Capítulo 12

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Para siempre.

[Presente...]

—Ya han pasado tres días Kakashi, por favor despierta de una vez, no puedo soportar seguir viéndote así.

Era la tarde del tercer día y el hombre moreno estaba completamente decaído y frustrado, su cabello estaba hecho un lío, tenía ojeras y sus ojos se encontraban hinchados de tanto llorar. Desde que lo dejaron entrar en aquella habitación Iruka no se había despegado para nada de su pareja, se había mantenido en aquel lugar al lado de la cama sosteniendo la mano de su pareja con firmeza.

—Kakashi... —emitía con la voz destrozada.

Sasuke llegaba al exterior de aquella habitación mirando cómo al otro lado del pasillo su hermano se encontraba recargado de la pared en una pose un tanto encorvada mordiéndose la uña de pulgar entre su nerviosismo, su mirada nerviosa variaba del suelo hacia la puerta detrás de la cual sus padres se encontraban, Sasuke lo comprendía muy bien así que exhalando un suspiro se acercó para tocar el hombro de su hermano.

— ¿No ha salido para nada?

—Para nada. —vuelve la mirada entre una negativa —Y no lo has visto Sasuke... —exhala un suspiro alborotando sus propios cabellos —se encuentra hecho un completo lío, su cabello está todo desordenado y sucio, tiene ojeras y sus ojos están completamente hinchados y rojos.

—Muy bien. —deja caer sus palmas sobre los hombros ajenos para apretarlos con fuerza —Manten la calma, hombre de la casa. Vamos, él solo está descuidado estéticamente ¿No es así? Él sigue comiendo ¿No?

—Sí, pero...

—Ey. —acerca su rostro para obtener la mirada ajena —él no se va a descuidar porque sabe perfectamente que debe encontrarse bien para cuando nuestro padre despierte. —soltando a su hermano observa la puerta — ¿Te ha dejado verlo?

—La enfermera me permitió llevarle el desayuno está mañana, pero solo fui capaz de verlo unos minutos, ya sabes... Las recomendaciones médicas y todo eso...

—Sí... —exhala un suspiro —Quiero verlo.

—Intenta entrar. —palmea el hombro de su hermano —Pidele que cambie un momento contigo.

Sasuke duda un momento pero al ver la confianza en aquellos ojos azules simplemente exhala un suspiro y se acerca a la puerta hasta abrirla. Al verlo adentrarse en la habitación Iruka separa el rostro de la cama y evita la mirada de su hijo mientras recompone su estética; al volver la mirada sonríe hacia el chico.

—Ey... ¿Quieres tu momento con él?

—Si, necesito estar un momento con él... —observa al hombre en cama —hablarle.

Con un asentimiento se pone de pie —Lamento acapararlo tanto.

—En el pasado él era quién lo hacía contigo, —sonríe —y nosotros también lo hacíamos, así que no te sientas mal... Es tu momento de acaparar a alguien.

—Oye.

El joven vuelve la mirada notando como su padre se acerca con los brazos extendidos, Iruka lo rodea por los hombros y sin dudarlo Sasuke se aferra a la cercanía hundiéndose contra su cuello entre un suspiro de alivio. Era un simple abrazo, pero... Con eso podían demostrarse su completo amor, el cariño que normalmente no se mostraban.

—Se que va a despertar, así que deja de descuidar tu apariencia papá... —lo observa de frente alejándose un poco—sabes que a él le encanta verte sonriendo y bien arreglado, —acaricia la mejilla de su padre con cariño —por eso mismo te compró aquel traje el día de su primer aniversario.

Padres adoptivosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora