Capítulo 33: Intercambió

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Rea

Antes de venir aquí y pasarla de maravilla con Aarón, fui a declarar contra ese bastardo. No me sorprendió que ya había sido acusado de hostigamiento y tratar de abusar a una chica, según lo que me explicaron tenía que pagar un sentencia respectiva al daño que me hizo a mi y a las dos otras chicas.

Después de eso llegue a casa, hice una parada en un mercado artesanal y compre bastantes cosas ricas. Prepare diferentes cosas como: pequeños sándwiches, postres, bebidas, entre otras cosas.

Emma me dijo que el domingo se tardaron porque la madre del amigo de Owen los invitó a cenar y llegaron como a las nueve, yo le conté que fui a la fiesta de Aarón.

Pongo la ultima copa que hace falta para que todo quede espectacular, siento la mirada de Aarón sobre mi, así que volteo.

—Listo. ¿Por qué quieres empezar? — señale toda mi variedad.

—Diría que por ti, pero en serio tengo hambre — me abrazo por mi cintura —. Me muero por esos sándwiches de ahí.

Señala los que tiene pierna, tomo su mano y lo siento a mi lado. Saco dos platos de la canasta, pongo dos uno en cada plato y se lo entrego.

—Toma, wall-e.

—Gracias galletita.

Recargo mi cabeza en su hombro, disfruto de la vista y la tranquilidad del lugar. Imágenes de hace un momento llegan a mi mente y sonrio, debo decir que me dio un poco de miedo, hasta que recordé que estaba con él y no con ese otro "hombre".

Comemos la mayoría de las cosas que traje, se está empezando a hacer noche y aprovechamos para ver la estrella recostado aún en la manta. Mi celular suena, contesto la llamada cuando veo que es el número de mamá.

—Hola mamá.

—Hija, ya es tarde. ¿Dónde estás?

—Con Aarón, como dije — aviso obvia.

—No llegues tan tarde, por favor.

—Claro mamá.

Cuelgo la llamada, dejo a un lado mi celular. Aarón acaricia mi cabello y habla:

—¿Ya te quieren en casa?

—Ya, aunque quiero estar otro rato contigo.

Dime por favor, que no dijiste es.

Mañana iré a estar contigo en tu trabajo — empezamos a pararnos.

—No tienes que hacer eso — recojo las cosas ordenandolas en la canasta.

—Quiero hacerlo — me ayuda a meter todo al coche.

Nuestra platica sigue adentro del auto discutiendo en que no debería ir, pero como siempre es una pelea perdida. Llego a su casa.

—Te veo en la escuela wall-e — me acerco y le doy un beso.

—Nos vemos en un rato — me da otro beso.

Arranco rumbo a mi casa, sorprendentemente Walter está platicando con mi mamá demasiado amistoso, bajo del auto furiosa.

—¿Qué carajos le pasa? Aléjese de mi madre. ¡Ahora! — me pongo entre él y Emma

—Rea, ¿qué pasa? — Emma me toma de los hombros.

—No te acerques a este hombre — empujo a Walter.

—No se de que hablas — alza sus manos en son de paz.

—¿No? ¿Ya no se acuerda de quién pinto mi casa? — lo empujó de nuevo. —¿Eh? ¿Ya no se acuerda?

No somos tan diferentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora