Rea
Sigo insistiendo al numero de Mar, como también sigo sin recibir una respuesta. Paro a Aarón y lo acomodó entre mis brazos, lo dirijo a su cuarto, estando adentro lo dejo en su cama.
—Quedate aquí, ya vuelvo — lo acomodó mejor poniéndole algunas almohadas.
—No, Rea — toma mi mano
—Tengo que ir por Sam, no me tardo — depósito un beso en su frente.
Asiente y salgo, bajo la escalares a toda velocidad, busco por todos lado a Sam. Camino desesperada por la casa hasta que lo encuentro en la cocina apunto de darle un beso a Memo, carraspeo un poco.
—Rea, ¿qué pasó? — se separan.
Interrumpimos tan lindo momento.
—Lo siento, pero Aarón está mal. ¿Pueden cuidarlo en lo que voy a buscar a Mar?
—Claro, ten mucho cuidado — responde Sam.
—¿En donde está? — pregunta Memo.
—Lo deje en su cuarto, segunda puerta a la izquierda.
Ellos van a la planta de arriba y yo salgo, regreso y busco las llaves de su auto, bajo a donde tiene su colección y ahí está la cajita, busco la que tiene el distintivo logo de audi y la tomo, el auto se encuentra ahí mismo, le quitó el seguro y me montó en el.
Arranco, salgo del vecindario. En un semáforo saco mi celular y busco la farmacia más cercana, cuando la encuentro sigo la ubicación que da la aplicación.
En una de mis vueltas, ve una silueta muy familiar, acelero un poco y es Mar. Me acerco rápido a ella, me doy cuenta que un hombre viene detrás de ella, su ropa del tipo está gastada y sucia. Me detengo justo a su lado, bajo sin pensarlo.
—¡Mar! — con los tacones se me dificulta un poco llegar con ella.
Voltea y él hombre también lo hace, me da un chequeo de pies a cabeza, paso por un lado de él y voy a donde esta Mar, ella tiene los ojos lloroso y demasiado rojos igual que su nariz.
—Rea, que alivio — me da un abrazo.
—Hoy me tocará comerme a dos muñequitas — dice el tipo, mordiéndose el labio.
—¿Sabes? A mi se me antoja romper las muñecas de tu mano — sonrió.
—No sabes cuanto me ponen la que son rudas — se va a acercando.
Antes de que llegue mi puño ya está en su cara, se tambalea hacia atrás. Estando en el piso me agacho y tomo su mano, la dobló haciendo que truene.
—Y a mi no sabes cómo me pone romperte la muñeca — se retuerce del dolor.
—¡Eres una zorra!
—Lo se — tomo de la mano a Mar y la subo al auto.
—Mierda, quiero ser como tu cuando sea grande — bromea Mar, ajustando el cinturón de seguridad.
—Tu ya eres increíble — me pongo en marcha —. Dime que hacías sola y llorando.
—Yo...venia a la farmacia, pero ese tipo me detuvo, por un momento me paralice estaba tan cerca de mi y me gano el llanto, pase por su lado y segui caminando.
—Ya estas a salvo — sonrió —. ¿A qué venías a la farmacia?
—Aarón está drogado — dice preocupada.
—Lo sé, cuando llegue lo encontré todavía peor.
—No sé quién fue, pero juro que le partire la cara.
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No somos tan diferentes
RomanceRea y Aarón, ¿por dónde empezar cuándo se trata de ellos? Si bien se sabe que todo empezó por aquel proyecto de química, jamás se esperaron que eso mismo sucediera entre ellos. Aunque quieren llevar su relación de manera amormonica y pacífica no es...