Una niña de ocho años corría por el bosque, su cara manchada de lagrimas nublaba su vista y la hacían tropezar cada pocos pasos.
-mama, mama, te esperaré hasta que vuelvas en el futuro, me haré fuerte, muy fuerte y cumpliremos el deseo de papa de abrir Wano.
La niña tropezó otra vez, no pudo equilibrarse y cayó al suelo. Golpeó el suelo con sus pequeños puños mientras su cuerpo convulsionaba con sollozos.
-vaya, pero si es una niña- Suzu levanto la cabeza y se encontró con un joven.
-¿quién eres pequeña?- el joven le habló con voz calmada que hizo que poco a poco la niña calmase sus sollozos.
-soy Kozuki Suzu- el joven abrió los ojos sorprendido y miro a su alrededor, verificando que no hubiese nadie.
-no puedes presentarte así, te están buscando por todos lados para ejecutarte pequeña- la niña abrió los ojos y le miró cautelosa.
-tranquila, yo no voy a hacerte nada, odio a Orochi y a Kaido, ahora estoy entrenándome para ser fuerte y poder derrotar a Kaido, si el cae, Orochi ira detrás.
-perdone...
-Lucas, me llamo Lucas.
-Lucas, la verdad es que mi madre va a combatir a Kaido, pero eso será dentro de veinte años...- le explico lo del viaje en el tiempo.
-vaya, muy bien Suzu, entrenaré y me hare fuerte hasta el día en que Kin'emon y los Akazaya vuelvan, entonces me uniré a ellos y combatiré a Kaido.
-yo también, Lucas entréname, quiero ser fuerte y no volver a perder a alguien nunca mas- Lucas sonrió y le revolvió el pelo.
-muy bien, pero aun eres una niña por lo que aun no te dejare entrenar con armas de verdad, primero entrenaré tu cuerpo y luego buscaremos con que arma te sientes mas cómoda- Suzu asintió con la cabeza- tienes alguien con quien te puedas quedar?
-creo que la mejor amiga de mama me dejara quedarme con ella- Lucas asintió con la cabeza.
-muy bien, te llevaré con ella, descansaras durante dos días y después empezaremos el entrenamiento físico- Suzu asintió entusiasmada y ambos se encaminaron hacia la casa de Tsuru.
El tiempo iba pasando y Suzu iba creciendo y haciéndose cada vez más fuerte, sus armas eran dos espadas al igual que sus padres, la misma técnica que ellos usaban, ella no quiso tener otras arma.
Todo iba muy bien hasta aquel fatídico día. Lucas y Suzu estaban haciendo un combate de entrenamiento entre ellos, Suzu a pesar de tener ya 15 años y ser mucho más fuerte que antes, aun no podía vencer a Lucas en combate, a pesar de que ya conseguía que Lucas pelease en serio, lo que antes no hacia.
-vaya, vaya, pero que tenemos aquí-ambos se giraron y vieron a tres hombres, los tres tenían cuernos en la cabeza, por lo que eran seguidores de Kaido- tu, chica, me recuerdas a alguien, pero eso no puede ser, verdad?
Suzu apretó los labios con fuerza, reprimiendo las ganas de gritarle a esos hombres por insinuar algo malo de su padre.
-señores, me parece que os habéis confundido de persona- los hombres fijaron su vista en Lucas y el reconocimiento paso por su rostro.
-vaya, pero mira quien es, si no es Lucas- ambos rieron- ¿ya te rendiste de derrotar a Kaido?, no me extrañaría, al fin y al cabo solo eres un debilucho- eso fue todo lo que Suzu pudo soportar, nadie se metía con su maestro, desenfundo sus dos espadas las cuales llevaba a la cintura y se lanzo contra los hombres, que esquivaron a la chica fácilmente y la golpearon en la espalda, provocando que cayese al suelo con un golpe seco mientras soltaba las espadas.
-si, ya recordé quien es- menciono otro de los hombres- se parece a Oden porque es su hija, la que se escapó hace años de su ejecución, pero esta vez no se va a escapar- cogió una de las espadas que Suzu había dejado caer al suelo y la alzo por encima de la cabeza de la chica, estuvo a punto de asestar el golpe cuando Lucas que hasta entonces no había intervenido, freno la trayectoria de la espada con la suya propia. Cogió impulso girando el cuerpo se impulso hacia adelante y lo empujo varios pasos lejos de Suzu.
-no sois mas que unos cobardes, mira que atacar a una niña por la espalda- Lucas lucho contra los tres hombres sin problemas, dejándolos a los tres en el suelo.
Se acercó hacia Suzu que se había sentado en el suelo mientras se recuperaba del golpe antes dado, pero antes de llegar a ella una espada le atravesó por la espalda, en un fatídico golpe. Lucas se giro y le traspaso el cuello con la suya.
-LUCAS- grito Suzu incorporándose de golpe y corriendo hacia él, que había caído de espaldas al suelo.
-Suzu, lo siento mucho, parece ser que al final no voy a poder pelear junto a tu madre contra Kaido-Suzu lloraba aferrada a él.
-no es cierto, te vas recuperar, Lucas, no me puedes dejar, eres lo mas parecido a un padre que tengo, por favor- pero sus gritos fueron en vanos, los ojos de Lucas dejaron de brillar, sin vida.-NOOOOO- lanzo un grito desgarrador. Pasado un rato, sus gritos se detuvieron y su mirada se endureció, una expresión loca en los ojos.
-Kaido, juro que te matare así muera en el intento, no dejare que vivas.
Se levantó y con una fuerza que no sabía que tenía cogió a Lucas entre sus brazos, camino hacia el bosque donde ambos se conocieron por primera vez he hizo un hoyo al lado de un hermoso árbol, donde depositó el cuerpo sin vida de su mentor.
-Lo juro por ti Lucas, derrotaré a Kaido aunque sea lo último que haga- juro ante la tumba de su figura paterna.
Durante los siguientes 13 años antes de la llegada de su madre y los Akazaya, Suzu se entrenaba sin descanso, volviéndose cada día mas fuerte, no solo domino el arte de la espada, aprendió también a usar el arco y las flechas, también aprendió a usar la pistola, aunque esta última no le gustaba mucho.
Entonces un día cualquiera, ella notó un cambio en el ambiente y lo supo, "todo va a cambiar", pensó mientras iba en la búsqueda de su madre.
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Todos los presentes se quedaron sorprendidos por lo aparecido en el recuerdo, una niña de tan solo ocho años había decidido entrenar para poder derrotar a Kaido, entonces por casualidad conoció a Lucas, el cual también quería derrotar a Kaido, pero en tan solo unos años, matan a Lucas dejando otra vez a Suzu sola, esta de la ira había proclamado que mataría a Kaido aunque ella pudiese morir al intentarlo.
Kin'emon tenía entre sus brazos a ambas Suzu, la mayor ya había pasado por la muerte de su mentor, pero la pequeña no lo había echo y se encontraba llorando a lágrima viva.
-creo que no deberíamos haber dejado que la Suzu pequeña viese este recuerdo- murmuró Zoro que se encontraba a su lado.
-no, ella debía verlo, quiero que consiga cambiar eso- le refutó la chica del futuro.
-bueno, eso sería todo, por lo que pasemos al siguiente encapuchado, creo que va a provocar unas cuantas lágrimas por el camino- dijo la diosa.
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ONE PIECE. CONOCIENDO A NUESTROS DESCENDIENTES
FanfictionUNA TORMENTA ARRASA POR TODO EL MUNDO, CUANDO DE UN MOMENTO A OTRO EMPIEZAN A DESAPARECER GENTE, ENTRE ESTOS ESTAS ALGUNOS REVOLUCIONARIOS, MARINES Y PIRATAS, TODO GRACIAS A LA DIOSA DEL TIEMPO QUE DECIDIO QUE DEBERIAN CONOCER A SUS HIJOS.