Capítulo 5

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20:07 (dos horas antes de la llegada de Sam).

Había regresado del trabajo. Su día había sido tranquilo, como cualquier otro.

Cerró la puerta detrás de sí y seguidamente se quitó la gorra, chaqueta y guantes; pues a pesar de que comenzaba a tener frío, la ropa le incomodaba ya que le impedía (en ocasiones) moverse con libertad. Arrojó todas las prendas en el sillón más cercano y luego miró el reloj que colgaba en la pared de la entrada, todavía era temprano.

Suspiró por ello, estaría aburrido hasta que su compañero llegase; él le había informado que saldría a la ciudad vecina, sin embargo, no había dicho por cuánto tiempo. Le daría su espacio, aunque tendría que salir si veía que no regresaba. De cualquier forma no tendría de qué preocuparse, después de todo era el Capitán América.

Fue en dirección a la cocina, abrió el refrigerador para ver lo que podría comer o tomar de este para preparar, pero al ver que no tenían mucho abastecimiento (pues desde hace tiempo no habían ido al supermercado) terminó por tomar los macarrones con queso congelados -que estaban hasta el fondo del electrodoméstico- y los calentó en el microondas. Se quedó como niño pequeño mirando a través del cristal cómo su comida daba vueltas por tres minutos. Una vez que transcurrió su tiempo, abrió la pequeña puerta y extrajo con su mano izquierda el alimento, colocándolo posteriormente en la mesa.

Y cuando estaba a punto de comenzar a comer, alguien llamó a su puerta. En seguida se puso de pie y camino a la entrada agarró sus guantes, terminando por ponérselos nuevamente antes de abrir y encontrarse con Chris.

--- Oh, Chris. ¿Qué haces aquí? Es decir, es de noche y... -carraspeó- ...Sam no está

--- No vine por él

Eso lo sorprendió todavía más.

--- Bueno entonces... ¿qué necesitas? ¿No quieres pasar? -abrió la puerta y le permitió el paso al chico

Creyó que la conversación sería más extensa, pero no fue así. El menor negó con la cabeza y luego se relamió los labios, suspirando, preparándose para decir:

--- Lo lamento

Bucky no lo comprendía. Quizá había roto algo y no se había enterado.

--- Sé que puedo ser difícil algunas veces... y tú algo irritante

El silencio inició, el soldado esperaba a que continuara con su disculpa, sin embargo se había equivocado nuevamente.

--- ¿Pero...?

--- No hay pero. Solo era eso -tragó saliva-. En fin, buenas noches -dio media vuelta y cruzó la calle

Estando a pocos segundos de entrar, Barnes le gritó: "¡Descansa y gracias!" a lo que Christopher sonrió, mas no se dio la vuelta para revelar la expresión.

Eso había sido un progreso, uno muy grande, uno el cual le iba a contar a Sam después de que llegara él a contarle su misión. Tal vez comenzaría con algo como: "Hey Sam, adivina qué pasó... parece chiste, pero es anécdota". Rió por debajo, emocionado por decírselo y no solo estaba eufórico por ello, la disculpa de Chris significaba una puerta abierta a conocer e interactuar más con el chico. Por una parte, James podría instruirlo en defensa personal -suponía que tenía problemas en la escuela- mientras que por el otro lado, Chris podría enseñarle más de la cultura popular -y quién sabe, hasta podría conocer a alguien gracias a él-.

Pero, ¿de verdad quería hacer eso? Era cierto que _(t/n)_ había sido su gran amor, sin embargo merecía y tenía la libertad de conocer personas, como a Sharon Carter, quién se había portado extraña con él durante los últimos meses (lo que había pasado por alto hasta ese momento). No quería pensar mucho en ella porque en realidad no le importaba mucho. No era mentira que tuviera una gran habilidad para el combate, espionaje, investigación y gran sentido del humor -además de que tenía "lo suyo"-; pero simplemente no le llamaba la atención... del todo.

Quizá desarrollaba nuevos sentimientos por ella. ¿Acaso debía darle una oportunidad?

Sacudió la cabeza, creyendo que de esa manera evitaría esos pensamientos. "Increíble" comentó para después ir a la mesa a devorar la comida rápida, la cual estaba nuevamente fría.

Minutos después terminó su comida y tiró el plato de plástico en el contenedor de basura. Y mientras iba en dirección a su cuarto, limpiaba sus dientes con su lengua tratando de quitar pedazos de macarrones atascados; en un intento de desesperación optó por utilizar su dedo meñique, pero no tuvo éxito. "Qué asco..." y tras decir eso, decidió cambiar la dirección e irse a lavar los dientes. Los cepilló de arriba hacia abajo, de derecha a izquierda y de adentro hacia afuera. Escupió la pasta que se había convertido en espuma y consecuentemente se enjuagó la boca.

Y al regresar la vista al espejo, se encontró con su reflejo... y con el de Zemo, detrás de él.

Giró la cabeza rápidamente, listo para atacar con lo que tenía en su mano -su cepillo-, pero estaba solo. Rara vez llegaba a alucinarlo y cuando sucedía, siempre ponía su guardia; no era necesario provocarlo, pues ese imbécil le debía una que estaba dispuesto a cobrarle, el asunto todavía estaba pendiente, así que sus deseos de venganza lo inundaban a más no poder.

Dejó el objeto en su lugar y salió de la habitación. Consecuentemente fue a recostarse y sin imaginarlo, se quedó dormido. Debió pasar aproximadamente una hora hasta que el golpeteo en la puerta principal lo despertó.

Revisó el reloj.

22:04.

No había duda, debía ser Sam. Y esperaba que lo fuera, porque si no, tendría que ir en su búsqueda.

Se levantó y bajó a la planta baja, apresurando el paso a la mitad de las escaleras, los golpes en la puerta eran cada vez más fuertes y constantes. Se preocupó por ello, creyó que debía estar herido o siendo perseguido para que su llamado fuese desesperado.

Abrió la puerta y sin más, Sam entró corriendo mientras cargaba a alguien.

El soldado quedó perplejo, sin saber qué hacer o decir. Cerró la entrada y siguió a su compañero hasta uno de los sillones de la sala, donde la recostó.

--- ¿Qué demonios Sam?

Y en cuanto se apartó, logró verle el rostro.

Apenas lograba respirar; inconsciente y con cientos de heridas, _(t/n)_ Reeves yacía en el sillón de tres asientos en la casa de Falcón y el Soldado del Invierno.

Te recuerdo [Bucky Barnes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora