No somos tan diferentes

capítulo 13: Una cena con los Thompson

Rea

Lo del beso me emociono mucho, pero no estaba segura si le gusta de verdad, tampoco quiero ser un juguete o solo un rato. Claro que acepte si cena, obviamente no la iba a negar.

Lo tome del brazo, sacándolo de la incomoda situación creada por Owen y Rosy. Me ha dicho que la cena será en su casa lo que me pone nerviosa, pues tal vez este su familia. No soy buena conversando con los padres de mis amigos y menos con los de el chico que me gusta. 

En el camino cantamos y fue muy divertido, el ambiente no era para nada incomodo, en realidad era demasiado confortable, me gusta que le guste Harry Styles.

¿A quien no le gusta el Harry Estilos?

A un sociópata seguramente. 

Llegamos a su increíble casa, bajo del coche para poder abrirme la puerta. 

Con eso gana puntos. 

—Señorita — arqueo su brazo, yo metí el mío por el hueco que formaba —. Bienvenida a mi morada. 

—Señor, ya he venido aquí antes — sonríe amplio. 

—Pero, hicimos un aburrido proyecto. Ahora cenaremos — tenia un destellos en sus ojos. 

Tal vez si le gustamos.

—No fue aburrido, fue increíble y comimos taquitos — dije divertida.

Creo que ya se dieron cuenta de la obsesión por los tacos. 

—¿Te gusta la lasaña? — pregunto.

¿Este niño nos está investigando?

—Si, es una de mi comidas favoritas. 

—Espero que te guste como la prepare — arrugo su nariz —. Seguí bien el tutorial.

—¿Qué paso numero uno? — exclame divertida. 

—Creo que me ganas es ese ámbito. 

Saco sus llaves de sus jeans, abrió la puerta. Se aparto y me dejo entrar primero, tomo mi chaqueta y la puso en el perchero de la entrada, volvió a tomar mi mano, me guio hasta la sala donde ya estaba la comida, las bebidas y galletas.

Ok, ¿y si en realidad él es sociópata que no le gusta el Harry y por eso nos invitó a comer ahora que no hay nadie?  

Lo estoy empezando a creer. 

—¿Quieres tomar algo? — se remango un poco su camisa. 

Bueno si es un sociópata, es uno muy sexy.

—No, estoy bien así — no tenia sed, de hecho estaba sudando. 

—Mis padres no tardan en llegar. ¿Vamos a mi cuarto?

Si, ya me dio miedo.

—¿Thompson qué pretendés? — alce un ceja.

—Sonaba mejor en mi cabeza — se puso un poco rojo —. Quiero decir que si quieres ir a mi cuarto y escuchamos un poco de música o algo en lo que llegan mi papás. 

—Bueno, vamos a tu cuarto — sonríe con un poco de picardía. 

Le mande un mensaje a Sam de todas formas, si muero morí feliz...no la verdad no, pero bese a mi asesinó.

No pongas esto más turbio, por favor.

Subimos las escalera para ir a la segunda planta, había cinco puertas, cuatro de madera y una al final del pasillo de vidrio que daba a la terraza supongo. El se dirigió a la segunda puerta a la izquierda.