Porque esta es mi primera vez

Despedido

26:

D  E  S  P  E  D  I  D  O

E r i c k:

Después de haber charlado con Daniela, me enteré que salió de viaje esa misma noche. Fue bueno hablar de todo lo sucedido, más que todo porque siento que nos dijimos lo que era necesario. Tal vez hicieron falta más disculpas, pero por el momento me alegra saber que estamos en buenos términos.

Lo de la infidelidad sigue doliendo, pero imagino que el tiempo podrá aplacarla. No tuve cara para reclamarle por algo así.

Pero, imagino que al final, si podré continuar con mi vida.

Aproveché el domingo y lo pasé con mi familia. Hicimos lo que no hacíamos hace mucho tiempo: Pasar tiempo juntos. Me disculpé tanto con Fernanda como con mi madre. Había actuado de una manera incorrecta, lo que únicamente me llevó a alejarme de ellas. Me sentí revitalizado al dormir en casa de nuevo. Al volver a reír a su lado y tratar de olvidar todo lo malo que vivimos.

Sé que, tienen que suceder muchas cosas para volver a ser una familia. Pero lo importante es volver a intentarlo. Al igual que también sé que para ser una nueva persona, tengo que dejar el pasado atrás y enfocarme en lo que en realidad importa. Vivir mi vida.

Con esa idea desperté. Pero muy rápido supe que no sería un camino fácil.

Bueno, jamás he tenido algo fácil en mi vida. Pero esta situación es diferente.

Es probable que hoy ya no tenga empleo. Díganme, ¿Cómo puedo mantenerme positivo con eso?

Por un jodido capricho de una chiquilla puedo ser uno de los miles desempleados de este país. Pero, si me voy, será después de haber dicho un par de mierdas en muchas caras.

Me vestí en casa de Harold. Tomé un par de ropas suyas y me dirijo con él a la universidad en su auto. Llevo el dinero de Maia en mis bolsillos y la horrible sensación de haber perdido un par de millones con el reloj. Esa cogida salió demasiado costosa.

Sonrío al recordarlo.

—¿Has considerado escuelas campestres? —pregunta Harold a mi costado. —. Es mejor que no tener empleo.

Le relaté la situación a Harold, y él también concuerda con que seré despedido.

Esperemos que esto no lo afecte a él con su puesto.

—No he pensado en eso —echo un vistazo por la ventana y noto el tráfico.

—No te quedes quieto, hombre —regaña.

—No lo haré —vuelvo a observarlo. —. Hoy empezaré a enviar hojas de vida.

Teniendo en cuenta que, su padre no le crea a Maite. Al menos podré volver a buscar un empleo sin ser tachado como un acosador.

Si le cree, no tendré más opción que irme a lo legal.

—La próxima vez que ocurra algo así —menciona Harold. —, te acompañaré al bar. No puedo creer que hayan salido tantos problemas de una sola noche.

—Parece ser un buen plan —respondo, antes de reír.

Imagino que, si nada de esto hubiese sucedido, es probable que aun siguiera pensando en Daniela de una manera romántica.