Encendimos el fuego (One-Shots Frerard)

Cheerleader

Hoy tocaremos en Nashville, Mikey está sumamente contento porque su familia vendrá a verlo, fue por ello que decidimos usar esas playeras con la leyenda Mikey Fucking Way, bueno, no todos, sólo Ray, el propio Mikey y yo, porque Gerard se pondrá un disfraz, "uno especial para la ocasión", según dijo. La verdad no sé qué se le vaya a ocurrir ponerse ahora, pero para qué negarlo, todos los atuendos se le ven bien.

Estamos en los camerinos arreglándonos para el show, no me decido por qué tenis usar, por lo que miro de uno a otro, hasta que una voz bastante familiar me interrumpe, "Frankie, ¿me puedes ayudar?", levanto la vista para encontrarme con Gerard y su disfraz, pero no es cualquier disfraz, es uno que me ha dejado sin aire tan solo mirarlo con él puesto, y es que se puso un vestido de porrista en colores verde y blanco, y no puede lucir más perfecto. Me quedo como estúpido mirándolo, imaginándome con follarlo con ese vestidito puesto, hasta que de nuevo su voz me saca de mis cavilaciones, "Frankie", me dice, señalando el cierre de su vestido, por lo que lo ayudo a cerrarlo. Él se voltea, me da las gracias, y se gira para retirarse, pero antes de que lo haga lo sujeto del brazo. "¿Qué pasa, Frankie?", cuestiona, en tanto lo tomo de la cintura y lo acerco a mí, "me encanta como te ves con ese vestido", él sólo me mira un tanto ruborizado, "quiero cogerte con él puesto", entonces se zafa de mi agarre. "Sólo piensas en eso, Frank", "¿Y tú no?", y me mira de nuevo con ese rubor en sus mejillas, sin embargo se da la media vuelta y antes de que siquiera pueda tomarlo de nuevo sale del camerino.

Gerard siempre se ve bien, puede ponerse una bolsa de papas y luciría perfecto, pero ese vestido es tan caliente, ¿cómo se le ocurrió ponerse eso? Se ve tan hermoso. No puedo dejar de mirarlo en el escenario, brincando, saltando de un lado para otro con ese vestido que se le levanta y deja ver sus magnificas piernas, me muero por follarlo, en verdad estoy teniendo un serio problema, por lo que decido mejor ignorarlo, mirar al público. No puedo evitar ponerme tan duro sólo verlo con ese pequeño vestido, bailando, moviendo las caderas, podría cogérmelo aquí mismo sin importarme que todos nos vean, luce perfecto.

Los chicos están tan quitados de la pena, Mikey emocionado porque Kristen está en primera fila viéndolo y Ray en su mundo, incluso tomándose tranquilamente una copa de vino, mientras que yo me estoy muriendo de ganas de follarme a Gerard, me molesta incluso cómo los camarógrafos y fotógrafos apuntan hacia él, la forma en que lo miran, estoy celoso, bastante celoso de que todos estén fantaseando con lo que es mío, porque Gerard es mío, sólo mío.

No mentiré, el concierto se me ha hecho eterno, más viendo a Gerard ahí, arrastrándose en el piso con ese pequeño vestido, meneando su trasero, quiere que me dé un infarto. Agradezco cuando suenan los últimos acordes de Helena, indicándome que el show ha terminado, me muero por acorrarlar a Gerard y hacerlo mío, pero no contaba con que ahí, esperando en los camerinos se encuentra Kristin, así como sus dos nenas, Mikey va hacia ellas y también Gee, ellas están encantadas de ver a su tío con ese vestido de porrista, le dicen que parece una princesa. Kristin me saluda y tengo que fingir que estoy bien, cuando la realidad es que ya no aguanto la maldita erección debajo de mis pantalones, necesito follarme a Gerard.

"¿Estás bien, Frank?", escucho a mis espaldas, para encontrarme a Ray, muy quitado de la pena, sólo asiento, "¿Seguro?, estás sudando, no me digas que es... por Gerard", siento que se me sube el color al rostro y trato de fingir que no, que no estoy así por Gerard, "vamos Frank, si no has dejado de mirarlo toda la noche. Se le ve bien ese vestido". Yo sólo quiero que me trague la tierra.

Trato de pensar en otras cosas para calmar mis ansias, las ganas que tengo de estar con Gerard, hasta que lo veo de vuelta y justo acercándose a mí con una sonrisa en sus labios, "Frankie, puedes ayudarme", me dice, pidiéndome que le ayude a desabrochar el cierre de su vestido, "me gustaría que hiciéramos algo antes de que te quites ese vestido", le mencionó. Me doy cuenta que estamos solos, por lo que me dirijo a la puerta del camerino para cerrarla con seguro, Gerard cuestiona qué estoy haciendo, pero ni siquiera lo dejo terminar cuando lo tengo ya acorralado contra la pared, "quiero cogerte con ese vestido", le digo al oído, para posteriormente dirigirme a sus labios y besarlo, he tenido ganas de hacerlo toda la noche, en tanto mis manos viajan por su cintura, bajando por sus caderas, hasta llegar debajo de su falda, para meter mis manos y tocar la piel de sus muslos.