Capítulo 41: Mi almuerzo

34 16 6
                                    

Aarón

Me gusta que se pueda llevar tan bien con Nick, que se traten como si fueran amigos de toda la vida es algo que me encanta. Es decir, ¿quien no ama a Rea?

Owen está demasiado entretenido con la película, mamá y papá están acurrucado entre los dos. Rea que acaba de volver se acomodó, mientras come palomitas, yo me acerqué abrazandola por la cintura, paso un brazo por encima de mis hombros y me dio un beso en la cabeza.

La película culminó y debo decir que esta muy buena, todos están bostezando excepto Webster que ya esta dormida, la ayudo a ir a su habitación y regreso para llevarme a mi chica a mi cuarto.

—Owen vendrá con nosotros, ¿cierto? — le  pregunto a Rea

—Si, bueno si él quiere. Es medio extraño — reímos —. ¿Owen, quieres dormir con nosotros?

—Si, pero necesito ir al baño — sonrió con un poco de angustia.

—Es la última puerta del pasillo — le señalo papá.

—Ay, muchas gracias — salio disparado.

—Bueno, queridos mañana trabajamos — hablo mamá —. Así que, hasta mañana.

—Buenas noches Aisha — Rea se acercó a dale un abrazo.

—Descansen — se despide papá.

Nick bosteza, estira sus brazos. Nos ve y sonríe somnoliento, arrastrando los pies se acerca a Rea y le da una brazo apretando la un poco. A mi también me da un abrazo que me deja sorprendido pues casi no lo hace.

—Hasta mañana — se despide.

Owen sale del baño y sonríe, trae la boca mojada y huele a pasta de dientes cuando llega con nosotros, le da un abrazo a Rea y después viene conmigo para tomar mi mano. Subimos la escaleras rumbo a mi cuarto, él pequeño se va a mi habitación mientras Rea y yo nos lavamos los dientes.

—¿Galletita? — he notado que esta un poco apagada.

—Dime — responde enjuagando su boca.

—¿Qué es lo que te pasa? — me recargo en el lavabo.

—Nada, ya te dije — frunce el ceño.

—Dime la verdad, has estado en silencio toda la tarde — la tomo de la cintura.

—Discuti con mi mamá, pero nada grave —se da la vuelta quedando frente a frente conmigo.

—¿Quieres hablar? — la alzo para que quede arriba del lavabo.

—No lo sé, no me gusta recordar que discutimos con ella — abre su piernas para quedé entre ella.

—Como tú quieras, galletita — la veo sonreír y la beso.

Sus manos me rodean el cuello y yo aprieto sus caderas, movemos nuestras cabezas al compás, nuestras leguas se sincronizan y yo, bueno yo amo cada vez más a esta mujer con cada beso.

—Te amo — dice cuando nos separamos solo unos centímetros.

—Te amo — sonrió.

La abrazo pasando mis brazos por su cintura, ella descansa su cabeza en mi hombro. Nos quedamos unos minutos ahí, en silencio y con una paz exuberante. Cuando nos separamos le doy besos por toda su cara cosa que la hace reír.

—Basta — dice entre risas.

—Vamos a la cama — la abrazo para que sus piernas queden en mi cadera.

La llevo hasta la cama, donde ya está Owen más que dormido y no se da cuenta que llegamos, me acomodó en mi lugar abrazado a mi novia, dejo un beso de buenas noches en su cabello y nos quedamos dormidos en segundos.

No somos tan diferentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora