Encendimos el fuego (One-Shots Frerard)

Buenas noches, Frankie

Han pasado tantos años y aún así yo sigo tan enamorado de él, porque lo que vivimos no es algo que se pueda olvidar de un día para otro, sin embargo pese a que los dos hicimos nuestras vidas, pese a que tengo una hermosa familia, simplemente no puedo olvidarlo. Sí, sé que está mal, nos dimos un buen tiempo para superar todo esto y aquí estoy, perdiendo la cabeza por Gerard Way. Los primeros conciertos han sido increíbles y estar de nuevo cerca de él ha sido lo mejor del mundo, cuando creía que no me volvería a pasar, romper esa distancia entre los dos, que me deje acercarme a él, abrazarlo, todo ha sido mágico y lo admito, me muero por robarle un beso en el escenario como lo hacía en el pasado, pero no quiero con ello quebrar esto que de nuevo poco a poco se va reconstruyendo entre nosotros.

Hoy es nuestro cuarto show y lo admito, me he sentido demasiado desanimado desde que lo vi con esa playera, sí, esa del unicornio con el nombre de Lindsay, y es que me carcomen los celos, porque quisiera que a quien amara fuese a mí y no a ella, pero es su esposa, ha estado a su lado todos estos años y sé que no debería de ser tan egoísta, si Gerard es feliz con ella, está bien, debería bastarme con eso, pero no puedo evitar que me duela, que me lastime, porque lo sigo amando tanto, como hace 20 años en que nos conocimos.

Inicia el show y yo, yo sólo quiero acercarme a él, cuando lo hago Gerard se cubre con su chaqueta esa playera que se ha puesto con motivo del cumpleaños de su adorada esposa. Debo admitirlo, odio esa playera y me pregunto por qué la ha cubierto de mi vista.

Quiero besarlo, en serio deseo tanto hacerlo, porque hoy luce particularmente hermoso, quiero acercarme, sin embargo cuando volteo al otro lado del escenario veo que está con Ray y que ¿se besan? Es en serio. Sé que ellos son sólo amigos, pero no puedo evitar ponerme celoso, yo igualmente soy "solamente un amigo" y quiero que me deje besarlo, ¡Dios!, sólo quiero llevármelo atrás del escenario, acorralarlo contra la pared y besarlo, besarlo tanto hasta cansarme de ello, si es que eso es posible, porque dudo algún día cansarme de los besos de Gerard Way. Sólo quiero tenerlo ahí, contra la pared, quitarle toda esa estorbosa ropa de encima y recorrer su cuerpo con mis labios, hacerlo mío, como antes. Pero estoy aquí, soñando despierto con algo que tal vez ya nunca me vuelva a ocurrir.

En medio del show Gerard habla sobre lo difíciles que han sido estos dos años y medio de pandemia, lo complicado que ha sido su vida y la de todos, porque vaya, para nadie ha sido fácil todo esto, hubo muchos quienes perdieron a sus seres queridos, para mí tampoco ha sido sencillo. Mientras Gerard habla veo como Mikey y Ray se abrazan y yo, yo sólo quiero tener a Gee entre mis brazos, reconfortarlo y hacerle saber que todo va a estar bien, por lo que no, no puedo evitarlo y lo abrazo tan fuerte, él corresponde y no puedo negarlo, quisiera quedarme así con él, respirando su olor, sintiendo su calor, pero es un abrazo tan efímero y pronto tenemos que volver a lo que estábamos, a nuestro show ante miles de fans que se han congregado después de tantos años sólo para vernos.

Ha sido sin duda una magnífica velada, ahora debemos de regresar al hotel a descansar y a reponernos, porque mañana tenemos otro show. Al llegar al hotel y antes de abrir la puerta de mi habitación veo a Gerard, quien de igual forma se encuentra en el umbral de su cuarto, lo miro, él me mira con esos ojos verdes que me tienen tan jodidamente enamorado, me dedica una encantadora sonrisa con sus pequeños dientes y me dice: "Buenas noches, Frankie", "Buenas noches, Gee", le respondo, y veo como se mete a su habitación, yo de igual forma ingreso a la mía y no puedo evitar sentir nostalgia, porque en el pasado, al estar en el umbral de nuestras habitaciones, nos hubiésemos comido a besos, habríamos terminado en la cama de Gee o en la mía haciendo el amor, sin embargo hoy simplemente nos despedimos, hoy ya nada es como ayer, hoy me duele tanto no tener a Gerard entre mis brazos.

FIN