UNA TORMENTA ARRASA POR TODO EL MUNDO, CUANDO DE UN MOMENTO A OTRO EMPIEZAN A DESAPARECER GENTE, ENTRE ESTOS ESTAS ALGUNOS REVOLUCIONARIOS, MARINES Y PIRATAS, TODO GRACIAS A LA DIOSA DEL TIEMPO QUE DECIDIO QUE DEBERIAN CONOCER A SUS HIJOS.
Era una mañana tranquila cuando la tripulación de Roger llegó a una nueva isla. A primera vista dicha isla parecía por completo desavitada. No es que estuviesen del todo equivocados, pero había algo en lo que sin duda estaban equivocados. En la isla había algo de vida.
En lo profundo del bosque al mismo tiempo dormía una niña pequeña, que no podría tener más de ocho años, aunque debido a su pequeño tamaño no se podía calcular su edad real, por lo que todo era una simple conjetura.
Ella siempre ha estado sola desde que tiene memoria (no tanto, pero después de tanto tiempo ella ha ido olvidando casi todo de su vida antes de la isla). Sabe que la habían abandonado en este bosque cuando aun era demasiado pequeña para recordarlo, o mejor dicho, había ido olvidándolo conforme iban pasando los años. Más tarde fueron los animales los que le contaron de su entrada a la isla. Al fin y al cabo ella los entendía como si ella misma fuese un animal. (Al fin y al cabo se había criado con ellos). La lengua humana era ya otro cantar. Podía entenderlos de alguna forma (recordaba el habla humana) pero no acababa por ser capaz de pronunciar las palabras. Era tan complicado para sus cuerdas vocales acostumbradas al habla animal.
La pequeña Enma, este era su nombre, lo único que era capaz de recordar de cuando aun vivía con sus padres y todo era de color de rosa. Es decir para ella hacia ya toda una vida. Cuando sus padres aun la querían en su vida, hasta que finalmente se cansaron de cuidar a una niña y la abandonaron en una isla completamente deshabitada. (Salvo por los animales).
La joven era completamente salvaje, por lo que supongo que no os sorprenderá lo que pasó cuando sin duda la tripulación de Roger y la pequeña Enma se encontraron.
EN OTRO LUGAR
Como ya he dicho antes, la tripulación embarcó en la isla y se dispusieron a explorarla, la joven Masuyo había optado por quedarse en el mar cuidando del barco, la verdad es que a pesar de estar ilusionada por conocer una nueva isla, esta vez prefería quedarse a cuidar del barco tranquilamente. (Echaba de menos estar en el mar). Fueron Roger, Souta, Ryo y Yasuo los que se internaran en el bosque. Aika también había decidido acompañarlos esta vez, a pesar de que lo más probable es que de un modo u otro acabase metiéndose en cualquier percance. Parecía que los problemas la seguían. (Aunque eso se podía decir de todos ellos, en cualquier isla a la que iban les solía pasar algo).
-vaya, esta es una isla increíble. Todo es vida salvaje- Aika saltó hacia un enorme tigre a un costado de ellos, el cual había estado al acecho en busca de la oportunidad de una buena comida. (Es decir, se disponía a atacarles). El tigre acabó escapándose de la joven, solñia tener ese efecto en ciertos animales.
Siguieron internándose cada vez mas en el bosque cuando de un momento a otro pudieron sentir como algo estaba vigilándolos. Por alguna razón no eran capaces de sentir exactamente donde estaba lo que sea que los seguían. Es decir hasta que ella misma se delató cuando decidió lanzarse al ataque contra el mismo Roger. Al cual solo le bastó alzar la mano para enganchar el pequeño cuerpo que se había lanzado en su ataque. Grande fue la sorpresa de todos al notar que su atacante no era otra cosa que una niña pequeña.
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