, el pueblo, constantemente estaban en una lucha interna pues odiaban ser lo que eran, cruza de dos especies, se enaltecían tanto a si mismos que pensar que sus formas no eran completamente dragones les volvía locos, creían que el humano era demasiado insignificante y corrompido como para ser parte de su descendencia.

Chenle amaba más ser humano que dragón.

....

Su mirada estaba fija en el reflejo del río, y solo podía ver cómo el chico que salió de entre los árboles estaba detrás de él, su rostro apenas se veía y Jaemin tenía demasiado pánico como para voltearse a encararle.

"¿Quién eres?", preguntaron al unísono.

"Eso es algo que puedo negarme a responder" dijo Jaemin, pretendiendo no saber nada acerca de lo que había visto que sucedía con ese chico que tenía a sus espaldas.

"Qué negativo, ¿a caso has hecho algo malo como para que no pueda saberlo?" el chico de cabellera rubia se habia apartado del temeroso Jaemin para empezar a caminar en círculos lentamente entre los árboles.

Jaemin decidió ignorar la bola de tonterías que el chico le decía, se armó de valor y giró en su lugar, encontrando nuevamente esos ojos azules puestos pesadamente sobre él, y juró haber visto un brillo destellar en esos ojos.

Mierda

"Te noto algo tenso, ¿a caso escondes algo, pequeño?"

Esas palabras le habían dejado helado pero a la vez habían dañado su orgullo, según Na.

"No lo sé, ¿tu escondes algo?"

La mirada del chico de ojos azules se había oscurecido, Jaemin le estaba retando y él no podía hacer nada más que meterle miedo.

"Digamos que sé cosas que no muchos saben y que tampoco quisieran saber, de casualidad te vi husmeando en este río el día anterior, no podrás decirme que no te acuerdas de mí" Jeno se acercaba lentamente a Jaemin.

"Claro que me acuerdo de ti, te veías sorprendido de verme en este lugar"

La paciencia de Jeno era muy frágil, su orgullo era el suficiente para negarse a aceptar que el indefenso chico frente a él le estuviese retando, a pesar de sentir miedo en el chico de cabellera oscura éste estaba mostrando demasiada fortaleza frente a él.

"Mira, iré al grano, sea lo que sea que viste te prohíbo hablar sobre ello incluso a partir de ahora frente a mi, tienes prohibido volver a este río"

Eso molesto de forma exagerada a Jaemin, por qué alguien como él se atrevía a prohibirle a ir a su lugar favorito.

"¿A caso eres dueño de este lugar?, nadie me prohíbe nada, ni mucho menos tú, ni siquiera sé quién eres, hombre extraño"

"Lee Jeno, no estás para saberlo ni yo para decirte, pero no quiero que me llames *hombre extraño* otra vez en toda tu miserable vida"

"¿Quién dijo que volvería a verte?, ni siquiera quiero verte de nuevo."

"Lamentable cariño, tendrás que verme aunque no lo quieras si no dejas este río, tu escondes algo y no me alejaré de ti hasta saber que es lo que escondes"

"Bien, puedes seguirme todo lo que quieras, jamás dejaré este río ni aunque el mismísimo dios de los ríos me lo pidiese"