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𝑹𝒂𝒑𝒕𝒖𝒓𝒆

Jeno

Esta vez WuXiang había cruzado la línea, ¡casi beso a Na Jaemin!, de no ser por el llamado de mi padre ni siquiera me habría detenido a pensar en lo que estaba haciendo.

Na y yo nos conocemos hace tan poco tiempo, apenas y estoy logrando obtener su confianza y llega WuXiang a arruinar las cosas no pensando en las consecuencias de sus actos.

Lo que no me cuadra, es el hecho de que Jaemin ni siquiera pensó en alejarse, se quedó igual de pasmado que yo e incluso puedo jurar que le sentí acercarse, ni siquiera me grito o hizo algo como otras veces cuando he intentado acercarme a él, no se que demonios esta pasando pero no es nada bueno.

Me sentí tan confundido cuando nuestras miradas se encontraron nuevamente en el comedor, fue extraño, una corriente eléctrica conectó desde la planta de mis pies hasta el último cabello en mi cabeza, mis mejillas se sentían calientes y mi corazón comenzó a latir más de lo normal como un estúpido, me preocupé pues en ese momento no supe diferenciar si lo que estaba sintiendo era algo que WuXiang quería o si era algo que estaba sintiendo por mi propia cuenta.

Cuando volvimos a mi habitación no pudimos vernos a los ojos, tan solo podía verle cuando sus ojos estaban en otra dirección pues temía sentir de nuevo lo que sentí en el comedor.

El no dijo nada en ningún momento, solo se concentró en ayudarme con matemáticas y la conversación era muy escasa, fue un poco incomodo.

Pero a la hora de despedirnos podía escuchar a WuXiang lloriqueando porque su querido Nana ya se iba y podría jurar que vi a Jaemin con una expresión triste en su rostro, así que sin pensarlo lo suficiente decidí acompañarlo.

Jaemin

Después de aquella extraña convivencia Jeno me acompañó tranquilamente a casa, eran apenas las 2:00 pm pero el frío era infernal, apenas y se veían almas en las calles, creo que éramos los únicos tontos que estaban caminando entre la ventisca, por suerte la tensión que estaba entre nosotros se disipó con el paso de los minutos.

Me estaba congelando cuando sentí un gran peso sobre mis hombros y el viento dejó de chocar en mi espalda, era la chaqueta de Jeno.

- No es necesario Lee, no tengo tanto frío.

- No deberías decir mentiras, me quedé parado solo a unos pasos de ti y desde ahí podía ver tu cuerpo temblando sin olvidar el hecho de que estás caminando muy lento.

- Lo siento pero el viento está llevándome, algunos no tenemos un cuerpo espectacular y con mas fuerza como el tuyo. - decía haciendo ademan con las manos.

- Así que piensas que mi cuerpo es espectacular. - una sonrisa burlona apenas se veía en su rostro.

- Mierda, no, quiero decir que soy demasiado delgado y el viento puede más conmigo. - podía sentir que mis mejillas estaban ligeramente rojas pues un calor recorrió mi cuerpo en señal de vergüenza.

- Eres lindo, incluso siendo delgado aún conservas tus mejillas. - decía sonriendo con sus ojos casi cerrados y con un sonrojo en su rostro picando ligeramente una de mis mejillas con su dedo.

No se que está pasando, pero no me molesta.

- ¿Que te parece si me acerco más a ti?, así no sentimos tanto frío.

Era extraño, esa sonrisa no salía de su rostro y hasta llegué a escuchar una ligera risa, pero fue más extraño cuando sus mejillas se tornaron en un color carmesí notorio que me hizo detenerme mientras caminábamos.

- ¿Jeno estás bien?.

- Claro, ¿por que lo preguntas?.

- tus orejas están rojas y tus mejillas igual.

- Quizá sea por el frío Nana.

No pude evitar abrir de más los ojos cuando escuché ese apodo.

- Puedo decirte así, ¿cierto?, ¿no te molesta?.

- no, está bien. - dije regalándole una sonrisa aunque aquel apodo me haya hecho extrañar.

- muy bien entonces dime Nana, ¿eres hijo único? - sin darme cuenta se había acercado a mi lo suficiente para sentir un poco de calor con su cuerpo.

- Lo soy

- ¿Y qué pasa con tu padre? ¿Hace cuánto no lo ves?

- Tal vez dos o tres semanas, no me di cuenta cuando se fue.

- Entonces supongo que no tienes nada que hacer mañana, ¿o si?

¿Que diablos está pasando?

- Mmh no, solo estaré en casa y jugaré videojuegos o quizá vea alguna película que esté en mi lista.

Sin mencionar el hecho de que quizá vaya al rio a pensar un poco en como el estar con él me está volviendo loco.

- Bueno me preguntaba si quisieras dar una vuelta conmigo mañana, ya sabes, para platicar un poco más, la verdad es que no me disgusta estar contigo y quisiera que fuéramos amigos, creo habértelo dicho antes. - una risita nerviosa se había escapado de sus labios al terminar de decir aquello.

Sin darnos cuenta ya estábamos frente a la puerta de mi casa.

- No lo se, lo pensaré

- ¿Y como sabré cuál es tu respuesta?

- Espera aquí un segundo - detuve su paso cuando estaba por entrar a casa, no es que quiera dejarlo afuera pero había olvidado limpiar mi desastre de la noche anterior, me había quedando viendo películas.

Un suspiro salió de mis labios y tras anotar mi número en un papel se lo entregué.

- Toma, llámame o manda un mensaje para que registre tu número y más tarde te doy la respuesta.

- Bien entonces, supongo que ya me voy, hablamos más tarde.

Nuevamente la linda sonrisa de medias lunas con un ligero sonrojo se hizo presente haciendo temblar a mi corazón.

Al cerrar la puerta pude darme cuenta que Jeno no era el único con las mejillas rojas, incluso sentí calor en mi rostro.

Más tarde me di cuenta que había olvidado entregarle su chaqueta, podía dársela hasta el lunes que lo viera en la escuela pero al parecer algo en mi interior me exigía hacerlo mañana y por la noche finalmente recibí su mensaje, con un ligero cambio de planes, Lee no creía que el frío cesara así que vendría a casa y al menos tendría tiempo para limpiar un poco.

Ahora mismo dudaba de que tanto me disgustaba la idea de que Jeno pusiera un pie dentro de esta casa que era mi único refugio de las demás personas, pero la verdad era que no me molestaba la idea de recibirlo, esa noche dormí como nunca antes había dormido, con calma, sin pesadillas ni la pesadez que inconscientemente había sentido todo este tiempo en mi pecho, como si finalmente las cosas se estuvieran resolviendo pero sin saber que era lo que se tenía que resolver.