Capítulo 36: Calzones de Wall-e

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Rea

Me quedé dormida, pero despierte porque tenía mucha sed. Con cuidado quite el brazo de Aarón y lo volvi a acomodar para siguiera durmiendo, le di un beso en la mejilla.

Baje descalza a la cocina, pretendía prender la luz. Sin embargo, ya estaba prendida, supuse que podría ser su mamá o su papá. Talle mis ojos caminamos a donde se encuentran los vasos, seguía sin ver a nadie.

Me serví mi vaso se agua, estaba a punto de irme hasta que escuché un suspiro y el choque de vidrio con otro vidrio, fui a la sala, no estaba ninguna luz prendida pero si una silueta en el sillón del fondo.

Era Nick, tenía una botella de algún licor a su lado derecho y en su mano izquierda tenía un vaso para tomar tragos. Prendi la luz caminamos hacie él.

—¿Nick, estás bien? — sus ojos conectaron con los míos, estaban rojos, hinchado y con lagrimas.

—Rea — se trató de limpiar su cara —. Solo baje por un trago, ya me voy a dormir.

—Vamos te acompaño — intento pararse, sin tener éxito.

Su cabeza cayó hacia atrás, sollozos se hicieron presentes. Me acerqué a él quitando su vaso, limpie sus lágrimas con cuidado. Él tomó mi mano haciéndome parar, su mirada se tornaba triste y con nostalgia.

—¿Rea, tu eres mi amiga?

Obvio, cuñis.

—Claro que lo soy, digo si tu quieres — sin que me lo esperara, me abraza.

—Gracias — susurro.

—No tienes por que agradecer — aflojó su agarre para que pudiera salir.

—¿Sabes? No sé escoger a mi amistades. Todos me buscan por el dinero, y yo soy un imbecil que cree que cumpliendo con sus caprichos nunca se iran.

—No eres ningún imbecil, eres asombroso. Yo soy tu amiga, Sam es tu amigo, Mar es tu amiga.

—Todos los amigos de Aarón se convierten en mis amigos — sonríe con sarcasmo —. ¿Ves lo que te digo? Soy un patético sin amigos.

—Entonces seremos dos patéticos — me pongo e cuclillas —. Mi único amigo ha sido Sam.

—Al menos tienes a Sam.

—Porque le tire una paleta de pequeña — río, veo que alza ligeramente la comisura de boca.

—Antes yo tenía una Rea — comenta —. Eramos inseparable, hasta que ella me convenció de consumir drogas, todo porque el idiota de su novio lo hacía. Yo quería que ella siguiera siendo mi amiga así que lo hice, después de un tiempo mi cuerpo lo necesitaba tanto como el agua. Aarón me ayudó a salir de todo eso, pero yo no pude salvar a Mara, fue mi culpa. — las lágrimas regresan.

Lo abracé de nuevo, debió ser duro perder a su única amiga sincera. No he compartido tanto tiempo con Nick, pero me ha dado esa confianza de confesarme tal cosas, así que no lo despcionere y seré buena amiga, cuñada y confidente.

—Nick, no fue tu culpa. ¿Ok? — acaricio su espalda —. Todos cometemos error y a veces nos hagamos en un vaso de agua, si no podemos salvarnos a nosotros mismos, no podemos salvar a alguien que está en un tsunami.

—Puede hacerlo, solo que llegue muy tarde — su mirada va a el suelo.

—Nick — subo su mirada —. Intentaste corre hacie ella cuando apenas podías caminar, yo también quisiera hacer algo para que mi papá estuviera conmigo, pero estoy tan segura que a él no le hubiera gustado que me estancar, tanto como a Mara, ambos tenemos hermanos y son los más increíble del mundo. Yo me esfuerzo todos lo días por Owen. Tu tienes a Aarón que te adora, no sabes lo difícil que le resulta que estés así.

No somos tan diferentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora