POV Wanda
- No creo que a mi esposa le agrade lo que estamos haciendo. - Jugó Natasha acariciando mi cuerpo y sonreí mientras dibujaba distintos patrones en su abdomen. - ¿Así que casada eh? - Le recordé y ella asintió. - Ella no sabe y la ley tampoco, pero sí, es mi esposa, al menos para mí sigue siendo así. - Dijo suave y sonreí.
- La conozco, para ella, por más imbécil que se haya comportado, nunca se ha tratado de nadie más, Nat. - Reconocí y ella tiró de mí hasta sus labios. - ¿Qué vamos a hacer Natasha? - Le pregunté y ella suspiró. - Lo que debimos hacer desde un comienzo, hablar, ser sinceras y hallar un solución. - Dijo y asentí. - Es verdad aquello de que estoy viendo un terapeuta, quizás podrías considerarlo también. - Sugerí y ella asintió pero no habló más.
- Lo voy a considerar. - Dijo después de unos segundos y asentí ligeramente porque sabía Natasha valoraba mucho buscar ayuda profesional, sin embargo no se le daba con facilidad hablar de temas que le afectaran con los demás. - ¿Y nosotras? - Cuestioné otra vez. - Tiempo al tiempo Wanda, aún cuando me gustaría, no es bueno simplemente volver a casa y hacer como si no hubiese sucedido nada. - Dijo y suspiré. - Te extraño, Natasha. Incluso mientras era una imbécil contigo, así quisiera, jamás podría dejarte de amar o extrañar. - Dije y la vi sonreír.
- Creo que justo ahora no es muy digno ni honorable de mi parte, pero he sentido tanto miedo los últimos meses que aún cuando estoy aún molesta, contigo y conmigo, no puedo no decirte que te amo, Maximoff. - Dijo y analicé que tenía el rostro un tanto contraído. - Me dolió nuestro hijo, me duele aún, me has dolido tú y los niños, pero sobre todo me ha dolido más, por fin tener y perder. Ustedes son el pilar de mi vida, tú eres ese amor que me inspira, ellos mi razón de ser, no tenerlos ha sido un tormento y realmente necesito que arreglemos esto porque no sé qué tanto pueda soportar si vuelve a suceder. - Vi cómo se mordía ligeramente el labio para controlar sus emociones y su voz.
- No pretendo manipularte ni hacerte sentir mal, realmente lo único que no necesito de ti es tu pena y mucho menos tu condescendencia, creo que hasta cierto punto, no elegí mal cuando te dejé ir y me preferí amar, nos hubiéramos lastimado aún más. Era mejor que nos duela nuestra ausencia a que llegáramos a detestar realmente nuestra presencia y esto jamás se hubiese podido arreglar. - Razonó y asentí. - Así que haremos lo necesario Wanda, terapia, actividades familiares, lo que sea que garantice que no nos vamos a lastimar más y no vamos a arrastrar a los niños a una guerra que ellos no deben librar. - Concluyó y la abracé.
Sin importar qué Natasha por más molesta o dolida que estuviese no dejaba de pensar en los demás, esa era su forma de amar. Incluso resultaba un tanto exaspetante y abrumador lo mucho que le gustaba, pero lo poco que se dejaba cuidar.
- ¿Me puedo quedar? - Le pregunté de repente y ella sonrió y dejó de abrazarme para estirarse hasta el velador que estaba en su lado y luego de un par de segundos otra vez se acomodó. - Sí y cuando quieras puedes regresar. - Me dijo y me entregó mi propio juego de llaves. - Tiene mi inicial. - Le dije realmente sorprendida porque ese sí que era un gesto que no esperé.
- Esa es una coincidencia en realidad. - Esperé a que me contara la historia. - Contraté una empresa para encontrar más rápido un lugar. Entonces cuando vine a ver este departamento y revisé que fuese seguro para nuestros hijos y para mí, recién me decidí a firmar. - Sonreí. - La empresa me entregó las llaves, solo dos juegos, las tarjetas de seguridad y boberías más, pero entre esas boberías un llavero con la "W" porque el apellido de los dueños y la empresa inicia así también. - Explicó. - Pero de inmediato pensé en ti y se la puse a uno de los juegos, y la otra me la quedé y puse el llavero que hizo Nathan el año pasado en clase de manualidades. - Sonreí. - Esa es una historia tierna hasta para ti. - Le dije y suspiró.
ESTÁS LEYENDO
Amor en Té - Scarletwidow / Wandanat
RomanceSin querer o esperar, así es como se encuentran en esta historia Wanda y Natasha. Sin embargo, ¿será suficiente la coincidencia o se necesita más? *** Esta historia está dividida en tres, la primera parte es "Que no se acabe el té", la segunda tiene...