S E I S

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Enredos

Maia

Contengo las lágrimas y todas las emociones mientras prácticamente arrastro mi maleta por todo el aeropuerto, buscando la sala donde tengo que esperar a que despegue el vuelo que compré en línea después de hablar con Derek. Visualizo a las personas que yacen en el aeropuerto y sus rostros reflejan sus conflictivas emociones que solo se revuelven en la tristeza y la nostalgia ya que por obvias razones todos se sienten triste de dejar un lugar tan paradisiaco como lo es Hawai, sin embargo, mi cara de tristeza no es debido a eso.

Esto se debe a que solo empaque mi equipaje y me despedí con una sola carta de mi mejor amiga. No medité las cosas y actúe por impulso. Fue algo muy estúpido y muy cobarde de mi parte, pero, ¿que más podría haber hecho?

No podía enfrentarla y decirle a la cara que tenía que regresar a mi casa porque su padre me había echado. Emily no es nada tonta, ella hubiera atado los cabos sueltos rápidamente y en estos momentos sabría lo que sucedió con su padre, y probablemente me estaría odiando.

Así que no, lo mejor era irme sin decirle nada, al menos hasta que llegara a mi casa. Ella no tendría tiempo de recriminarme y yo estaría a miles de kilómetros lejos de ella. Lejos de lo que he hecho. Lejos de lo que aún quiero hacer.

No podía hacerlo de otra forma. En ese momento no era más que una chica asustada por haber metido la pata, había hecho algo malo y lo peor es que no me arrepentía. Sentía culpa pero igualmente volvería a caer en la maldita tentación y por esa misma razón entiendo a Derek.

Él hizo lo que le pareció mejor a su criterio, si no podía controlarse tenía que sacar a la tentación de su casa, en este caso era yo la maldita tentación y por eso no dudó en ponerme de patitas en la calle.

Suena cruel pero yo hubiera hecho lo mismo si estuviera en sus zapatos.

Emily es una persona que se deja manejar por sus emociones, siempre suele hacer lo que siente, jamás le perdonaría esto a su padre y yo la perdería para siempre si se llegase a enterar. Ella jamás entendería algo así. No cuando ella me ha dicho que tiene la esperanza de que sus padres vuelvan a juntarse.

Ella jamás entendería que tener a su padre cerca de mí revolvió hasta la última fibra de mi cuerpo y que no importó cuanto traté de evitarlo, cedí ante la tentación y quebranté los límites que yo misma impuse.

La distancia es lo mejor.

O al menos me convenzo de eso, de que la distancia será lo mejor para enfriar las cosas y que en un abrir y cerrar de ojos todo volverá a ser como antes. Yo solo seré la mejor amiga de Emily y Derek solo será el padre de mi mejor amiga.

Es una completa mentira, pero a veces las mentiras nos ayudan a sobrellevar la situación cuando la realidad no es lo que deseamos.

Al cabo de unos minutos llego a la sala de espera, me siento en una de las sillas de plástico que se encuentran acomodadas en hileras, a lo largo del cuarto, las personas que yacen aquí no se inmutan con mi llegada, están en su propio mundo y eso es un alivio porque no quiero existir para nadie en este momento. Suelto un largo y hondo respiro, recordando todo lo que ha pasado en mi corta estadía en este lugar y esa acción solo hace que mi pecho se contraiga en dolor.

La melancolía hace de las suyas nuevamente, la ola de sentimentalismo sube por mi espina dorsal y me es inevitable no cerrar los ojos, deseando que las cosas hubieran resultado diferente. No quiero regresar así.

Yo jamás busqué esto, no quería sentirme atraída por el padre de mi mejor amiga y puedo apostar que él tampoco se esperaba esto. Jamás imaginé encontrarme con un problema así. Creí que al llegar aquí podría dejar atrás los problemas que aún me siguen atormentando, pero aquí me encontré con otro peor.

Tormentoso Deseo (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora