Porque esta es mi primera vez

¿Tienes pruebas?

5:

¿ T I E N E S   P R U E B A S?

M A I A:

 

Permítanme quejarme un poco mientras guardo mis objetos de estudio en mi morral.

Comenzando por el día de ayer que, para haber sido un día festivo, fue un día muy estresante. Para dar comienzo a mi desahogo, transcurrí casi toda la mañana sin luz por una falla en los reguladores, lo que me impidió trabajar desde temprano. A eso súmenle que, desde la tarde fui una víctima de los ruidos del departamento de al lado y de las fallas del internet, lo que me llevó a perder mis cabales y… Bueno, decir palabras de las cuales me avergüenzo.

Al final del día, solo pude reunir alrededor de 197 dólares. Lo que está bien, en realidad… Aunque me hubiese gustado reunir más dinero en un día festivo.

Y hoy debido a que, no dormí lo suficiente, las cobijas se me quedaron pegadas y tuve que salir sin haber tomado un baño. Gracias a Dios el metro queda cerca y pude llegar a la universidad para mi primera clase. Clase que la sobreviví medio dormida. Pero bueno, así es la vida, ¿no es así? No hay ganancia sin un poco de sacrificio.  

La clase termina y me pongo de pie para ir a la cafetería por un café súper negro sin azúcar. Siento los parpados pesados y los pensamientos medio confusos, percepciones que se disiparon en el pasillo que da al elevador cuando veo y escucho que hay un par de chicos discutiendo por una supuesta traición de hermanos, de compadres, de compinches. No me quedo a indagar más sobre el asunto, porque vamos, no me interesa para nada, pero al esperar el elevador alcanzo a oír que uno de ellos se acostó con la novia del otro. Observo de reojo y veo que la discusión ya se fue a los golpes.

¿Por qué solucionan todo de esa manera?, Dios…

Dejo salir un suspiro e ingreso al elevador que se encuentra vacío para subir hasta la terraza.

Mi próxima clase es literatura… Literatura con ese profesor indecente. Y lo peor de todo es que una de las clases que comparto con mis hermanas….

Elevo mi cabeza y estiro mi cuello. Provocando que este se deshaga de su estrés traqueando algo.

Al llegar a la terraza me dirijo a la zona de la cafetería, la cual está envuelta en los olores de bebidas calientas. Ordeno mi café sin azúcar y camino hasta una de las mesas individuales que quedan por fuera. Aunque haya sol, el clima se siente helado. Tomo asiento sobre la silla y subo las mangas de mi suéter, tomo el café y bebo el primer trago.

¡Su amargura es excelente para despertarse!, si les soy franca, suelo inclinarme más hacia el chocolate, pero hay que reconocer que, en cuestiones de trabajo y estudio, el café es una mejor opción.

Pongo el envase de café sobre la mesa y me encojo de hombros recostando mi espalda a la silla. Una corriente de aire se escabulle por mi nuca y hace que mis poros se ericen. Sacudo mi cabeza, cierro los ojos y tomo aire puro, o eso hubiera preferido, ya que percibo el olor a nicotina a mi alrededor. Abro de nuevo mis ojos y miro a mis espaldas, encontrando al causante del humo. De inmediato, tomo el envase con café de la mesa y abandono la terraza.

Ese hombre… Ese ser humano es la definición perfecta de acoso. El primer día de clases y ya me miraba los senos como un completo enfermo. Apuesto a que también detalló a la perfección mi trasero. Es un completo… Un completo inadaptado social.

Al ingresar de nuevo, camino con dirección a las escaleras pretendiendo huir. Las cosas podrían ponerse peor si continuo en contacto con ese hombre, para ser exacta, nuestro primer encuentro no fue el más encantador de todos. Y si empezamos con el pie izquierdo, ¿el resto del camino no será igual?