Capítulo 18

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FLASHBACK

Esa tarde comerían pastel de carne.

Vaciaba la mezcla, repartiendo la masa en toda la superficie del molde. Le agregó tocino pensando que de ese modo _(t/n)_ lo disfrutaría aún más; además era mucho mejor que añadirle salsa barbacoa, debido a que muchas veces esta se adhería al recipiente e impedía sacarlo del mismo de una forma "limpia". Todo debía ser tal cual lo marcaba la receta.

El horno ya estaba pre calentado, por lo que no tardó en meterlo dentro de este y esperar.

En ese momento la chica entró por la puerta, con papeles y libros en la mano, notándose el cansancio del trayecto de la Universidad al hogar. El hombre corrió en su ayuda y también la despojó de su mochila, ella agradeció y seguidamente fue a servirse un vaso con agua. Zemo dejó el bolso sobre uno de los sillones, mientras que los documentos y tareas los puso sobre la mesa de centro, ordenados.

Dio media vuelta y recibió como se debía a su pareja.

--- ¿Qué tal tu día? Espero que tengas hambre, acabo de meter el pastel de carne en el horno

Dejó el vaso cristalino de lado, recargándose sobre la barra, dónde el castaño había preparado el alimento, había poco desorden.

--- Estuvo bien, hoy vimos derecho romano con JL -se refería a su profesor-, me pareció interesante. Mi última clase fue democracia y debatimos un poco

--- Hey, nada mal. ¿Y... mucha tarea?

Eso le pareció extraño, ya que nunca le preguntaba sobre eso. Sin embargo era fin de semana, por lo que tendría que estar tramando algo.

--- Una exposición... debo presentarla el lunes. Ya está lista, pero sabes que soy pésima para hablar en público

Ella podía aprenderse todo un tema de memoria, pero si tenía que explicárselo a alguien sería imposible, le costaba utilizar palabras propias. Muchas veces terminaba por enredarse con sus mismas ideas o la situación le generaba ansiedad, preocupándose por el qué dirán si llegaba a equivocarse y estropearlo todo.

--- ¿Es todo? -asintió- Excelente... porque, estaba pensando en que podríamos... ya sabes, ir a la playa el sábado. Aunque por lo que dices será algo difícil. Entonces, podemos dejarlo para después y quizá en su lugar quieras ir a la feria

Asintió, sin ánimos. Le restó importancia a la propuesta del masculino y decidió ir a su estudio a dejar sus cosas, se mantendría ahí hasta que la comida estuviese lista.

Zemo, por el contrario, sabía que había algo mal. Prefirió preparar un puré de papas para acompañamiento mientras recapacitaba la situación, ¿le había fallado en algo? ¿había olvidado alguna fecha importante? La curiosidad lo carcomía.

Minutos más tarde, todo estaba en la mesa. Llamó a la muchacha y ella bajó a los dos minutos, parecía estar mejor, pero nunca se estaba seguro.

Se sentaron juntos en la mesa que estaba destinada para seis personas. Él le sirvió un pedazo de pastel a cada uno, agradecieron y prosiguieron a comer; aunque la comida parecía no haber alentado la actitud de la joven, por lo que comenzó a preocuparse todavía más. Bebió un poco de refresco y consecuentemente carraspeó para tener una charla con ella y tratar de alegrarla.

--- _(t/n)_, te noto decaída, ¿qué tienes? ¿ocurrió algo? -tomó su mano con delicadeza

Se vio obligada a mirarlo a los ojos. Sus miradas chocaron y fue aún peor, pues estaba conteniendo un llanto. Helmut noto sus ojos cristalinos, no obstante, sabía que había algo más que solo tristeza.

--- ¿Por qué? -un nudo en su garganta principiaba a formarse

Era enojo, enfado, rabia contra él. Se asustó al oír esa pregunta, una pregunta que ni siquiera sabía qué significaba.

--- ¿Por qué... qué? Perdón, no lo entiendo

Apartó su mano de la de él, se avecinaba una pelea. Una pelea que indicaría el fin de su relación, que recién comenzaba a florecer.

Trató de calmarse antes de continuar, mas sabía que en algún punto de la conversación no podría evitar derramar su melancolía.

Alzó en su mano derecha -contraria a la que Zemo sostenía hace un momento- una libreta roja, con una estrella negra en el centro de esta. Consecuentemente la arrojó sobre la mesa, sin tocar la comida. El ex-coronel quedó petrificado al tener nuevamente en su presencia el artilugio, había sido una ESTUPIDEZ de él no quemar el cuaderno, había pasado por alto tal tarea, que no supo las consecuencias que le traerían después.

Relamió sus labios, fingiendo indiferencia.

--- No sé qué es

--- Me viste la cara una vez, no lo harás de nuevo. Contesta, ¿de dónde sacaste esto?

FIN DEL FLASHBACK

Ese día fue el que perdió a _(t/n)_, pues se había enterado de su venganza contra el equipo, detonando una bomba desde el Soldado del invierno, con quién había congeniado durante el último mes.

Decidió que ya era hora de darse una ducha, estaba exhausto del interminable viaje y lo primero que había hecho al llegar al hotel en Atlanta había sido dormir. Debía despabilarse para persistir en su búsqueda.

--- ¿Armas biológicas?

--- Sí y no es todo, sé que están escondiendo aún más... -se quejó de su cabeza- ...pero ya no me acuerdo si me dijeron la información mientras bebíamos... las últimas botellas -rió- o definitivamente no lo hicieron

--- Entiendo. Bueno, no te preocupes por eso, Sam. Hiciste un buen trabajo, no pude hacerlo mejor -sonrió

--- ¡Claro que sí! ¡Tú no te embriagas!

--- Lo sé, pero eres más extrovertido que yo. A mí me hubieran dejado de lado y por ende a mí no me terminaría por importar

Negó, divertido. Aceptando el cumplido de su amigo.

Bucky estaba distraído, viendo a lo lejos a través de la ventana que conducía al patio trasero a una chica acostada sobre el césped, disfrutando del cielo nocturno. Se veía fabulosa en esa posición, tan tranquila. Sin embargo sabía que luego de unos minutos terminaría por marcharse de ese sitio, ya que los mosquitos empezarían a atacarla o eventualmente el pasto terminaría por picarle las brazos. Sería divertido verla quejarse.

En eso, vino a su mente la canción de la noche anterior. ¿Acaso había confesado el pesar que llevaba cargando por todos estos años? Sí, posiblemente. Cuando no mencionó nada en la mañana sobre eso, supo que tendría que dejar el tema de lado, ya que a pesar de que recordara lo vivido no podría entrar a su corazón. Y lo peor es que empezaba a tener una visión cada vez más color de rosa, esa chica le estaba haciendo las cosas imposibles.

¿Pero qué hacer? ¿Evitarla desde ese instante -lo que llevaba repitiéndose varias veces- para que al final no doliera tanto o dejar llevarse por el momento sabiendo que al final le destrozaría el corazón? Qué va... ¡qué duela entonces!

Te recuerdo [Bucky Barnes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora