Capítulo 6

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Un Ninja

[Pasado...]

Con el pasar de los días Iruka seguía su rutina diaria de ir en misión para conseguir el sueldo que lo mantenía dia con día, pero había un pequeño cambio en su ajetreada rutina, y era que cada momento que tenía tiempo libre procuraba pasar a la casa del pequeño niño rubio para hacer labores domésticas o al menos dejarle algo de comida en la mesa, poco a poco podía permitirse el relajarse más estando a su alrededor. En cierto modo le había servido mucho una plática que había tenido con el tercer Hokage un día que fue atrapado en la casa del menor haciendo de comer.

Había sido algo realmente sencillo, una plática sobre el pequeño y la propia infancia de Iruka junto a sus dificultades, así que al final no cambio mucho la perspectiva del adolescente, para él, Naruto seguía siendo un niño solitario que apenas y podía mantenerse vivo y bien alimentado. Pero... algo realmente extraño estaba sucediendo en su día a día, un joven adulto de cabellera plateada y máscara sobre la boca, Hatake Kakashi se aparecía cada tanto a su alrededor para charlar o simplemente saludarlo, y de cierto modo comenzaba a ser...

— ¡Ey, Iruka! —avanza con calma — ¿Estás en tu descanso?

Fastidioso. Muchas veces no le permitía hacer la comida a tiempo así que se veía obligado a comprar comida instantánea de alguna tienda para poder alimentar al pequeño niño, un gasto innecesario que lo llevaba a hacer más trabajo del debido. Podía ser su mayor y uno de los ninjas más sobresalientes, pero... Estaba sinceramente cansado de su presencia.

—No puede estar aquí —evita hacer contacto visual entre el limpiar su rostro.

— ¿Qué? —toma asiento a su lado manteniendo la mirada sobre las páginas de su libro —No pude escucharte correctamente debió al ruido de las máquinas.

— ¡Qué no puede estar aquí! —grita con enfado, incapaz de aguantar más.

— ¡Oh! —sonríe mirándolo —Si es por tus superiores no debes preocuparte. —eleva la mano en un saludo hacia los líderes de la construcción —Ellos me conocen.

Era simplemente imposible quitárselo de encima, la mayoría del tiempo Iruka se cuestionaba si ese hombre no podía leer el ambiente o simplemente se hacía tonto. Kakashi se había pegado a él tal pulga desde aquel encuentro en la lavandería aún cuándo para Iruka aquel encuentro parecía algo de lo más normal y olvidable; siempre le habían dicho que ese hombre era muy accesible para quién quisiera hablarle, pero no pensaba que... A tal grado.

Al terminar por aquel día con su trabajo en la construcción, Iruka toma su mochila al hombro y sacando un pañuelo de su bolsillo comienza a limpiarse el exceso de sudor mientras se dirige hacia la casa del pequeño niño, por un segundo se detiene para elevar la mano en despedida hacia sus compañeros de turno y enseguida centra su mirada al frente hasta finalmente admirar el cielo. A decir por la altura del sol seguramente Naruto debía estar en el bosque jugando o entrenando. Aún era algo temprano. Y a pesar de que sus travesuras no tenían un horario fijo Iruka había sido capaz de ponerle un orden a las cosas que el chico hacia.

—Ey. —sonríe bajo su máscara entre el ponerse en pie — ¿Ya has terminado?

—Sí... —exhala un suspiro siguiendo su camino con desánimo — ¿No tienes alguna misión o algo que hacer?

—Lo normal. Lo hice todo temprano.

Rendido ante la poca perspicacia de aquel hombre simplemente exhala un suspiro desviando un poco la mirada para que su desagrado por tal compañía no sea notado, y al segundo toma la copia de las llaves que ahora, gracia al tercero, poseía. Al llegar al apartamento de Naruto se detiene en la entrada para analizar el desatre que invadía aquella habitación y luego de un asentimiento procedía a entrar con dirección a la cocina, y en especial, a la nevera que ahora se encontraba más llena de lo que antes era.

Padres adoptivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora