ONE PIECE. CONOCIENDO A NUESTROS DESCENDIENTES

CAPITULO ESPECIAL: KENJIRO

El próximo encapuchado no tardó en ocupar el lugar en el que anteriormente se había puesto a hablar la diosa Hekate. Al llegar allí se quedó quieto mientras movía la vista por las personas que estaban allí hasta dar con la persona que estaba buscando, cosa que no le costó mucho debido al llamativo color de su pelo, dorado con mechones verdes. Algo un poco inusual entre las personas allí reunidas, con tan solo unas pocas excepciones (Zoro, Kid, Shank...).

Kazuki debió notar la mirada en él ya que dejó de lado la conversación que estaba teniendo con su madre y algunos de sus tíos (llama tíos a los sombrero de paja al igual que los hijos de ellos ya que se tratan como una familia) para mirar hacia el próximo encapuchado. De repente sus ojos se abrieron como platos al reconocer a la persona, cosa que sorprendió a los que estaban a su alrededor.

-no, no me digas que vosotros también habéis venido- le habló Kazuki al chico aun encapuchado.

-si, no fue muy dificil convencernos, al fin y al cabo ya queríamos venir a buscarte cuando desapareciste, por suerte la diosa Hekate no tardó en aparecer ante nosotros y explicarnos todo, también nos pregunto si queríamos venir presentarnos junto a otras personas, no lo tuvimos que pensar mucho, tenia pinta de que sería algo divertido.

-yohohoho, ¿Quién es él hijo?- Kazuki bufó exasperado al oír la pregunta de su madre, pero se dispuso a contestar.

-espera, no lo digas, ya lo digo yo- cortó lo que Kazuki planease decir y, acto seguido llevó su mano a la capucha y se la sacó de un tirón- en realidad al parecer ya me habéis visto anteriormente en el recuerdo de Kazuki, aunque en ese entonces mi personalidad no era tan alegre como la de ahora, he de decir que luego de conocer a Kazuki cambié bastante mi forma de ser, pasaron muchas cosas que me saco del pozo en el que me encontraba por ese entonces.

-eres ese chico al que Kazuki fue a buscar para que se uniese a su banda, como era...- empezó a decir Nami.

-Kenjiro, mi nombre es Kenjiro. Si, yo soy el chico al que fue a buscar para que se uniese a su banda, aunque al principio me negase a formar parte de esta- Kazuki bufó al recordar eso en particular y lo insistente que había sido Kazuki.

-ya basta, Kenji, pon tu recuerdo de una vez y deja de avergonzarme- Ante las palabras de su novio soltó una carcajada antes de disponerse a hacer lo dicho.

-esta bien, Leiya, puedes poner ya mi recuerdo- la diosa asintió con la cabeza a la vez que Kenjiro se fue a sentar junto a su novio, aunque sentar era algo exagerado, lo que hizo fue básicamente lanzarse contra Kazuki, el cual lo atrapó por los pelos y ambos cayeron hacia atrás fuera de la silla. Una vez que se acomodaron correctamente Leiya se dispuso a poner el recuerdo.

RECUERDO DE KENJIRO

Kenjiro caminaba pesadamente atravesando un bosque, no es que el quisiese ir por allí, pero el idiota de su capitán había oído una canción a través del bosque y no se lo pensó ni dos veces antes de lanzarse de cabeza hacia este, dejándole a él para esconder el barco y posteriormente perseguir a su capitán. Y eso es lo que nos lleva a ahora.

-Kazuki no dejes que te ponga las manos encima- iba refunfuñando mientras apartaba las ramas que entorpecían su paso y lo hacían tropezar cada pocos pasos- no es necesario lanzarse un bosque solo por oír música- seguía con su letanía de quejas. Kenjiro siguió quejándose de su capitán un buen rato cuando, que de un momento a otro chocó contra algo o mejor dicho contra alguien. 

Alzó la vista para ver contra lo que había chocado, solo para encontrarse a una chica, la cual le miraba sorprendida, su largo cabello meciendo al viento.