Budapest

245 10 1
                                    

Se encontraban a tan solo unos minutos de salir al escenario, correspondía el turno de tocar en Budapest, Frank se sentía demasiado ansioso, porque cada concierto era una nueva experiencia, una nueva oportunidad de estar ahí, compartiendo su música ante miles de personas.

Estaba listo, calentando, Mikey hacía lo mismo a su costado derecho, Ray estaba un poco más atrás de él y ¿Gerard?, como siempre era el último en estar listo. Volteó hacia atrás sólo para encontrarse con una imagen que le paró el corazón y algo más, pues Gerard venía ya en camino, sin embargo no contaba con que para la ocasión se había puesto tan solo un pequeño short, dejando a la vista sus hermosas y blancas piernas, lo cual le hizo sentir tanta necesidad de correr hacia él y empotrarlo contra la pared, sólo quería que esas hermosas piernas rodearan su cintura mientras arremetía una y otra y otra vez contra su cuerpo. Se había quedado mirando más de lo debido las piernas de Gerard, por lo que al llevar sus ojos al rostro del castaño, éste le regaló una hermosa sonrisa con sus pequeños dientes.

- ¿En serio vas a salir así al escenario? - Se atrevió a preguntar Frank

- Sí, ¿Qué tiene? - Se quedó sin palabras, no sabía siquiera qué contestarle a Gerard, y es que no era problema que saliera vestido así, el problema era la erección que estaba ocasionando que se le formara abajo de los pantalones tan solo ver todas esas porciones de su blanca piel al descubierto.

- Porque... hace frío

- Nada de eso Frank, así estoy bien – Indicó Gerard, apresurándose a salir y escuchando la ovación de los presentes.

Frank se dirigió hasta su guitarra, miró a algunos guardias que se encontraban abajo del escenario y pudo notar como se le quedaban viendo a Gerard como idiotizados. Sintió celos, porque seguramente esos imbéciles estaban fantaseando con ¿su Gerard? Así le gustaba llamarlo, porque vaya, ambos estaban casados, pero sabía bien que Gee no estaba con ningún otro hombre, sólo con él ¿o se equivocaba? Ni siquiera quiso pensar en eso y prefirió concentrarse en el concierto, tenían un increíble show por delante y una multitud los esperaba, no iba a dejar que unos tipos que se sabroseaban a Gerard echaran su noche a perder.

Todo comenzó bastante bien, el show transcurría increíble, incluso le causó algo de gracia cuando algunos fans lanzaron al escenario un muñeco de peluche donde estaba escrito el nombre de varios países de Latinoamérica a los que los fans querían que fueran, sin duda Frank también quería ir.

Sin embargo no podía evitar distraerse una y otra y otra vez con Gerard, porque esa noche lucía perfecto, con su castaña melena revuelta, sus mejillas rojizas, esos hermosos ojos verdes y su linda sonrisa, vistiendo con una playera y suéter y esos shorts acompañados de unas botas, dejando a la vista de todos sus hermosas piernas.

Pero sin duda lo que lo llevó al borde fue el momento en el que Gerard se tiró al piso, maldita sea, en serio que sólo quería follárselo ahí mismo, pero decidió desviar su mirada, distraerse en otra cosa, en el sonido de su guitarra, en los gritos de los fans, porque de lo contrario no resistiría y se le lanzaría a Gerard encima.

El término del concierto fue un alivio, pues sin duda había sido demasiada tentación el tener a Gerard a su lado vistiendo así, con ese pequeño short. Quiso evitarlo, ni siquiera quería dirigirle la palabra, maldito Gerard, hasta parecía que se había vestido así a propósito, sólo para provocarlo, sabía lo mucho que gustaba de sus piernas, bueno, de todo su cuerpo, de todo él, era una adicción.

Sin embargo, al estar ya en su cuarto de hotel disponiéndose a descansar, escuchó unos golpes en la puerta, "adelante", dijo, y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba ahí, frente a él, Gerard, su Gerard, vistiendo esos malditos shorts.

Encendimos el fuego (One-Shots Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora