17:
E N C U E N T R O F U G A Z
MAIA:
No debí besarlo ayer.
¡¿En qué demonios estaba pensando?!
No me arrepiento porque haya nacido algo en mí. No, esa no es la razón. Me arrepiento porque ahora, incluso cuando actúo, me es imposible verlo y no pensar en eso.
Aquel beso comprobó lo que yo creía. No significó nada para mí, ese hombre no me gusta. No hizo que mi corazón latiera, ni mucho menos provocó las famosas mariposas de las que he oído hablar.
¿Así se comprueba si alguien te gusta, no es así?
Incluso ahora, mientras lo veo pagar el cerrajero, no siento nada. Si me gustara, lo vería sexy aun en esa situación, ¿verdad?
¿Quizás estoy exagerando de nuevo?
Al cancelar todo el dinero que el cerrajero cobró, el docente Erick se da la vuelta y me observa desde su puerta. Yo permanezco en el pasillo, esperando que comente algo.
Esperando, mas a exactitud, que me cobre la parte que me corresponde por el servicio.
—¿Qué? —pregunta él.
—¿Cuánto le debo?
—Considéralo parte de pago por lo de ayer —indica, cerrando la puerta de su departamento.
Bueno, primero que todo. ¡Eso fue muy grosero!
Segundo... Son aproximadamente las 7 de la mañana. Así que, quizás si lo intento, puedo entender su afán.
Menos mal soy estudiante y no empleado.
Me doy la vuelta e ingreso a mi departamento, y acto seguido, entro al baño para tomar una ducha.
Hoy he decidido perder las primeras horas de clase. ¿Por qué? La respuesta es sencilla, en realidad. No he ido por la mañana a ver la maldita tienda de relojería.
La vez que comenzó toda esta desgracia, me dirigí a la relojería inmediatamente después que abandoné el motel. Por si se lo preguntan, sí. Estaba abierta desde las 7 de la mañana.
Así que llegué a una conclusión después de mucho pensar. ¿Ese viejo estará evitando abrir por las tardes?
Me causa mucha intriga, más que todo cuando no me dieron mucho dinero por esa baratija. Y se supone que, bueno, una tienda es para atenderla y para que te dé para vivir, ¿no es así? No creo que una tienda de esas dé mucho dinero para permitirse el lujo de permanecer cerrada por una semana.
¿Quizás se ha enfermado el dueño?
Como sea, hoy saldré de dudas. Toda esta situación ya me ha tenido cansada desde que comenzó.
Al terminar de bañarme, visto la ropa que suelo vestir para la universidad y recojo mi cabello en una coleta. Tomo un par de ahorros—por si al relojero se le da por vender el objeto en un precio mal alto—, y cuelgo mi bolso en mi espalda. Salgo del departamento con precaución y corro por el pasillo para después tomar las escaleras. Volteo hacia atrás por un par de segundos y no noto que el docente Erick me esté siguiendo. Tomo aire ya calmada, y empiezo a bajar los escalones uno por uno.
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Porque esta es mi primera vez
Romance¿Qué sigue después del primer amor? Erick estaba a punto de casarse hasta que descubrió la infidelidad de su prometida. Maia trabaja como modelo webcam y tiene la necesidad de perder la virginidad para demostrarse que el amor no importa. Ella es un...