Capítulo 1

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Cuando todo Inicio.
[Presente...]

— ¡Iruka Sensei, ya vámonos o llegaremos tarde! —Decia con desespero pegando pequeños saltos infantiles en la entrada de la cocina.

— ¿¡Puedes esperar un minuto!? ¡Te dije desde que comenzaste a preguntar que me esperaras media hora más! —exhala un suspiro lleno de molestía —Kakashi tiene una misión importante con los Anbu, le tengo que preparar un almuerzo para el viaje.

—Ooh... —sonríe de forma pícara cubriendo sus labios con las yemas de sus dedos — ¿Están otra vez con sus cosas de enamorados?

Iruka vuelve la mirada por sobre su hombro mostrándose plenamente avergonzado por aquel comentario, observa a sus dos hijos que comparten mesa mientras sonríen cómplices de la diversión que les causa el ver a su padre avergonzado; exhalando un suspiro solo sonríe quitando importancia, y se dispone a seguir con ese juego de molestar a alguien.

—Sasuke... —menciona suavemente — ¿Crees que podrías? —guiñando un ojo señala los tazones con la barbilla.

— ¡Tsk! —fulmina a su hermano con la mirada para levantarse con molestia —Eres un verdadero Inútil Naruto.

— ¡No soy un Inútil! —deja caer las palmas contra la mesa levantándose —yo no necesito que me sirvan el desayuno... —expresa molesto enseñando la lengua a su hermano —claro que yo puedo hacerlo por mi cuenta... —eleva el mentón con superioridad para después comenzar a maldecir entre dientes mientras busca con la mirada — ¿Dónde?... —observando a su padre se acerca de manera sutil —Oye... —susurra de forma precavida  —Oye papá ¿Dónde se encuentran los tazones?

—Inútil he dicho.

Declaraba Sasuke con enfado mientras el padre de ambos reía extensamente causando la vergüenza de su hijo menor; Naruto bajaba el rostro con vergüenza evitando cruzar la mirada con cualquiera de los dos presentes mientras volvía a su asiento de manera derrotada y dejaba a su hermano servirle el desayuno.

Al recibir el desayuno en la mesa Naruto se limita a resoplar y, entre dientes, da las gracias por el desayuno que le habían servido; Era molesto cuándo Sasuke tenía que hacer las cosas por él, Naruto siempre había creído que ese chico delante suyo jamás había dejado de creerse la gran cosa a pesar de todo lo que habían vivido juntos, desde la academia su hermano tenía el mismo comportamiento del presente, creyéndose más... Por eso le enfadaba bastante ser llamado inútil por él. Ambos habían visto los progresos del otro ¿Por que debía seguir llamándole inútil?

—No quiero que peleen chicos... —sigue en su labor —Um... ¿Ambos tienen misión hoy?

— ¡Yo sí! —eleva la mano a prisa mostrando su mejor sonrisa hacia su padre —Iré con Hinata y el pulgoso de Kiba a una misión fuera de la villa, tenemos qué... —rasca su sien con algo de duda —llevar un documento a Suna, o algo así. —ríe —Asi que llegaré tarde.

Da un asentamiento manteniendo una sonrisa sobre sus labios —Procura hidratarte bien, no queremos que se repita...

Naruto se exalta haciendo tambalear la mesa entre su vergüenza mientras Sasuke ríe conteniendo su tono lo mejor posible; ante los sonidos detrás suyo Iruka puede comprender que es hora de detener esa charla.

— ¿Y qué hay de ti Sasuke?

—Bueno... —desliza el índice sobre el borde su vaso —Me parece que hoy no tengo misiones largas, tengo una pequeña misión para quitar malesa en el interior de la villa, no creo que me lleve mucho tiempo.

— ¡Oh, genial! —vuelve la mirada sobre su hijo —Entonces, por favor acompáñame más tarde por los ingredientes para la cena.

—No tienes que pedirlo como un favor... —desvía la mirada con vergüenza —solo tienes que pedirme que vayamos —asiente.

Padres adoptivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora