Capítulo 28

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¡Si te he fallado te pido perdón de la única forma que sé...!
Les explicaré que onda en una nota después. Disfruten el capítulo :)

--- ¿Y tú? ¿Qué es lo que harás ahora?

--- Estaba pensando en comenzar a rastrear los mensajes de Sharon, ya sabes, para encontrar a la original. Recibía mensajes de ella mucho antes de que te encontrara en la autopista y en realidad no recuerdo cuándo fue la última vez... ¿crees que esté bien? ¿debería preocuparme?

--- Solo un poco, estoy segura de que no llevas mucho tiempo hablando con la impostora. Además es capaz de cuidarse sola, la rubia es fuerte y si de sobrevivir se trata, no es problema para ella -sonreí-. Te ayudaré a encontrarla... pero después de descansar -dije mientras exhalaba y mantenía una sonrisa torpe

Sam asintió y consecutivamente se dirigió al sillón de la sala principal, acercó su portátil a él y cuando estaba dispuesto a iniciar la búsqueda llamaron a la puerta. Se extrañó y fastidió por eso, también estaba cansado y ciertamente no quería llevarse una sorpresa en lo que restaba de la noche, de todas formas, si precisaba volver a la pelea en ese momento lo haría sin pensarlo, aunque estuviera cerca de recaer y con un sin fin de heridas y fracturas por encima.

Fue a la puerta y al abrirla se encontró con ella.

--- ¿Está todo bien? ¿Qué haces a esta ho...? -Paula se lanzó hacia sus brazos

--- Vi las noticas -sollozó-. Tuve un mal presentimiento y decidí venir a verte y... -poco a poco se fue apartando de él hasta que lo observó cara a cara, luego ahogó un grito- ...Dios mío, ¿qué fue... lo que te pasó...? -en un movimiento rápido pero delicado tocó su rostro

El moreno giró su vista hacia la esquina del comedor, donde yacía aventado el escudo que había pertenecido alguna vez a Steve Rogers. Suspiró. No tenía planeado contarle nada hasta mucho después de su recuperación e incluso se planteaba la idea de seguir ocultándole un par de secretos. Pero no le quedaba de otra, había sido descubierto y tampoco quería mantenerla preocupada por algo que ya estaba resuelto.

--- ¿Quieres ir a comer una hamburguesa o algo así? -serviría ir a otro lugar, pues imaginó que escapar de ese ambiente le calmaría los nervios- Tengo algo que contarte

Miró hacia atrás y notó que _(t/n)_ aún estaba en el mismo lugar, sin embargo ahora contaba con una chaqueta negra que le pertenecía, se había anticipado a su plan y sabía que la necesitaría; por ello se la lanzó y él sin problemas la recibió, la vistió y finalmente asintió con la cabeza en señal de despedida para posteriormente salir con la chica. Tomó la perilla de la puerta y la jaló detrás de sí hasta dejar el eco del sonido que esta hace cuando es cerrada.

Se sintió extraña. Era consciente de que no era la única persona que estaba en casa, Bucky estaba arriba y ya no corría peligro, nadie. Y si era el caso ¿por qué sentía inquietud?

Observó las escaleras desde la primera hasta la última y el hueco que tenía en su estómago solo se hizo más evidente. Seguidamente y de forma fugaz pasó por su mente la escena que había vivido una hora atrás: ella en el suelo desangrándose mientras miraba al soldado apuntarse a sí mismo, sin dudar por un segundo en lo que estaba dispuesto a hacer.
Y cuando menos lo imaginaba, una lágrima resbaló por su mejilla. Dirigió su mano a la cara para retirarla y mientras lo hacía, un escalofrío le recorrió por los brazos. No estaba triste, más bien preocupada y eso junto con el hueco en su estómago y la presión en su pecho que recién se había originado, solo hacía que estuviera más nerviosa por ir a hablar con él.

¿Qué le diría? No estaba segura si reconfortarlo, decir algo que él esperaba que dijera, distraerlo, solo acostarse con él... o ignorarlo por esa noche.

Te recuerdo [Bucky Barnes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora