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E S T A V E Z E S D I F E R E N T E
M a i a:
Me siento como una adolescente que no puede mantener sus decisiones básicas. Había dicho que el docente Erick no me atraía, lo sé. Sin embargo, siéndoles franca, desde hacia un tiempo venia sintiéndome extraña.
Desde que nos besamos en mi departamento, en realidad.
Los besos pueden hablar mucho de las personas, y cuando sus labios hicieron contacto con los míos en aquella noche, percibí que todo lo que creía de él, era una probable mentira. Lo juzgué sin conocerlo, solo basándome en su apariencia y en mi experiencia con el sexo opuesto.
Imagino que eso fue lo que clavó esta estaca en mi corazón. Una estaca que bien podría apartarla de mi pecho, pero que supongo que no quiero hacer. No es que esté considerando tener algo con él, no. Digamos que ya no puedo continuar negando que no me atrae.
No después de haberlo besado con tanta pasión. Incluso ahora mi corazón continúa latiendo con fuerza. Es como si continuara sintiendo su cuerpo haciendo presión sobre el mío.
¡Dios!, no puedo creer que haya pasado esto.
Al estar de nuevo en el cuarto de mi padre, decido mantenerme silenciosa al escuchar sus quejidos desde su oficina. Tomo asiento sobre la computadora de su secretaria y la enciendo, esperando que siga siendo ella la que maneja las grabaciones de este lugar.
Si algo tengo en claro, es que mi padre no deja que los guardias tengan control sobre su oficina. Todo esto por un motivo en particular: Él se ha estado acostando con estudiantes. Estudiantes que vienen a solicitar ayuda, ya sea con su semestre, o con los pagos en la universidad.
Lo sé, es asqueroso y me avergüenza decirlo. Pero al menos es un punto a favor en esta ocasión.
Al encender la computadora, me sitúo de pie y echo un vistazo hacia atrás. La puerta a la oficina de mi padre está entreabierta. Vuelvo rápidamente a la computadora y busco el programa que está enlazado junto a las cámaras. Pego mi vista a la pantalla, ya que no logro visualizar bien desde una distancia segura. Encuentro un icono que se me hace parecido y lo presiono. Tengo la intención de volver a ver hacia el pasillo, pero el sonido de unos pasos me pone en alerta. Sin perder el tiempo, apago la pantalla de la computadora y me escondo bajo el escritorio. Abrazo mis rodillas para reducir el espacio, y acto seguido, veo las piernas de mi padre en frente de mí.
Trago en seco.
—Maldito hombre de los mil demonios —insulta, permaneciendo estático. —. Le acabaré toda su mediocre carrera. ¿Dónde está la grabación?
Escucho el sonido del mouse y el teclado, para después de un par de segundos extinguirse por completo.
¿Estará intentando sacar la grabación?
¡Dios!, ¿Qué puedo hacer?
—Victoria —menciona. —. Estoy bien, no necesito nada. Bueno, si necesito solucionar un inconveniente. ¿Qué puedo hacer para sacar una grabación de este aparato?
¿Ha llamado a Victoria?
—¿Abrir la ventana y buscar el programa...? —percibo su voz perdida. —. ¿Después la clave? ¿Cuál es la clave?... ¿Alfonso lo tiene pequeño?
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Porque esta es mi primera vez
Romance¿Qué sigue después del primer amor? Erick estaba a punto de casarse hasta que descubrió la infidelidad de su prometida. Maia trabaja como modelo webcam y tiene la necesidad de perder la virginidad para demostrarse que el amor no importa. Ella es un...