POV Wanda
- Wanda. - Dijo Clint y le hice un gesto a modo de saludo. - ¿Cómo estás? - Preguntó mi hermano llegando hasta mí para abrazarme y sonreí. - Mejor. - Le respondí y ahora fue él quien sonrió. - ¿Has visto a Nat? - Preguntó y asentí. - Vino a dejar a los niños. - Le respondí y pareció querer preguntar algo más pero simplemente se calló.
- Clint intentó llamarla hace un rato pero no quiso contestar. ¿Tienes idea de dónde puede estar? - Preguntó y me encogí de hombros. - No y a decir verdad no me importa en lo más mínimo tampoco. - Dije y él frunció el ceño. - Solo espero que a la larga no te arrepientas de la actitud que has decido tomar. - Iba a refutar pero se alejó.
Por un momento pensé realmente en ella, en lo que sea que podía estar sintiendo y viviendo también, y me sentí mal. Yo tenía a quién acudir e incluso de quién escapar, tenía a los dos únicos motivos reales que teníamos para intentarlo en mi lugar, era un domingo y ella religiosamente los pasaba junto a mí, junto a ellos, esperé que hubiese ido a casa nada más o quizás a casa de alguno de los chicos, pero lo dudaba y pensarla sola y tan dolida como yo, me afectaba.
Aún intentando todo el tiempo mantener una actitud fría a su alrededor, eso no quitaba aún me preocupara, pero constantemente recordaba la razón del por qué de mi enojo, del por qué no quería verla o estar cerca de ella.
***
POV Natasha
- Veo que ella también vino a verte. - Dije sentada frente a la tumba de mi hijo. - ¿Detesto los hospitales y los cementerios sabes? - Pregunté y sonreí con cuidado. - Pero vale la pena venir si se trata de visitarte. Hoy traje lirios. - Dije con cuidado. - Son blancos, puros y me recuerdan a ti. - Los acaricié suavemente. - Aunque traje también flores de cerezo, estas le gustan a tu hermana, Emma todo el tiempo estaba hablando de ti...; cuando supo que eras niño y no niña no estuvo tan feliz, pero cuando le dijimos compraríamos mucha ropa y disfraces raros para que ella ayudara a vestirte, eso cambió. - Recordé con nostalgia cómo Wanda y yo habíamos ideado esa estrategia para que igual le generara emoción, pero pensar en aquel recuerdo tan feliz, me quebró.
- Yo vengo todo el tiempo hijo y no sé qué diablos decirte o qué diablos hacer además de pedirte perdón. Te juro que si hubiera estado en mí garantizar que hubieses tenido una buena vida o que siquiera lo hubieses podido lograr, no habría dudado tanto como dudé, amo a tu madre, daría sin pensarlo mi vida por ella, pero la entiendo cuando dice que más importante que ella o yo, eran y son ustedes tres. - Comencé a jugar con mis manos.
- Pero al final da igual lo que habría hecho o decidido o qué tan rápido lo hice, da igual porque no fue aquello lo que pasó, y por eso hoy estamos así. Perdóname por no haber ayudado realmente a que estuvieras con nosotros, por no poder darle tranquilidad a nuestra familia y por no saber cómo solucionar las cosas con mamá. - Hablé con cuidado. - Tengo miedo hijo, tengo miedo de haber fallado en todo aquello en lo que nunca quise fallar, tengo miedo de haber dejado de saber cómo ser buena esposa y buena mamá. Tengo miedo de tener que alejarme para devolverles algo de felicidad, tengo miedo porque no tengo nada ni a nadie más. - Sentí las primeras lágrimas deslizarse por mi rostro y rápidamente las limpie con el dorso de mis manos.
***
- ¿Dónde está ella? - Pregunté en cuanto llegué otra vez donde los Maximoff. - Necesito que hablemos. - Dije con cuidado. - Quizás puedas pasar, los niños igual están acostados, hace un rato cayeron rendidos cuando los pusimos a ver televisión, y Clint y Pietro se han ido a comprar. - Me explicó y asentí. - Preferiría que ella saliera Charles. - Respondí sin más.
- Natasha, la voy a llamar, pero antes debo recordarte que nosotros estamos con Wanda porque entendemos su situación, pero no porque estemos de acuerdo con cómo se está comportando respecto a ti, tú no tuviste la culpa hija. - Dijo y asentí. - Tú sigues siendo su esposa, la madre de nuestros nietos, pero sobre todo e incluso por encima de ello, nuestra familia. - Asentí. - Gracias Charles. - No sabía qué más decir y al notarlo volvió a hablar. - Quizás deberías contarle cómo fue el accidente para ti. - Me negué.
- Ella necesita en quién confiar, sea como sea, yo era quien tenía la decisión. - Él iba a hablar y lo interrumpí. - No más Charles de verdad lo lamento, pero no más. - Dije y él asintió. - Voy por ella. - Me respondió y asentí.
Esperé cerca de diez minutos antes de que ella por fin se decidiera a aparecer. - Creí había sido clara contigo. - Dijo en cuanto me vio y aquello dolió pero simplemente asentí. - Lo fuiste y si pudiera no hablarte, lo haría, justo ahora no es algo que yo quisiera hacer tampoco. - Le dije com cierto grado de molestia y vi cómo el que por fin respondiera le sorprendió.
- ¿Qué es lo que quieres? - Preguntó y llevé mis manos a los bolsillos traseros de mi pantalón. - Saber qué haremos con los niños. - Dije sin rodeos y la vi fruncir el entrecejo. - ¿A qué te refieres? - Cuestionó. - Creo que con los días y estando con tus padres te va mejor... - Inicié mi explicación y ella interrumpió. - Lejos de ti me va mejor. - Dijo con cuidado voz cargada de veneno y tuve que morder mi labio para no contestar ninguna estupidez. Aunque cada vez se me complicaba más.
- Has dejado claro que no me soportas, está bien no te pido que lo hagas, no te pido que vuelvas conmigo ni siquiera que me hables o me perdones, no lo harás así me arrodille ante ti sobre vidrios rotos, lo tengo claro Maximoff. - Le dije y endureció su expresión. - Pero así no te guste sigues siendo la madre de mis hijos, ellos te extrañan, te quieren y te necesitan en casa. - Dije y ella asintió antes de refunfuñar. - Si permaneces ahí no creo pueda ofrecer una solución diferente a que ellos vengan conmigo aquí. Todos estaríamos mejor. - Sonreí amargamente.
- Ellos también se han visto afectados Wanda, nosotras hemos perdido un hijo y ellos la posibilidad de conocer a su hermano. - Le recordé. - Para ti y para mí por más doloroso que resulte, es comprensible lo que ha sucedido, para ellos no, siguen siendo niños y no pienso hacerlos cambiar de casa o de dinámica solo porque eso es lo que quieres o lo que mejor te va. - Fui tajante y ella bufó.
- ¿Cuál es tu punto eh? - Preguntó preguntó a la defensiva y supe estábamos en el limbo de ponernos a pelear. - Vuelve a casa. - Le pedí con voz más calmada y ella negó. - Vuelva a casa y quien se irá seré yo. - Dije de golpe y ella me miró intentando descifrar si hablaba en serio o no. - ¿Y tú? - Preguntó con voz suave y por un momento vi a mí Wanda, a la mujer que me amaba y no sólo me detestaba, pero aquello no duró. - Yo obtendré lo que me merezco. - Dije y ella no sólo no refutó aquello sino que su expresión me dio a conocer que eso es lo que esperaba.
- ¿Cuándo te irás? - Preguntó extrañamente con cuidado. - Mañana, Wanda. - Respondí. - Vendré temprano para llevarlos al colegio y luego volveré a sacar mis cosas y así por la tarde tú y ellos podrán estar en casa sin mayor problema. - Dije y ella asintió abrazando su cuerpo y por un instante quise ser yo. Llevaba mucho lejos de ella y la distancia física nunca me dolería tanto como la distancia emocional que percibía.
- ¿Algo más? - Dijo sin el menor interés y negué. - Creo que con eso hemos terminado. - Le dije dándome cuenta a lo que habíamos llegado, y por un momento vi el miedo, pero de inmediato lo camufló. - ¿La conversación o lo nuestro? - Me preguntó con sorna y sonreí con ironía por su acción. Ella aparentemente estaba disfrutando de la situación. - Tú puedes decidirlo, Maximoff. - Le respondí y me fui hasta mi camioneta.
Ella decidió que lo nuestro al parecer.
***
¿Cómo hacemos reaccionar a esta mujer? Pregunta seria, yo amo a Wanda pero necesita reaccionar porque Natasha se va a emputar o ya se emputó. ¿Qué dicen ustedes? ¿Puede su dolor destruir en meses un amor que se tardaron años en construir?
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Amor en Té - Scarletwidow / Wandanat
RomanceSin querer o esperar, así es como se encuentran en esta historia Wanda y Natasha. Sin embargo, ¿será suficiente la coincidencia o se necesita más? *** Esta historia está dividida en tres, la primera parte es "Que no se acabe el té", la segunda tiene...