Daryl nos dio a cada uno la comida que elegíamos del almacén que tenían en Alexandria, no nos dejó llevar mucho pero si nos dio cualquier cosita que queríamos, pude notar que tenían cierta carencia de muchos alimentos a los cuales antes yo normalmente consumía al pedirles la mayoría del tiempo que nos traían cosas, lo positivo era que gracias a él todos almorzamos tranquilos allí, reíamos o jugábamos hasta que uno se ahogó por reírse mientras tomaba y eso logró que todos nos riamos más. Nos mantuvimos todo el tiempo hablando generando que por eso el tiempo pasara rápido, era sorprendente como todos nos llevábamos tan bien y eso me encantaba demasiado, cada uno podía hablar como quería sin tener alguna discusión, nos entendíamos e incluso empatizábamos con el otro, era un grupo completo en el cuál todo iba a ir de una manera tranquila y bonita, yo realmente los quería a todos e incluso no sabía que podría llegar a hacer si me faltaran, a Lía aunque en ciertas ocasiones llego a sentir incomodidad pude tenerle un gran afecto generando así que no sienta enojo con ella aunque pasaran cosas que no me gusten, era igual que con Becka, en cambio con ella me sentía más apegada ya que directamente nos habíamos criado juntas, era como mi hermana y ese sentimiento era mutuo, entre tantas risas no pasó mucho que se unió Carl, él nos hizo pasear por toda Alexandria mostrándonos distintos lugares y cada uno de los hogares, nos enseñó cómo estaba Judith y yo realmente me había sorprendido, aquella niña ya caminaba y su cabello rubio estaba un poco largo y había cambiado a castaño, jugamos con ella un poco y luego de eso seguimos nuestro camino esperando encontrarnos con algo nuevo, las personas saludaban y eran amables, hablaban con Carl sobre cosas del lugar e incluso se quedaban hablando con nosotros, varias veces entre los chicos intentaban hacerse caer poniendo su pie adelante del camino del otro hasta que uno de los tres cayó directo al suelo, Andrew entre risas pidió ayuda para que lo levantemos y eso es lo que hicimos, como era de costumbre él se vengó y tiró a los otros dos. A veces todos actuábamos como niños y jugábamos mutuamente como si nunca hubiéramos crecido, realmente me encantaba la manera en la que nos manejábamos ya que era una gran forma para poder hacernos sentir bien entre tanto caos, todos teníamos nuestro niño interior que la vida nos había obligado a ocultar, hasta Brahim quien fue uno de los que más sufrió desde ya antes de todo. Luego de todos siguieron a Carl en el camino pero yo me desvié para subir a los muros del lugar ya que había visto a Daryl al tanto de lo que sucedía afuera, al estar arriba de aquel lugar él me saludó mientras se acomodaba para poder sentarse en el borde, hablamos un poco y me sentía feliz, por primera vez podía estar bien sin estar al tanto de otras cosas.
—¿Tienes miedo de que nos ataquen? — pregunté mientras miraba hacía el bosque
—La verdad que sí, no quiero que vengan de sorpresa—suspiró—Siento que no estuvo bien lo que hicimos—
—¿Por qué? —
—Fue demasiado fácil todo, no puede ser que aquel grupo le tema tanto y que nosotros los hagamos desaparecer como si nada—
—No entiendo tampoco, quizás tenían miedo de que salga mal... Se supone que ustedes los conocen—
—Realmente no, Rick se los encontró y por falta de recursos quiso ayudarlos—
—¿Qué? ¿Entonces me mintieron? — Me acerqué a él apenas dije eso y evitó el contacto visual— ¿¡Nos hiciste atacar sin saber que era real lo que decían!?—
—No Alex, lo que ellos decían si era de verdad, pero realmente no conocemos ni cómo son ellos y mucho menos los enemigos, nos hace falta mucha comida y entre todos somos un montón... Hay tanta escasez que solo pensamos por ese lado, bueno, al menos Rick—
—Nos metieron en un problema que no era nuestro por algo que pudieron habernos comunicado a nosotros, mi gente y yo podíamos ayudar con ello— Me quedé congelada luego de lo que dije mientras miraba hacia la carretera de afuera, pensé hasta que llegué a un razonamiento— ¿Ustedes saben en qué problema nos metieron? —
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Will All This End? Parte I
Science FictionOcho años. Apenas contaba con ocho años cuando mis ojos inocentes se encontraron por primera vez con la sombra de la muerte. A los once, fui testigo de cómo mis acciones desencadenaron ese oscuro e inevitable encuentro. Desde ese fatídico día, la mu...