Vampiros

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Nunca había creído en los vampiros, para mí siempre fueron cuentos, mera ficción, sin embargo Gerard Way era un gran apasionado de ello, le fascinaban todas las historias de vampiros, incluso le gustaba parecerse a uno de ellos, y vaya que lo lograba, con su pálida piel y su cabello negro era más que suficiente, aunque siempre insistía en usar sangre falsa escurriendo por sus bonitos labios rosados y bueno, siempre me pedía que le siguiera el juego, y yo, por complacerlo siempre lo hacía.

Y se preguntarán ¿Quién demonios era Gerard Way? Pues mi todo, el amor de mi vida, por quien daría lo que fuera, aunque no entiendo por qué no lo hice así aquel día en que nos invitaron a tocar en una fiesta privada en un gran edificio, y sí, sería una presentación en el penthouse, con un montón de riquillos que les gustaba nuestra música o que tal vez sólo querían a la banda de moda en su fiesta.

Me sorprendió la blancura de aquel lugar, y bueno, estábamos acostumbrados a tocar en sucios recintos, nunca en un sitio tan pulcro.

Para la ocasión Gerard se vistió con un pantalón negro, una camisa negra y ese chaleco antibalas que solíamos utilizar en algunos shows, con una correa en su brazo izquierdo y un poco de delineador en sus ojos verdes, si me preguntan lucía perfecto, simplemente hermoso, tanto así que sólo deseaba acorralarlo contra la pared, sacarle toda la ropa y hacerle el amor.

Para aquella presentación tuvimos que recurrir incluso a una modelo que se vistiera como la chica de nuestro video de Helena, porque quienes nos contrataron querían ver a Gerard interactuando con ella.

Ahí estaba Gerard, como siempre llevando la batuta, cantando tan emocionado, aunque para qué mentir, nadie nos prestaba atención, todos esos riquillos estaban en lo suyo, sin embargo nosotros poníamos todo de nuestra parte para hacer un increíble show, incluso Gerard estuvo interactuando con aquella chica al tocar Helena tal como ellos lo querían, pero la verdad eran pocas las miradas sobre nosotros.

De un momento a otro, en tanto nos encontrábamos tocando, algo extraño sucedió, pues una de las personas ahí presentes mordió a una, luego esa persona mordió a otra y bueno, así hasta que llegaron a nosotros, sí, a mí también me mordieron, igual a Ray, a Mikey, a Bob, pero no vi cuando mordieron a Gerard. Aquello era bastante extraño, incluso por un momento dejamos de tocar, no entendíamos nada de lo que sucedía, hasta que una persona comenzó a gritar "nos han mordido, ahora todos somos vampiros", ¿vampiros? Qué idiotez. Estaba por soltar una carcajada cuando volteé a ver a los presentes y todos se miraban un tanto sorprendidos y temerosos, vi a Gerard, su negra cabellera cubría sus ojos, y a pesar de que ya ni siquiera estábamos tocando, él seguía cantando. Después todo sucedió bastante rápido, pues alguien dijo que debíamos salir, no supe ni siquiera quién me jaló para irnos de ahí, perdí a Gerard de vista.

Pronto nos encontrábamos ya en la planta baja de aquel edificio, Ray dijo: "ahora somos vampiros", pero ¿hablaba en serio? Fue entonces que miré mi reflejo en uno de los cristales de aquel gran edificio y me sorprendí al ver mis ojos rojos y mi piel tan pálida como la de Gerard, aunque ni siquiera tenía ganas de sangre ni nada de eso. Pero entonces lo recordé, Gerard, ¿Dónde diablos está Gerard? Porque sí, veía ahí a Ray, Bob, Mikey, quien extrañamente ni siquiera estaba preocupado por su hermano, aunque como siempre, tenía una expresión de tristeza en su rostro, entonces cuestioné "¿Dónde está Gerard?", y fue Ray quien algo temeroso me sacó de dudas "Frank, Gerard se quedó allá arriba, parece que se puso agresivo, o no sé... el caso es que entraron sujetos con armas buscando cazar vampiros... y...", "¿Y qué?", cuestioné desesperado, "pues le dieron tres tiros en el abdomen, creo que está... muerto". ¿Cómo? Por Dios, qué estupideces estaba diciendo Ray.

En ese momento y después de escuchar aquello sólo sentí la necesidad de subir de nueva cuenta al apartamento para ir a buscar a Gerard, lo único que quería era abrazarlo tan fuerte y no dejarlo ir. Cargarlo y traerlo conmigo, pero los chicos me lo impidieron "ya no vale la pena, está muerto. Es peligroso subir", fue lo que me dijeron, obligándome a salir de aquel edificio y, una vez afuera, comenzó una maldita persecución, pues pareciera que las personas se daban cuenta de nuestra condición de ¿vampiros? ¿En serio? Seguía sin creer aquello, sólo lo creí cuando salimos de aquel edificio y personas que parecían comunes y corrientes comenzaron a perseguirnos.

Entramos a un comercio y ahí había varias cosas de nosotros, y entonces lo vi, un póster de Gerard, lo tomé y lo abracé como quisiera en esos momentos haber estado abrazando a Gerard y entonces me maldije por ser un idiota y haberlo dejado en aquel lugar, ¿en verdad no iba a regresar por él cuando era mi vida entera?. Guardé la imagen de Gerard en mi bolsillo y salimos de aquel lugar y entonces de nuevo la persecución. Lamentablemente esta vez no nos fue nada bien, pues comenzaron los disparos y sí, primero cayó Bob, después Mikey, al final ya sólo estábamos Ray y yo corriendo entre unas jardineras en la oscura noche cuando de repente lo perdí de vista, me hallaba ahí, solo ¿cómo diablos llegamos a esto?.

En esos momentos sólo pude pensar que si iba a morir lo haría al lado de Gerard, por lo que sí, me dispuse a correr rumbo a aquel edificio, aunque para ser honestos estaba tan desorientado, ni siquiera sabía dónde me encontraba, cómo iba a hallarlo. Sí, era un edificio alto, pero en esa maldita ciudad había decenas de edificios altos.

Caminé y caminé, tratando de evadir a esas personas que me miraban de forma extraña y no sé ni siquiera cómo lo logré, pero ya estaba ahí de nuevo, en el lobby de aquel edificio, por lo que me dispuse a dirigirme al elevador, sin embargo creo que sería bastante peligroso ¿no?. Así pues decidí subir las escaleras, sí, sería bastante cansado, no sé cuántos pisos tendría que subir, pero era mi Gerard, tenía que ir por él.

A la mitad del camino comenzaba a faltarme el aire, pero no, no me iba a rendir, necesitaba ver a Gerard, ir por él. Me sorprendí cuando al subir vislumbraba algunas manchas de sangre, aquello parecía una masacre.

Al ingresar al penthouse las cosas no estaban mucho mejores, había montones de cuerpos regados y las blancas paredes llenas de sangre, estaba un tanto sorprendido y asustado con tan escalofriante escena, sin embargo me dije "A lo que viniste Frank Iero, debes encontrar a Gerard", así que me dispuse a buscar entre aquellos cuerpos, sólo quería encontrarlo y que aún estuviese respirando pero ¿no se supone que los vampiros son inmortales? Creí que una simple bala no podría matarlos, he visto demasiadas películas.

Seguí con mi tarea hasta que lo encontré ahí tirado, entre un montón de cuerpos. Me aproximé hasta él, la sangre brotaba de su abdomen, lo estreché tan fuerte contra mi cuerpo y las lágrimas comenzaron a brotar, "Gerard, no me dejes, por favor no te vayas", y no sé si él estaba esperando sólo por mí, pues aunque su corazón ya no latía escuché su voz contra mi oído "Frank, volviste por mí", y entonces me convertí en un mar de lágrimas, "claro Gee, cómo crees que te iba a dejar aquí", le dije apartándolo de mi cuerpo sólo para mirarlo y pude ver sus bonitos ojos verdes por última vez, me dedicó una tenue sonrisa hasta que cerró sus ojitos para siempre y ya no hubo más para mí, abracé tan fuerte su cuerpo inerte, llorando como un imbécil. El amor de mi vida se había ido para siempre.

FIN 

Encendimos el fuego (One-Shots Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora