Tóxico

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- Que no quiero ir a esa maldita fiesta Gerard, ahí va a estar el idiota de Bert, ¿para eso quieres ir? ¿para verlo?

- Claro que no Frank, sólo quiero que nos divirtamos un rato

- Sí, claro, con ese idiota

- Por Dios Frank, tú sabes que al único que amo es a ti

- Ajá, cómo no

- Voy con mis amigos, es en casa de Lindsey

- Claro, tu amiguita la que quiere que termines conmigo para andar con ese idiota

- Odio cuando te pones en ese plan Frank y sabes qué, iré a la fiesta y me la pasaré bien, no te necesito

- Sí, lárgate

- Pues me voy

Gerard salió furioso de la casa de Frank, pues aunque lo amaba, no estaba dispuesto a seguir escuchando sus tonterías y sus celos infundados, por ello fue que decidió ir a aquella fiesta que había organizado su amiga Lindsey, donde, para olvidarse de Frank, se puso a beber y beber hasta perder el control.

Sin embargo, cuando el alcohol comenzó a hacer efecto en su organismo extraño tanto a Frank, ansiaba verlo, estar con él, que estuviera ahí abrazándolo, besándolo, así que decidió llamarlo.

- Frankie

- Gerard, ¿qué pasa?, ¿ya viste la hora?

- No me gusta estar peleado contigo

- ¿Estás borracho?

- Poquito -dijo soltando una risita

- Ay Gerard, en serio no se pude contigo

- Te amo Frankie

- Sabes qué, mejor hablamos mañana

- Espera, ¿puedes venir por mí? Quiero verte

- No, tú decidiste ir a esa estúpida fiesta, pues regrésate solo

- Por favor Frankie

- Regrésate en taxi, o es más, por qué no le pides a Bert que te lleve

- No voy a hacer eso Frankie, por qué sigues insinuando que hay algo entre Bert y yo

- Por que ese idiota está enamorado de ti y ahora estás con él ahí, borracho, en esa fiesta

- Por eso te digo que vengas

- Sólo querías ir por ese idiota

- Claro que no Frank, ya te dije mil veces que no hay nada entre él y yo

- Ay Gerard, por mí vete al demonio y vete con ese idiota para que te coja

- Frank

Pero Frank ya no respondió y simplemente colgó el teléfono. Gerard no pudo contener las lágrimas que comenzaban a rodar por sus mejillas, pues aunque amaba a Frank, no le gustaba la forma en la que lo trataba en ocasiones, ya que estaba enfermo de celos y más cuando se enteró que Bert lo pretendía.

Se despidió de Lindsey y, para evitar causar molestias, salió de aquel lugar para pedir un taxi, sin embargo antes de que éste pasara llegó Bert, quien se ofreció a llevarlo, sabía que a Frank no le iba a gustar nada, pero Gerard estaba cansado, tenía frío, por lo que aceptó que Bert lo llevara.

Sin embargo, en camino a casa de Gerard, un imprudente conductor se aproximó hacia ellos, la luz los cegó y después todo fue oscuridad.

***

Encendimos el fuego (One-Shots Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora