Capítulo 22

1.7K 159 208
                                    

La noche llegó. El oscuro cielo era iluminado con las estrellas y la luna blanca que lograba esplender pese a estar oculta tras una nube, conseguía asomarse con trabajo, sin embargo los vientos de la época le ayudaban a completar dicha tarea. Parecía que llovería, lo que no se extrañaba estando a mediados de septiembre. El clima era cambiante durante este tiempo, por lo que no estaban sorprendidos si por ese día llovía y al siguiente no, después sí, luego no...

Acordaron reunirse en un café, junto con Zemo. Por tanto, se prepararían en las horas restantes antes de su encuentro para recibir a Sharon -quién había dicho por llamada que iría con ellos ya que un equipo había sido enviado- y así poner en practica el plan. Bucky vistió un chaleco azabache antibalas y un pantalón junto con unas botas militares del mismo color; Sam tenía un traje completo con los colores rojo, gris y negro, las alas de halcón estaban comprimidas en una mochila que cargaba en su espalda -como siempre-; en tanto a _(t/n)_, se había cambiado la ropa por completo, tuvo que adquirir prendas de su tamaño que fueran cómodas y ligeras, pero también usando protección de talla masculina otorgada por el líder (dudaban que en ese lugar encontraran algo útil para la misión).

Una vez listos, fueron a su encuentro. Sam se había adelantado a hablar con el dueño del lugar para que lo cerraran por esa ocasión, pues sería extraño para un cliente entrar y toparse con cinco personas marcando coordenadas en un mapa, además de tener sus armas sobre varias mesas. Era mejor pasar por desapercibidos.

Mientras tanto, Bucky y _(t/n)_ caminaban por las desoladas y poco luminosas calles de Macon.

Cabizbaja, le seguía el paso al hombre, quién estaba a su derecha y había notado desde hace ya varias calles atrás el extraño comportamiento de la chica. No hablaba y tampoco miraba hacia su lado, queriendo evitar todo tipo de contacto con él. Aunque había ganado todo lo contrario, ya que había captado la atención del mayor. Preocupado, inició una conversación.

--- ¿Pasa algo? -preguntó delicadamente

--- ¿Uh? -giró su cabeza- Oh, no es nada. Solo estaba... pensando

--- Sabes que puedes hablar conmigo si lo necesitas. No podré contestar a preguntas como... de qué manera defecaba Cat-Dog. Pero podré responderte cuando cuestiones qué vestido te iría mejor. Lo que daría igual, porque seguramente te verías todavía fabulosa con un costal de papas -añadió en susurro

Eso la hizo reír, haciendo que recaudara el valor suficiente para entablar una charla con él.

--- Estoy nerviosa por lo que pueda ocurrir

--- Todo saldrá bien, cuidaré de ti -sonrió

--- ¿Y si yo no puedo cuidarte a ti? -volvió a desanimarse

--- Entonces después de ti, cuidaré de mí. Pan comido

Su sonrisa regresó.

--- ¿Qué hay de Sam?

--- Él puede cuidarse solo -bromeó

Consecuentemente entrelazó su mano con la de ella y continuaron así por el resto del camino.

Llegaron y entraron al sitio, encontrándose con su amigo en común, un par de meseros y el jefe del café. Zemo aún no llegaba. Siendo así, se sentaron a esperarlo y mataron el tiempo hablando de cosas banales durante siete minutos. Fue entonces cuando arribó al establecimiento con una maleta en la que claramente llevaba armamento. Se pusieron en marcha.

Sam habló durante todo el rato, en cambio los otros tres se mantuvieron en silencio. _(t/n)_ admiró el hecho de que ni James ni Helmut se lanzaran miradas de odio durante la explicación. Pero su respeto se esfumó cuando empezaron a discutir el porqué ella debía estar con el sokoviano.

Te recuerdo [Bucky Barnes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora