Capítulo 26: Revelación

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Rea

El trabajo estuvo pesado, pero me reconforta saber que Aarón y yo ya estamos bien, aunque para ser sincera me asusta que estemos "tan bien".

Me ha invitado a cenar pues según él su familia le lleva pidiendo que me lleve desde hace un tiempo.

Owen come felizmente unos burritos que le preparé, obviamente me lo descuentan de mi sueldo, pero es para mi hermanito así que es como si le comprara algo de algún otro lugar.

Mi turno por fin termina, salgo a las ocho y media, tomo mis cosas y camino con Owen a la salida por un taxi.

—Nos vemos Lana — me despido de ella.

—Adiós Langs — se despide de ambos.

Vamos a la estación donde puedo tomar un taxi, ocupamos uno, es un señor de mayor edad, maneja como si el mundo se fuera acabar. Pongo mi brazo protegiendo a Owen y con la otra mano me agarro de donde pueda.

Llegamos demasiado rápido.

Si, pues este señor parece papá de Toreto.

Le doy su paga y quedo frente a la casa de Wall-e, tomo la mano de Owen y vamos a su entrada, toco una vez y esperamos unos segundos.

Sale Zerek con apariencia de que llevaba traje, pero solo que no trae ni la corbata ni el saco, su camisa está remangada y su cabello está un poco revuelto.

—¡Rea! — saluda con entusiasmo.

—Hola, señor Thompson — pongo mi mano enfrente, pero él la toma y me da una abrazo.

Solo Zerek — se despega y enfoca a Owen —. Tu debes ser Owen.

—Ese mismo, mucho gusto — extiende su mano como todo un señor.

—El gusto es mío — recibe su mano dándole un ligero apretón.

—Cariño, ¿quien llegó? — escucho la voz de Aisha.

—Los invitados más esperados.

Aisha embosa una sonrisa mientras camina a nosotros y un pequeño chillido sale de ella, me abraza dándome un ligero apretón. Intercambia miradas entre mi y Owen, finalmente se agacha un poco a él dándole un bonito abrazo.

—Hola pequeñín — saluda a mi hermano.

—Owen Lang, mucho gusto.

—Dios, ojalá mis hijos fueran tan educados — exclama Aisha.

Aarón tiene formas particulares de ser amable con nosotras.

—Pasen — Zerek tomó de la cintura a Aisha y la hizo a un lado para que nos permitieran entrar.

Pasamos, llegamos a su sala y la mesa esta llena de comida. Escuche unos pasos provenientes de las escaleras, vienen bajando los hermanos, los dos vestían casual jeans azules, Nick con playera amarilla y Aarón con playera café de botones solo en la parte de arriba.

Owen salió disparado a darle un abrazo, quien lo pensaría, un día le apunta con su reportera y lo amenazo mientras o al otro día ya lo abraza como si fueran mejores amigos.

—Hola Owencin — Aarón revolvió su cabello.

—Capitán — saludo como militar.

—Awww, que adorable — exclamo Nick.

—Owen Lang — extendió su mano.

—Y elegante, el si que debería ser mi hermano — choco el puño con él.

No somos tan diferentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora