Lentamente me fui despertando con un dolor muy fuerte de cabeza, abrí mis ojos despacio tratando de entender donde me encontraba y fui poco a poco tratando de sentarme en donde me encontraba, comencé a notar que me encontraba tirada en un suelo completamente distinto al de la carretera y ya todo estaba completamente oscuro por la noche pero una luz me iluminaba dejándome un poco cegada, me acomodé lentamente hasta estar sentada y miré hacia mis lados encontrándome con más luces que me dificultaban ver, quise levantarme pero alguien me empujo con total fuerza hasta lograr que volviera a arrodillarme logrando por fin que entendiera donde me encontraba y con quien, sentí que mi respiración se comenzaba a agitar y automáticamente mire hacia mis lados esperando reconocer algo, cuando mire a mi derecha me encontré con Rick y Carl quienes me miraban también arrodillados, el padre no paraba de temblar a su vez me miraba con su cara de máximo terror, luego de ellos estaban las demás personas de alexandria que los acompañaban a la expedición que iban a hacer, Maggie, Glenn, Sasha y algunas personas que no alcanzaba ver por la luz que me cegaba, cuando miré hacia la izquierda estaba Becka y Leon junto con Abraham y Daryl entremedio, Leon me miró preocupado y yo automáticamente comencé a alterarme cada vez más, miré detrás mío lo más lento posible y vi cómo estaba lleno de gente, quizás habían más de cien personas sin exagerar ni un poco, quise suspirar luego de tragar saliva y en mi cabeza no paré de insultar a Rick y sus estúpidas decisiones hasta que una voz que reconocía muy bien apareció con la entrada de un hombre desde la casa rodante de Alexandria.
—Así que ustedes fueron quienes nos atacaron— escuché su carcajada—Que lamentable... ¿Realmente pensaron que nos habían vencido tan fácil? —
Un silencio abordó el lugar, sus pasos hacía nosotros era lo único que escuchamos y su risa abordaba el oído de todos.
—¿Quién es el líder? —
—El señor— un hombre detrás nuestra apuntó a Rick con su arma e inmediatamente él se acercó.
—¿Pensaste que me mataste? Pequeño saltamontes, te metiste con la gente equivocada... Nosotros los salvadores no somos un pequeño grupo en una muy pequeñita base, por lo que veo tu sí—empezó a reír nuevamente—mataste a mis hombres... A muchos de ellos— suspiró- tendré que hacer lo mismo contigo así estamos un poco igualados—
Rick estaba inmóvil, no lo miraba y solo temblaba, ambos estábamos en una situación difícil ya que éramos quienes mandamos a nuestros amigos a un ataque que recién ahora vemos poco favorable, mi único pensamiento era en mantenerme con la mirada hacía al suelo mientras rogaba que no le hiciera daño a mis amigos, yo no quería mirar a aquel hombre porque iba a reconocerme y temía que lo hiciera.
—Note que fuiste inteligente, no buscaste a mi gente, me buscaste a mí y luego a ellos— se agachó adelante suya y con su mano agarró su mandíbula logrando que lo viera directo a los ojos— Tenías que saber algo muy importante... YO soy Negan—levantó la mirada hacía uno de sus hombres— ¿Quién eres? —
—Negan— respondió uno de ellos.
—TODOS somos Negan—empezó a reír nuevamente y lo soltó, agarró un bate de béisbol lleno de alambre de púas y comenzó a caminar adelante nuestra— Ella es Lucille... Saluden a mi hermosa Lucille—
Este maldito hombre mencionando ese nombre, no podía no reconocerlo mediante simplemente observando su rostro o solo escuchándolo, era mi maldito familiar teniéndonos como su presa y apunto de matarnos sin tener una pizca de piedad, realmente estaba sorprendida de que siguiera vivo, la última vez que lo había visto yo era demasiado pequeña y jamás lo volví a ver ¿Cuánta probabilidad había de que me lo encontrara en esta edad? Además ¿Qué probabilidad había de que él pudiera reconocerme cuando todo mi físico había cambiado? Lo que más me sorprendía era que estaba adelante mío nombrando a un puto bate como a mí tía, estaba enfermo y con lo que decía me lo confirmaba más ¿Qué hago? ¿¡Qué mierda hago!? Era lo que más pensaba e intentaba suponer diferentes opciones pero todas terminaban igual, temía que si me mostraba no me reconociera o si lo haga pero de igual forma nos iba a matar a todos, temía lo peor y ya no sabía qué hacer, comencé a temblar de una manera horrible mientras mi respiración más se agitaba, mi cabeza iba a mil pensamientos y estaba a punto de llorar, si hacía algo mínimamente mal podía empeorar todo y generar la muerte de todos, pero si no hacía nada iba a terminar todo igual, era un intentar o no e incluso era un sacrificarme por todos o no.
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Will All This End? Parte I
Fiksi IlmiahOcho años. Apenas contaba con ocho años cuando mis ojos inocentes se encontraron por primera vez con la sombra de la muerte. A los once, fui testigo de cómo mis acciones desencadenaron ese oscuro e inevitable encuentro. Desde ese fatídico día, la mu...