POV Wanda
- ¿Por qué siempre que hay un problema en el colegio están metidos ustedes tres? - Le pregunté a mis hijos y ninguno respondió. - Alguno va a tener que hablar y explicarme qué sucedió porque igual me voy a enterar y eso será peor. - Mamá... - Comenzó a hablar Alaia y Alek la miró mal.
- Bien, ni tú ni ella, tú... - Miré fijamente a Yelena. - Dame una explicación. - Dije y ella asintió. - Jason es un abusivo con Alaia y siempre se burla de ella por ser muy delgada, yo lo encaré porque pues sí está bien flaca, pero es mi hermana y nadie tiene por qué molestarla por algo tan banal. - Ella dijo como si nada y hasta ahí no hallaba el problema. - Pero luego nos insultó por tener dos mamás y nos llamó aberración, Alek escuchó y lo golpeó. - Dijo sin más y lo miré fijamente.
- ¿Es verdad lo que Lena dice? - Pregunté y él asintió. - Eres un niño inteligente, ¿estuvo bien lo que hiciste? - Él negó. - Sé que no estuvo bien mamá pero Jason se lo merecía. Él se burlaba de nuestra familia y yo jamás me he burlado de que al menos nosotros tenemos una. - Dijo y asentí. - Ni lo harás, porque eso sería ser cruel. Además la forma en la que sus abuelos estén criando a Jason, es tema de ellos, por eso intenta entenderlo también, la generación que a él lo educa es diferente que la que te está educando a ti. - Dije y Alaia intervino por fin.
- Pues la tolerancia y el respeto no son una cuestión generacional mamá. - Me retó y asentí. - Sé que no, amor, pero los golpes ni las ofensas tampoco son la solución. - Recalqué. - En la vida la gente dirá siempre muchas cosas de ti y da igual su opinión, el punto es saber quién eres e ignorar aquello que no te suma a ser mejor. - Le dije y ella asintió. - Y cariño, Yelena tiene razón cuando dice que nadie debe molestarte por cosas banales, cuando eso suceda, debes plantarte frente a ellos y con tu ingenio darles la vuelta y si es preciso, a través de él, abofetearles. - Le dije y ella asintió.
- Ahora salgan que voy a hablar con Alek. - Les dije y ambas negaron y sonreí porque entre ellos se eran sumamente fiel. - Vayan ahora, no lo voy a regañar. - Les dije y me hicieron prometerlo. - ¿A qué internado me vas a enviar? - Me preguntó y sonreí. - A ninguno amor, admiro y respeto quieras defender a tus hermanas y a nuestra familia, pero debes encontrar mejores formas de hacerlo. ¿Ok? - Le dije y él asintió.
- ¿Mamá se va a enterar? - Preguntó y yo le puse cara de "tú qué crees" y suspiró derrotado. - No me va a querer dar más clases de defensa personal. - Dijo desanimado. - Tú tranquilo, yo me encargo de eso. - Le dije y él puso cara de asco. - Nathan dice que la última vez que dijeron eso, luego vinieron los gemelos. - Dijo y me comencé a reír.
- Y adoras a Nicolás y a Lara. - Le recordé y él sonrió ligeramente. - Detalles más, detalles menos. - Me dijo y sonreí porque esa era una expresión muy de Natasha. - Ve con ellas y cuídalas. - Asintió. - Siempre. - Me dijo e hizo un gesto militar que Natasha le había ayudado a perfeccionar.
Un par de minutos después entró Pietro y le sonreí. - ¿Ves por qué no los he castigado? - Preguntó y asentí. - Tus hijos son demasiado nobles y amables para sentirme agusto de mandarlos con los corrompidos a la zona de castigo. - Jugó y sonreí porque era cierto eso, además de que él era su tío favorito. - Esta vez más que preocuparme ellos me preocupa Jason, Pietro. - Le dije y se puso serio. - Voy a hacer seguimiento de su caso, ver si con talleres, deporte o simplemente haciendo que algunos de los psicólogos hable con él, logramos ayudarlo. - Me dijo y asentí.
- ¿Ahora vas a RS Industries? - Me preguntó y asentí. - Sí, debo ir a hablar con Natasha sobre un par de cosas. - Me hice la inocente y él asintió. - Sí claro, cómo no, a hablar... - Sonreí sin más. - Voy a garantizar no deje sin sus clases de defensa personal a Alek. - Admití y él sonrió. - No entiendo cómo incluso sobre los cincuenta aún no se cansan. - Me dijo y me encogí de hombros.
- ¿Te has cansado tú? - Ataqué y él negó. - No, cada cierto tiempo hay que darle mantenimiento al motor. - Me dijo y me reí. - Bueno, yo necesito una revisión. - Le respondí y luego me despedí de él.
***
- Martha. - Saludé a la secretaria de mi esposa y ella sonrió. - La Señora Romanoff ha ido a laboratorio a observar una muestra de mineral, no debe tardar. - Me dijo y asentí. - ¿Gusta le consiga jugo o un café? - Preguntó y negué. - No, muchas gracias, solo no le avises que estoy aquí. - Le pedí y ella asintió. Martha era hija de la anterior secretaria de Natasha, bueno, una de ellas y me agradaba tanto o más que su madre porque era cauta, cuidadosa y sumamente amable y respetuosa, además estaba casada. Sonreí por pensar así, era una bobería ser celosa, bueno no, yo no era celosa, era cuidadosa.
Me puse a observar las fotografías en la sala de la oficina de mi esposa y sonreí. Tenía fotos de todos nuestros hijos e incluso una donde todos estamos disfrazados de Los Vengadores. - ¿Es evidente la razón de por qué despacho desde la sala de juntas no? - Apareció ella en la puerta y sonreí. - ¿Sabías que estaba aquí? - Pregunté en cuanto se acercó a besarme y la vi asentir. - Este labial sabe bien. - Dijo al separarnos y sonreí. Había sido a propósito. - Los de primer piso me avisaron. - Me explicó e hice un puchero.
- Arruinaron la sorpresa. - Le dije y ella imitó mi acción para burlarse. - ¿Vienes del colegio? - Me preguntó y asentí mientras tiraba de ella para sentarnos en el sofá de la oficina. - Me debo asustar o por qué tanta consideración. - Me dijo y sonreí. - Alek le ha pegado a un compañero por defender a Yelena y Alaia. - Dije la verdad y ella sonrío. - Ya sabía que ibas a reaccionar así. - Le dije y ella asintió. - No estoy feliz de que le pegara, estoy feliz de que las defienda. - Argumentó y asentí.
- Y él pensando en que ya no le ibas a dar más clases a causa de ello. - Admití y ella sonrió. - Y tú como eres tan buena madre viniste a asegurarte de que sea así. - Se burló de mí. - ¿Qué precio estás dispuesta a pagar? - Me preguntó y tiró de mí para que me sentara a horcajadas sobre ella. - ¿Aún no te cansas de mí? - Le pregunté y ella puso cara de "estás idiota o qué". - Nunca Wanda, mientras tenga vida y energía, un buen porcentaje se destinan a ti, a tu placer y a cogerte bien. - Dijo y puse los ojos en blanco. - Tranquila Romeo, tu romance me desarma. - Dije y nos comenzamos a reír.
- ¿Hoy los niños tienen taller y Nathan y Emma no vuelven hasta mañana no? - Preguntó seria y asentí. - Solo somos tú y yo durante unas cuantas horas más. - Dijo insinuante y sonreí. - Ya me convenciste. - Le dije poniéndome de pie. - Genial, por fin vamos a terminar la serie. - Jugó y le pegué. - ¿Serie?¿Qué serie? - Pregunté y ella se comenzó a reír. - Si me llevas a casa será para coger. - Aclaré y me atrajo hasta ella antes de salir. - Recuerda también debemos comer. - Me dijo en doble sentido mientras amasaba mi trasero. Adoraba que nuestros hijos ya hubieran crecido.
***
Perdón por estafar gente y no darles el encuentro de este par. Jaja más adelante llega OK?
Este capítulo lo disfruto mucho. Son demasiado goals incluso para mí. Me divierte que no sé en qué demonios me inspiré.
ESTÁS LEYENDO
Amor en Té - Scarletwidow / Wandanat
RomanceSin querer o esperar, así es como se encuentran en esta historia Wanda y Natasha. Sin embargo, ¿será suficiente la coincidencia o se necesita más? *** Esta historia está dividida en tres, la primera parte es "Que no se acabe el té", la segunda tiene...