POV Natasha
- No puedes estar hablando en serio Tasha. - Me dijo Clint y asentí. - Voy a instalar una filial allá, el proyecto ya estaba antes de conocer a Wanda, solo lo he logrado concretar. - Expliqué y él sonrió. - Sí, claro, ahora la empresa es tu único interés. - Bromeó y agradecí no se tomara a mal la noticia que le acababa de dar.
- Ella lo es, eso está más que claro y sería mucho cinismo de mi parte argumentar algo más lo es. - Me sinceré. - Pero esa es la forma que debo de usar para no sentir estoy dejando todo tirado acá, porque no es así. Solo que comenzaré a alternar entre países y ya. - Vi su rostro tensarse y sabía que ya no venía su opinión personal sino de nivel profesional.
- Lo cual significa cambio de políticas de trabajo, hacerte de personal allá, llevar personal de acá. Es un grado de inversión mayor. - Encaró. - Una inversión que voy a financiar, todo va a estar bien Barton, confía en mí. - Él se tumbó en su asiento. - Tú eres la jefa, no hay de otra. - Me dijo y sonreí. - Sí bueno, no finjas que te emociona por favor. - Jugué y ahora él fue el que sonrió.
- No Tasha, sí estoy emocionado, sé que si vas detrás de ella es porque tienes claro un panorama que ella quizás ni imagina, solo quiero que te cuides y la cuides también. - Asentí. - He estado toda una vida junto a ti y me es difícil saber que te vas a otro lado. - Me sonrió con tristeza y me acerqué a él. - Y eres lo más parecido a un hermano que he tenido desde que tengo uso de razón, tú, Steve y Tony son mi familia, Wanda tiene razón, solo quiero que entiendan que esto no es un arrebato o una decisión que no se va a revertir, es cuestión de tiempo nada más. - Expliqué y él asintió.
- Un par de años quizás. - Dijo y sonreí. - Con suerte sí. - Le dije y él me golpeó. - Tú no crees en la suerte. - Refutó y sonreí. - Antes no, ahora un poco sí. De alguna manera tengo que explicarme cómo logré coincidir con ella, con ustedes, contigo. - Le dije y me abrazó.
- Mierda, no tienes una idea de cuánto te voy a extrañar. - Susurró y en ese preciso momento entraron en la oficina Wanda y Pietro. - Aleja a tu mascota de la mía. - Dijo mi novia y su hermano obedeció. - Andamos cariñosos eh. - Jugó ella luego de saludar a Clint y este sonrió.
- Me ha dado la noticia. - Le respondió y ella se sentó en mis piernas. - ¿Les gustó la empresa? - Le pregunté y ella asintió. - Me gusta el lugar pero no tu personal. - Dijo y me reí. - ¿Por qué no te gusta el personal? - Bromeé sabiendo su respuesta y ella solo bufó. - Cabrona. - Me dijo y me comencé a reír recostándome en su pecho. - Tu corazón se ha acelerado. - Le dije y ella suspiró. - ¿Es por la caminata? - Pregunté y ella sonrió como si no me estuviera enterando de algo.
- Es por ti en realidad. - Dijo y aquello me hizo sonreír. - Son asquerosas. - Escuchamos la voz de Pietro, recordando estaban él y Clint en el mismo lugar. - Lo único bueno es que van a traumar a los ingleses con toda su afectividad. - Bromeó y ambas lo pudimos imaginar.
- Los ingleses son bastante apacibles pero si lo intentan pueden ser muy afectivos. - Argumenté y Clint me miró como si hubiese dicho alguna barbaridad. - ¿Y tú cómo sabes? - Preguntó Wanda y sonreí de forma nerviosa. - Pues... - No pude responder por la reacción de los otros dos y de mi novia saliendo de encima de mí. - Wanda... - Dije y me frunció el ceño. - Wanda nada, cuando tengas una explicación me hablas. - Me dijo en broma pero diablos, la conocía y con ella aplicaba aquello de "entre broma y broma la verdad se asoma".
- Quién te viera Romanoff, te controla una castaña. - Añadió Clint y Wanda nos miró con atención una vez más. - ¿Y quién más se supone la tiene que controlar? - Le preguntó y Clint se puso nervioso por lo cual Pietro intervino para salvar a su novio también. - Cariño, creo que me falta conocer tu oficina ¿no? - Le preguntó y yo sonreí porque Barton de inmediato aceptó aquella salvada y se marchó.
- ¿Ahora sí? - Preguntó Wanda acercándose a sentarse en mis piernas una vez más. - ¿Me dirás por qué el nerviosismo? - Me preguntó y negué. - Nunca he salido con una inglesa o algún inglés si eso es lo que crees. - Le dije y ella entrecerró los ojos analizándome. - ¿Te has acostado con alguna? - Preguntó y a aquello tuve que asentir. - ¿Y te daba más cariño o más afecto que yo? - Preguntó una vez más pero no era un reclamo, ella quería llegar a algo más.
- No, nadie ha sido como tú y sé que sucedió pero ni siquiera la puedo recordar. - Acepté y ella sonrió. - ¿Qué con las castañas? - Susurró sobre mi lóbulo izquierdo comenzando a besar eróticamente en aquella zona de mi oreja y alternando un poco con el cuello. - Casi no he salido con castañas, rubias y pelinegras quizás. - Le dije sincera y ella sonrió. - Eso quiere decir que tu gusto mejoró. - Me reí ligeramente contra su piel.
- Tú habrías podido tener el cabello azul y aún me habría fijado en ti, así que sí, mis gustos mejoraron en cuanto te conocí. - Ella se separó un poco para mirarme y comenzar a acariciar mi rostro. - Debo aceptar que fue también así para mí. Eres la única mujer con la que he estado pero eres también la única persona que realmente me hace disfrutar, la única que me entiende y con la única que me sentido yo de verdad. - No esperé a que ella me besara y comencé a jugar con sus labios hasta que mordí el inferior y en su jadeo aproveché para profundizar el contacto.
Su lengua era hábil y luchaba por el control aunque sabía que terminaba por ceder y dejármelo a mí. Nuestra necesidad se demostraba en la forma inconsciente que cada una sabía donde tocar a la otra. Ella sabía que sentir sus manos enredadas en mi cabello me excitaba y yo sabía que acariciando su espalda baja y su trasero la tentaba.
En cuanto nos separamos por busca de aire, me escondí en su cuello para comenzar a besarlo, por lo cual, por hacerme de espacio comencé a desabrochar su blusa y si algo me fascinaba en Wanda además de verla completamente vestida o completamente desnuda, era lo bien que le quedaba la ropa interior.
- Mierda. - Dije en cuanto la vi con la blusa abierta y el sujetador blanco, era una imagen que quería atesorar. - ¿Te gusta lo que ves? - Preguntó intentando sonara a pretensión pero había estado cargado de inseguridad. - Eres la mujer más perfecta que existe Maximoff. - Le respondí comenzando a besar la piel expuesta de sus pechos sin aún quitar o mover el sujetador. - Me fascinan tus pechos. - Los besé. - Me fascina tu cuello. - Subí a morderlo ligeramente. - Me gusta tu cuerpo, joder, tu trasero. - Dije amasándolo. - Me gusta tu centro y aún más tu sabor. - Susurré sobre sus labios. - Me gusta tu rostro, tus ojos, la forma en la que arrugas la nariz cuando sonríes y aún más tus labios. - Finalicé y ella comenzó las rondas de besos esta vez.
- Casi no te gusto. - Bromeó y sonreí. - Me encanta todo de ti, incluso lo que no te gusta a ti. - Dije mientras me acercaba a besar los múltiples lunares y pecas que tenia sobre los hombros y cerca al cuello en realidad. - Lo sé y te creo porque por primera vez en mi vida he comprobado que no es mentira se puede querer o estar fascinado con todo lo bueno y lo malo de alguien más. - Me dijo y sonreí.
- ¿Te gusto también? - Pregunté y ella asintió. - Sí, no sé cómo decirlo bonito como tú quizás, pero me encantas Natasha y si bien a medida pasamos más tiempo juntas aprendo de tus manías, tus miedos y vas mostrando ante mi sin ningún recelo tus defectos, eso me enamora aun más, porque nada, por más malo que creas que sea, le hace sombra a todo lo bueno que haces, a todo lo bueno que eres. Me gusta seas completamente segura y libre conmigo porque quiere decir que confías y aquello me fascina, porque no dudes, si tuviera que poner en manos de alguien mi cuerpo y mi vida, serías tú la primera persona en la que pensaría. - Sonreí contra sus labios.
- ¿Según tú yo soy la de las palabras bonitas? No te engañes Maximoff. - Le dije y ella sonrió. - Deberíamos salir de acá ir a tu casa o la mía pero necesito que mi novia me coja ya. - Cambió el tono de nuestra conversación. - ¿Esa es tu solicitud formal? - Pregunté y ella negó antes de besarme sin ninguna inhibición. - Esta sí lo es, así que andando Romanoff. - Concluyó.
***
Uno para bajar la intensidad. Me gustan mucho cuando ellas charlan o abordan los temas importantes pero también me gusta mucho cuando solo bromean y saben disfrutar.
Eso es todo por hoy creo. Si por ahí quieren más contenido scarletwidow en Twitter estoy como @UCMarvel_Fan.
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Amor en Té - Scarletwidow / Wandanat
RomanceSin querer o esperar, así es como se encuentran en esta historia Wanda y Natasha. Sin embargo, ¿será suficiente la coincidencia o se necesita más? *** Esta historia está dividida en tres, la primera parte es "Que no se acabe el té", la segunda tiene...