35. Fuego

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Cuando apenas pude ver lo que estaba pasando fue al levantar mi rostro y ver a aquella persona que me sostenía con fuerza mientras me llevaba fuera del baño, mi vista estaba nublosa pero apenas pude observar con detalle observe al hombre que me mantenía sujetada quien quería creer que era Negan pero no, era Simon, quien se le notaba un rostro completamente asustado y que gracias a ese choque de realidad pude comenzar a escuchar lo que pasaba, Negan lo había encontrado apenas él se había escapado y por lo visto le dió la golpiza de su vida ya que el rostro de mi atacante estaba completamente golpeado, se le notaba en la mirada que sabía muy bien con quién se había metido y apenas supo que no iba a ganarle me buscó a mí, Negan tenía las manos llenas de la sangre que salía de la Nariz del enfermo que me sostenía pero de igual manera éste hombre no paraba de gritar que iba a asesinarme, me sostenía del cuello con su antebrazo mientras colocaba su arma en mi cabeza y amenazaba que iba a dispararme si se acercaba, Negan lo miraba fijo desde el inicio del pasillo pensando en qué podía hacer con un rostro completamente diferente al que mantenía normalmente, lo quería asesinar. Al verlo vivo no pude evitar llorar y necesitar abrazarlo, necesitaba tener al menos un poco de contacto con él, lo necesitaba de una manera que no aguantaba que mis sollozos no pude controlar, lo miraba fijo tratando de no emitir sonido ya que no quería hacerle más tensa la situación a él y solo rogaba que no pasara nada más que un final feliz, necesitaba que esta vez algo saliera como yo quería y que Negan pueda salvarnos a ambos de éste asesino enfermo.

—Suéltala— exigió totalmente enfadado, sus ojos estaban llenos de furia.

—Lo haré si me dejas ir— le respondió sin sacarme el arma de la sien— camina hacia atrás, dame el espacio para irme y te la daré—

—No te creo nada—

—Es un trato justo, te doy a la niña y me dejas ir—

Simon estaba formando un plan que ni a Negan ni a mi nos generaba confianza, de igual forma, él estaba más desesperado que el mismo enemigo en busca de su libertad por lo cual aceptó aquél trato y dejó el espacio, caminó lentamente hasta llegar a él y lo rodeo para mantener cierta lejanía pero nunca me soltó, me mantuvo agarrada obligándome a caminar con él sin sacarme el arma de la cabeza hasta que llegó a aquella puerta y exclamó "fue un placer hacer un trato contigo" con su horrible sonrisa, me tiró contra el suelo con toda la fuerza que pudo haciendo que caiga de rodillas y por la poca resistencia que me quedaba simplemente moví mi torso hacía adelante para apoyar mi cabeza en el suelo y llorar desconsoladamente.
"Por fin viniste" le dije entre todos esos sollozos que no podía aguantar, me tape la cara intentando calmarme pero no podía y al querer mirarlo me topé con él arrodillado adelante mío intentando ayudarme, levanté mi torso para poder abrazarlo pero él se adelantó y con una de sus manos apoyó mi cabeza en su pecho, acarició mi cabello con suma delicadeza mientras trataba de calmarme pero mi desesperación era más fuerte, sentí su calidez tocar mi cuerpo frío y completamente aterrado, sentí nuevamente su aroma que se destacaba por mantenerse como el perfume dulce de hombre que él se colocaba cada día porque suponía que no se le sentía e incluso pude sentir el cariño que siempre le tuve de niña, fue un golpe completamente extraño, un cambio muy extremo que amaba sentir. Puse uno de mis hombros en su torso y luego acerqué todo mi cuerpo para mantenerme pegada a él, no quería separarme de nuevo, no quería que me dejara sola en ese lugar tan horrible y espantoso, no iba a permitir que me alejen de él nuevamente en el santuario y prometía en voz alta con mis dientes muy apretados por el odio que mantenía que iba a incendiar el lugar, lo iba a destrozar; "No va a quedar nada de aquí, te lo juro Negan, incendiaré todo... Los quiero matar a todos" fue lo que dije exactamente y lo que Negan escuchó perfectamente, no se opuso a lo que quería, por primera vez me permitió hacer algo que venía en su contra e incluso me aseguró ayudarme, él apenas pudo me levantó el rostro con una de sus manos y observó mi rostro al igual que yo al suyo, este también se encontraba herido; mantenía varios golpes y su nariz estaba muy lastimada, tenía sangre en su barbilla al igual que en sus fosas nasales, también sus ojos estaban rojos por el llanto que se estaba guardando pero apenas lo pude observar bien sus lágrimas comenzaron a caer en mi rostro, él se las sacó y luego limpió las mías, pasó su pulgar con su mano completamente temblorosa lentamente mientras su otra mano seguía sosteniéndome y acariciando mi cabello, habló con un tono tan bajo que apenas pude escucharlo hasta que lo repitió con su voz totalmente quebrada "Perdón" "Lo lamento tanto" murmuró. Él luego de ello me levantó del suelo colocando sus manos en mis piernas y en mi espalda, apenas la tocó sentí todo el ardor de siempre por lo cual me quejé, él me apoyó a su pecho tratando de evitarme más dolor y lentamente me acostó en el sillón que se encontraba al lado de aquella puerta de salida, fue hasta al baño ya que escuché el botiquín y volvió con una gasa y un alcohol etílico, al echarle aquél líquido a aquella gasa simplemente se arrodillo para limpiar mi cuello y luego mi rostro, lo pasó de una manera suave para no generarme muchas molestias, se lo notaba cansado y muy deprimido, aguanté mis ganas de llorar manteniendo silencio ya que el nudo en la garganta se me estaba haciendo horrible y mantuve mi mirada fija en él, apenas terminó se levantó del suelo para ir recto a la heladera donde sacó hielos que colocó arriba de un trapo, con el mismo hizo una especie de bolsita y se acercó nuevamente, se arrodilló y esa cosa fría la apoyó arriba de mi ojo.

Will All This End?  Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora