POV Wanda
- Deberías ser más amable ¿sabes? - Dijo ella con burla y la miré mal. - Bien, lo lamento, ha sido la sorpresa. - Admití y ella asintió. - Lo sé, pero si te consuela ha sido una sorpresa para ambas Wanda. - Dijo y bufé. Se veía hermosa, su cabello estaba liso pero elegantemente sujeto y se podía ver en sus orejas las múltiples perforaciones que tenía hechas.
Ella tenía todo el aire de un chica mala pero a lo que recordaba, era todo menos mala, al contrario, era buena, excelente... Me quise pegar contra la barra por la línea de mis pensamientos. - Te ves hermosa. - Me dijo de repente con una sonrisa suave, no era un comentario de ligue, era simplemente un cumplido así que sonreí. - No lo haces nada mal tampoco. - Le dije y ella sonrió. - Es bueno conocerte sobria y que no hayas llamado ya a seguridad. - Bromeó y sonreí.
- No lo haré, te dije que sabía no había sido tu culpa, fui yo quien te insistió y abordó aquella noche. - Dije y ella negó. - Tú diste el paso, pero yo no simplemente cedí, fue algo que me gusta creer, pasó porque así lo quisimos las dos. - Dijo y asentí. - Así fue, no le digas a mi lado racional que lo acabo de reconocer pero así fue. - Ella suspiró de alguna forma afectada y yo sonreí. Era fácil hablar con ella ¿Por qué?
- ¿Conoces a Clint? - Pregunté para redireccionar la conversación a algo menos íntimo y ella asintió. - De toda la vida. - Me respondió y casi abro la boca de par en par ante la revelación. - Trabajamos juntos además. - Añadió y sonreí. - ¿Tú cómo lo conoces? - Preguntó y me comencé a reír por lo surrealista de la situación. - No estoy segura, pero creo que sale con mi hermano. - Le respondí y la vi desencajar un poco su mandíbula. - Eres hermana de Pietro. - Razonó y asentí en señal de confirmación.
- Rayos, creo que nos podrían hacer una historia para adolescentes por la forma rara en la que nos hemos terminado por conocer. - Sugirió en broma. - Al parecer, sea como sea íbamos a coincidir. - Respondí y ella sonrió. - La forma en la que nos conocimos para mí sigue siendo la mejor. - Dijo acercándose un poco para que pudiese oír y solo le dediqué un gesto nervioso. No me había incomodado su comentario, me había incomodado las reacciones de mi cuerpo por estar cerca de ella y recordar extremadamente bien lo que había pasado.
- ¿Sigues soltera? - Preguntó de repente y la miré sorprendida. - Hasta donde sé, sí, lo estoy. - Dije con diversión. - Hay un sujeto a mis doce que no deja de verte y sé que es cuestión de minutos para que te invite a bailar, lo haría yo. - Dijo y sonreí. - Así que sin el riesgo que algún loco enamorado venga a partirme la madre, ¿quieres bailar conmigo Wanda? - Preguntó y sonreí. - ¿Y si hubiese riesgo de que llegara algún loco enamorado no bailarías conmigo? - Pregunté poniéndome de pie para acabar mi trago antes de irme con ella.
- Claro que bailaría contigo, solo que estaría a la expectativa para salir huyendo y llevarte conmigo. - Dijo y sonreí. - ¿Qué tienes? ¿Diez años? - Jugué y ella levantó una ceja. Ese maldito gesto me podía. - Doce en realidad, por eso ya voy a fiestas de mis amigos sola. - Jugó y sonreí. - Tienes edad para ser mi alumna entonces. - Jugué y a ella le brillaron los ojos con perversión. - Mmmta, profesora, justo lo que me recetó el doctor. - Dijo y sin más la golpeé ligeramente. De verdad era demasiado sencillo estar a su alrededor.
Ella tiró de mí hasta la pista de baile y por fin caí en cuenta que sonaba All That She Wants por lo cual en cuanto comenzó a bailar para mí solo no podía dejar de reír. - Te la sabes de memoria. - Le dije en cuanto nos acercamos por fin y escuché su risa ronca de tal manera que el cuerpo se me estremeció.
- Eres la chica bonita y divertida a la que estoy intentando impresionar. - Dijo muy cerca a mi oreja antes de hacerme girar sobre mi lugar y dejarme de espaldas a ella mientras bailábamos. La canción era divertida y nada lenta, sin embargo creo, estoy segura, la estábamos bailando de forma muy particular. En cuanto vi su mano sobre mi abdomen muchos recuerdos vinieron a mí y aún sin querer aquello me hizo jadear. - ¿Lo estoy logrando? - Preguntó casi arrastrando las palabras y simplemente asentí.
- Mi cuerpo es un traidor. - Le dije en cuanto la canción terminó y ella frente a mí, tiró de mi cuerpo para acercarnos aún más. - Mis deseos también lo son. - Dijo en una sonrisa amable antes de que comenzara a sonar Single Ladies y pararan la música porque Clint decidió llamar a su flamante mejor amiga para que hicieran con otro par de amigos la jodida coreografía. - Lo odio, realmente lo odio. - Dijo tirando de mí hasta el lugar y en cuanto comenzaron no podía dejar de reír. Natasha bailaba realmente bien, intentaba hacerlo un tanto grotesco para divertirnos como ellos, pero era obvio bailaba genial.
- Así que las pelirrojas eh. - Dijo mi hermano y negué. - Pelirrojas no, la pelirroja. - Dije y él me miró sorprendido. - No sobreactues por favor. - Le dije y él negó. - Es la mejor amiga de Clint. - Dije y él abrió los ojos de par en par. - ¡¿Romanoff?! - Preguntó fuerte y Natasha apareció detrás de él. - Esa soy yo. - Dijo mirándonos a ambos. - ¿Ya ves Pietro? Invocamos a un demonio bailador. - Jugué yo y ella se acercó hasta mí. - ¿Te gustó mi versión de Single Ladies? - Preguntó y sonreí. - Sí bueno, dime que sobro sin decirme que sobro, Romanoff. - Le dijo mi hermano y ella se comenzó a reír. - Barton te busca, quiere su regalo de cumpleaños lo he oído decir. - Dijo de forma insinuante y él se puso rojo pero solo asintió antes de irse a buscar a Clint.
- Acabas de tomarle el pelo y hacer que mi hermano se sonroje. - Dije y ella atrajo mi cuerpo hasta el suyo. - ¿Eso me hace perder puntos? - Preguntó y sonreí. - ¿Intentas ganarlos? - Respondí y ella asintió. - Si tú eres el premio, sí por favor. - Dijo y acomodé los mechones de pelo que se habían escapado de su peinado. - Eres muy atractiva. - Dije sin pensar y ella sonrió. - Y eres amable y divertida. - Me mordí el labio y ahora ella me comenzó a acariciar a mí.
- ¿Te puedo decir algo y no te molestas? - Preguntó ella y asentí aunque temía molestarme, esa era una pésima manera de preguntar. - Cuando nos conocimos me dijiste exactamente lo mismo. - Dijo y me escondí en su cuello. - Diablos, qué vergüenza. - Dije y ella negó. - Estabas ya bastante tomada pero me da gusto ver lo decías de verdad. - Dijo y la miré encandilada. - ¿Cómo lo sabes? - Pregunté y vi sus ojos brillar, no era ni el calor y mucho menos el licor, no la había visto tomar nada ya en un buen rato. - Por tú forma de mirar. Eres más transparente de lo que quisieras Wanda y no tienes idea de lo mucho que eso me puede gustar. - Concluyó y sonreí.
- Alguien sabe usar bien su recurso oral. - Respondí y ella sonrió. - ¿Que uso bien la boca dices? - Preguntó y me fui imposible no soltar una carcajada pero no se lo podía negar. - Mejor que nadie quizás. - Respondí en doble sentido y la vi mirar al techo y soltarme. - ¿Qué haces? - Pregunté. - Dándote tiempo para que te alejes de mí porque justo ahora yo no quiero alejarme de ti. - Dijo y sonreí. - ¿Te irás? - Volvió a centrar su mirada en mí.
- No, definitivamente no lo haré. - Dije y ella sonrió. - ¿Qué tantas bases me dejarás avanzar? - Preguntó y sonreí. De verdad debía averiguar su edad. - Ya las conoces todas, depende de ti en realidad. - Sonrío.
- Poco a poco entonces. - Dijo y asentí. Era definitivo, mi criterio para elegir era mil veces mejor bajo los efectos del alcohol.
***
Tengo muchas ganas de seguir publicando todos los capítulos. ¿Hasta el momento todo bien en la historia o creen algo debe cambiar?
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Amor en Té - Scarletwidow / Wandanat
RomanceSin querer o esperar, así es como se encuentran en esta historia Wanda y Natasha. Sin embargo, ¿será suficiente la coincidencia o se necesita más? *** Esta historia está dividida en tres, la primera parte es "Que no se acabe el té", la segunda tiene...