POV Wanda
- ¿Cómo te fue con Romanoff? - Preguntó Loki llegando a mi oficina en dirección. - Pietro dice que no has querido hablar de eso con él y me preocupa que lo hayas echado a perder. - Dijo y sonreí. - Realmente si le hiciste algo más a Natasha te juro te voy a patear el culo, Wanda. - Me amenazó y me comencé a reír.
- No estaba con nadie, solo tuve que dejarle su chaqueta y ya. - Resumí muy mal lo que había sucedido y sonreí como boba recordando lo bien que la habíamos pasado. - No te creo y esa cara de idiota que acabas de poner no es normal, algo pasó entre ustedes dos y no nos estás diciendo. - Me dijo y me tumbé sobre mi asiento.
- Celebramos su cumpleaños. - Fue todo lo que dije y me miró con la boca abierta. - Te estás cogiendo a Romanoff. - Reaccionó y puse un gesto de duda. - Sí lo hice, pero técnicamente quien me está cogiendo es ella a mí y realmente necesitaba de ella y algo así. Ambas. - Dije y su cara de sorpresa era tremenda.
- ¿Se arreglaron? ¿Así como así? - Me preguntó y me apoyé en mi escritorio. - No, pero hemos quedado en hacer lo necesario para resolverlo. Pude disculparme y sé que eso no cambia nada, pero se siente como algo. - Reconocí más seria y él sonrió. - Confío en que lo arreglemos, por ella, por los niños, por mí, sé que jodí muchas cosas pero lo quiero resolver. Natasha es y será la mujer de mi vida, con el divorcio realmente quise lastimarla y sé que lo logré, pero también me dañé en el proceso. La sola posibilidad de amarla como la amo y de resignarme a dejarla ir, o de mañana más tarde verla con alguien más me jode, me duele, porque yo quiero aún ser ese alguien. - Dije y él sonrió.
- Si hubiera sabido lo único que necesitábamos era hacerte sentir celos, lo hubiese propuesto antes. - Jugó y sonreí. - No se trata de celos nada más. Saber la verdad, prestar atención a cosas que me había resistido a ver, notar su esfuerzo, su dolor, el cómo me evitó, su delgadez... yo la amo y el día que nos casamos le prometí que la amaría aún cuando tuviese miles de razones para odiarla y lo olvidé, ella no, y perder a alguien así es realmente un pecado que no voy a cometer. - Hizo un gesto dramático hacia el cielo y exclamó un "por fin".
- ¿La has visto o has hablado con ella luego de su encuentro? - Asentí. - Hoy cuando ha recogido a los niños, solo me levantó la mano pero entendí que es porque no quiere confundirlos o enredarlos. - Conté y él se comenzó a reír. - Natasha ya pasó hace tiempo la mitad de la base tres pero sigue siendo una niña de cinco años. - Jugó y asentí. - Lo es pero no te imaginas lo que esa niña puede hacer. - Respondí y él se emocionó.
- Tony se va emocionar al saber. - Dijo y negué. - He ahí el detalle Loki, no queremos decirle a todos, eso sería exponernos mucho cuando aún no lo hemos terminado de resolver. - Dije y él asintió. - Bueno, es genial cuando son las maduras del grupo otra vez. - Jugó y sonreí. - Ella, yo solo acepté su propuesta, pero sí creo que tiene razón, además, están los niños de por medio. - Le dije y el sonrió.
***
- Mamá! - Escuché la voz de Nathan reclamando cuando Natasha los trajo. Emma aún estaba en sus brazos y no parecía ni minimamente interesada en soltarla. La entendía. - Cariño, tendremos el fin de semana. - Le intentó explicar Natasha. - No! Mamá no se enojará si te quedas a cenar. - Le dijo y decidí aparecer.
- ¿Qué sucede Nathan? - Pregunté a mi hijo y este hizo un gesto muy similar al que hacía su madre cuando se exasperaba. - Queremos cenar con mamá pero ella no quiere quedarse. - Fruncí el ceño. - ¿No puedes? - Le pregunté directamente a Natasha y ella asintió. - ¿Entonces? - Pregunté y nuestro hijo volvió a intervenir. - No tiene argumentos. - Dijo y me reí porque a veces actuaba como si fuese realmente mayor, esa era una característica que no le había heredado yo.
- Dame a la niña. - Le pedí y por fin Emma se enteró que no solo existía Natasha sino también yo. - Hola amor. - Le dije y su sonrisa la salvó de ser reñida. - Ve con tu hermano a buscar a Dorothea, veré de resolver esto con mamá. - Le dije y sonrió. - Si la convences me como los vegetales. - Me propuso y puse los ojos en blanco. Igual se los iba a comer, no necesitaba chantaje.
Esperé que entraran en casa y me acerqué a Natasha. - ¿Qué sucede Nat? - Le pregunté y ella se veía un poco apagada. - No sé si eso entraba en la parte de llevarlo con calma y no confundirlos o esperanzarlos. - Dijo y sonreí ligeramente. - Esta sigue siendo tu casa amor, ellos tus hijos y yo tu mujer. - Le dije y vi cómo su mirada se oscureció pero no por tristeza sino por emoción. - Estuve esperando tu mensaje hoy o una llamada tal vez. - Dije y ella sonrió con pena.
- Bien, es bueno saber que nuestro acuerdo incluye comidas con los niños y constante comunicación. - Dijo y sonreí. - Besos y sexo también. - Acoté y ella sonrió. - ¿Cuando hagan la siesta? - Preguntó y sonreí. - Por favor. - Le dije y asintió comenzando a caminar hasta la casa y verla entrar en ella otra vez me hizo sonreír.
- ¿Ya está lista la comida o necesitan ayude en algo? - Se paró en seco y choqué con ella. - Natasha! - La reñí y ella sonrió. - Lo lamento, hermosa. - Me respondió ordenando mi cabello que se había movido un poco con el impacto y fue inconsciente morderme el labio. Solo ella lograba me sintiera intimidada ante un gesto que llevaba años realizando.
- Te amo. - Gesticulé y ella tiró de mí hasta el recibidor exactamente al lado donde nadie nos iba a poder observar. - Te amo más. - Dijo y me besó con excesiva suavidad, lo cual me hizo sonreír como boba. - Me gusta cuando te sonrojas, me hace recordar otras cosas. - Bromeó y la golpeé.
- Mejor voy con los niños. - Me dijo y la observé mordiendo mi labio, de verdad sentía la tensión entre ambas. - ¿Puedo estar celosa de nuestros hijos? - Pregunté y ambas nos comenzamos a reír. - Ve con ellos. - Le dije y ella asintió desapareciendo de forma rápida de mi panorama.
- Nunca han sido buenas para disimular. - Me dijo Dorothea cuando apareció en la cocina debido a que Natasha se había quedado con los niños. - ¿Cómo? - Pregunté fingiendo no entender. - Ambas son muy transparentes, ella parece hubiese caminado sobre un arcoiris y a ti te brillan los ojos de una forma sorprendente. - Dijo y me sonrojé pero no negué ni confirmé su suposición. Estaba feliz, ya era bastante tenerla otra vez así, en casa, junto a los niños y junto a mí.
***
Bueno, este es un capítulo sumamente suave y tranquilo en comparación a los que estuvieron leyendo en esta segunda parte de la historia. Espero que igual, siendo simple aún, logren disfrutarlo.
Muchas gracias por leer y por votar. Casi me olvido de actualizar, pero pues no me olvidé. Jaja
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Amor en Té - Scarletwidow / Wandanat
RomanceSin querer o esperar, así es como se encuentran en esta historia Wanda y Natasha. Sin embargo, ¿será suficiente la coincidencia o se necesita más? *** Esta historia está dividida en tres, la primera parte es "Que no se acabe el té", la segunda tiene...