Londres

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POV Wanda

- ¿Alguna vez tu ex te quiso contactar? - Le pregunté a Natasha mientras permanecíamos tumbadas en su cama. - Bueno, yo terminé la relación y ella se quiso justificar. - Recordó. - Sí, se podría decir que lo intentó, pero para mí ya no tenía sentido intentar salvar nuestra relación. - Concluyó y me identifiqué con lo que dijo. - ¿Te hizo sentir algo verlo otra vez? - Me preguntó y dudé.

- Nostalgia por un instante quizás, pero sé que no lo quiero y menos estoy enamorada de él. - Dije y ella asintió. - ¿Tú?¿Sabes cómo reaccionarías si la vuelves a ver? - Cuestioné mientras acariciaba sus cabellos y ella solo sonrió.

- Creo que depende de la situación pero supongo que bien, no le deseo ningún mal, al contrario, espero que esté bien. - Admitió. - ¿La quise? sí, ¿hubiera estado dispuesta a más con ella?, también, pero siempre supe no era la correcta y creo que ella pese a no querer lastimarme, lo sabía también. - Me explicó y podía entender su posición.

- Viéndolo en retrospectiva incluso, creo que la química es importante pero no siempre es suficiente. - Presté aún más atención a sus palabras. - A veces, se necesita más, porque uno puede tener química con cualquiera pero sentir que alguien pese a estar completo te complementa de verdad, es un nivel más y aquello fue precisamente lo que ella y yo nunca pudimos alcanzar. - Me explicó y sonreí por comprensión y no por felicidad. - ¿Entonces? ¿Por qué te querías casar? - Pregunté y ella sonrió con cierta pena.

- Por egoísta quizás. - Hizo un gesto similar a una sonrisa pero no lo era. - Había perdido a cada persona que había tenido en mi vida, Wanda; a mis papás, a mis abuelos, mi abuela... - Vi su rostro contraerse un poco. - Tuve miedo y pensé en los míos, en mis miedos, pero no en los suyos y aún cuando ella se equivocó, me engañó y demás, eso es lo único que realmente no me logro perdonar, haber creído que quería a alguien y no haber sido capaz de apartar por un momento mis necesidades para anteponer las suyas. - Explicó y me abracé a su cuerpo. - Es un error que con la próxima persona con la que esté, no pienso volver a cometer. - Me dijo y dejó un beso en mi frente.

- No está mal ser egoísta. - Le dije mirándola y ella asintió. - Lo sé, pero cuando se trata de un plan de vida, deben ser siempre las decisiones de dos. - Suspiré. - ¿Tú por qué te ibas a casar con él? - Preguntó y sonreí. - Porque después de un par de años creí que eso era lo que seguía; Se suponía queríamos lo mismo, que íbamos hacia el mismo lugar, pero no fue tan difícil darme cuenta que no era así, sin embargo, me resigné y sin querer, en el proceso, me apagué. - Reconocí.

- Él lleva razón cuando dice que quizás fui indiferente, pero es que mi lucha ya estaba en permanecer junto a él. - Asumí. - De muchas maneras fui egoísta al permanecer a su lado cuando no era eso lo que quería, la comodidad, la costumbre, me atraparon y me conformé, sé que él no era mi persona pero jamás me esforcé como si creyera o quisiera que lo fuera. - Dije y ella me sonrió de la misma manera que le había sonreído yo. Con entendimiento.

- ¿Crees que tú y yo tengamos futuro? - Me preguntó de repente y no supe qué contestar, ella era la única que de momento conocía mis planes y no sabía cómo ellos y nosotras podían lograr encajar. - Creo que es pronto para saberlo. - Respondí no queriendo ser cruel y ella cerró sus ojos sin más. Parecía querer soñar con aquella posibilidad y yo al verla así deseé por un instante dejarme llevar. Sin embargo, lo malo de soñar es que constantemente debemos despertar y ella lo había hecho por ambas una vez más.

- Quiero que crezcas Wanda. - Dijo de repente aunque no de forma sorpresiva para mí. - Hemos conversado ya lo suficiente como para saber que te gusta estar aquí pero quieres más, tienes planes y por ahora debes enfocarte en eso en especial. - Me recordó y asentí porque en el fondo, sabía era verdad. - ¿Y nosotras? - Pregunté con cuidado y ella sonrió. - Un nosotras puede existir sin importar en el lugar que decidas trabajar. - Me respondió y fruncí el ceño.

- ¿No le temes a Londres? - Pregunté de inmediato y ella asintió. - Claro que sí, y por lo mismo, sé que da miedo pero de verdad deberías considerarlo, sin importar nada ni nadie porque es tu sueño y tienes la oportunidad de alcanzarlo. La vida es la familia, el amor, los amigos, pero también la realización personal. - Me dijo y suspiré. - Me siento mal de aún no haberlo hablado con Pietro o con mis padres, sobre todo con papá Charles. - Reconocí y ella negó.

- ¿Tú serás feliz allá? - Me preguntó y sentí un nudo formándose en mí. - Espero. - Dije con cuidado y ella me besó. - ¿Por qué quieres ir? - Me preguntó y sabía debía responder para ayudarla a llegar a su punto. - Es importante para mí dar el salto, enseñar ya no sólo en colegios sino también en la universidad, me apasiona mi trabajo, la investigación, el generar métodos de estudio que realmente sirvan o tengan un impacto en mis alumnos, no pretendo encerrarlos a todos en un aula a escuchar monólogos porque esa no es la forma en la que aprenderán, no todos al menos. - Expliqué y ella suspiró.

- Si ellos ven tu emoción y perciben lo que percibo yo, estarán felices de dejarte ir. - Me respondió y suspiré para luego aferrarme a su cuerpo. - No sé si me duele o me emociona haber coincido contigo en este momento. - Le dije y ella soltó aire que no sabía estaba conteniendo. - Tal vez lo hagamos funcionar ahora, tal vez tengamos que esperar o simplemente no se nos vaya a dar, pero hay que aprovechar hasta el más mínimo momento. - Me dijo y asentí sintiendo un nudo en el pecho.

- ¿Si esto llega a progresar tú me pedirías que vaya detrás de ti? - Me preguntó unos instantes después y lo pensé. - No. - Respondí. - Tú lo has dicho Natasha, ya has perdido mucho, tus padres, tus abuelos, incluso a tu ex, tu familia está aquí y son tus amigos, y así como tu primera gran muestra de cariño es decirme me vaya a Londres, mi primera muestra real de cariño es decirte que te quedes aquí, donde sé y estoy segura serás feliz. - La vi asentir.

- ¿Puedo decir que creo me comenzado a enamorar de ti? - Me preguntó y asentí. - Es mejor pedir perdón que pedir permiso. - Le respondí y ella sonrió pero supe no debía bromear más. - Yo también lo siento Romanoff, también estoy enamorada de ti. - Asumí y ella simplemente me abrazó.

Londres era mi oportunidad, lo sabía, pero estando con ella, entre sus brazos y teniendo aún la libertad de elegir, no me resultaba fácil hacerlo, inconscientemente quizás ya había hecho a Natasha parte de un sueño que sentía un poco difícil de cumplir.

***

Adiós, me voy, en un rato vuelvo a subir más. Jaja

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Amor en Té - Scarletwidow / WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora