Capítulo 26

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--- Bucky, ¿qué estás...? -preguntó con la voz entrecortada, aunque él la interrumpió

--- Tengo que hacerlo -decía agitado-. No puedo volver a estar bajo control, no puedo volver a lastimar a nadie más... tengo que morir o jamás dejaré de dañar a las personas

Cargó el arma, dispuesto a suicidarse.

--- ¡No!

Se abalanzó hacia él, tratando de esquivar a Walker, de no desangrarse todavía más y con la esperanza de evitar ese disparo. A vista de otra persona que estuviera como testigo -ajeno a la situación-, la escena resultaría ser desgarradora, dramática y ciertamente tierna, pues a pesar de no contar con la rapidez suficiente para salvarlo, aún intentaba hacerlo.

Y disparó. Provocando que la muchacha se detuviera en seco; tenía la mano derecha estirada, pues antes había creído que de no ser posible llegar hasta él a tiempo, al menos tendría una mínima posibilidad de que su mano sí lo hiciera. Pero eso fue en vano, ya que no había logrado su cometido, ella no había impedido que eso no se llegara a realizar. El suceso causó que la chica comenzara a llorar, no era tan ruda después de todo.

Tampoco era la única sorprendida en escena. John Walker -quien por extrañas razones no había hecho nada por detener a Reeves para que ella evitara dicha tragedia- mostraba la misma impresión. Por un lado, le había asombrado el hecho de que _(t/n)_ incluso estando en tan fatídico estado había hecho lo imposible incluso hasta el último segundo para proteger al sargento, y por otro lado, le parecía increíble que el escudo lanzado por Sam hubiera sido más veloz que la misma acción de Bucky.

El arma cayó y con ella la oportunidad que tanto tiempo había estado posponiendo nuestro soldado de brazo metálico.

Los tres voltearon a la par que el escudo regresó a su dueño, giraron en dirección al origen del lanzamiento de este: el cielo. Sam Wilson atrapó el arma de defensa y en lo alto de todos ellos, con las alas abiertas (lo que le daba cierta imagen inaudita, angelical y esperanzadora) dijo: "Steve creyó en ti, del mismo modo que yo creo en ti, Buck".

Sin podérselo creer aún, Reeves sacudió su cabeza de un lado a otro y finalmente se abalanzó a los brazos de su hombre mientras le agradecía infinitamente a su héroe y amigo.

El Agente US quedó perplejo ante el acto heroico, hasta tenía la boca medio abierta. Sin embargo, eso no impediría que asesinara a la chica que había arruinado sus planes desde el inicio y a la que alguna vez había subestimado tachándola como un peón más en este maquiavélico juego. Volteó a verla, con una expresión de enojo y frustración. Y al intentar ir por el arma que Bucky había dejado caer, Sam reaccionó -casi por impulso y con ayuda de un sexto sentido- y nuevamente lanzó su escudo para esta vez aturdirlo. Walker cayó de rodillas y lejos del arma.

Samuel una vez en tierra, caminó despacio hasta él.

--- Basta -dijo en voz alta, pero sin llegar a gritar-. ¿Por qué poner en riesgo a decenas de personas? ¿Para qué? ¿Para demostrarle qué a quién?

Hasta ese momento, estaba cabizbajo y consecuentemente a lo dicho por su contrincante, contestó: "No tengo elección".

Guardó silencio por unos instantes, pensando en qué contestar.

Él había estado en su misma situación que antes, sin querer portar el escudo ni un traje con estrellas y barras. Alguna vez se había sentido insuficiente, se había sentido como un ser diminuto queriendo ocupar un gran espacio dejado por Steve Rogers. Claro que si él no había llegado al extremo de querer llamar la atención para ser aceptado ante la sociedad, tampoco había hecho nada por alzar la voz y darse a respetar como el Capitán América. Cada uno había arruinado a su manera un legado dejado por uno de los mayores héroes del mundo y ambos habían dejado de lado a su nación por temor a ellos mismos; abandonaron su patria intercambiándola por sus propios intereses que al final resultaban ser irrelevantes y no lo eran por el hecho de restarles importancia porque se trataran de ellos (héroes), sino porque todo este tiempo habían tenido a personas cercanas que les brindaron apoyo durante esta gran travesía y recientemente valoraban y se daban cuenta de ello.

No, ninguno había tenido elección: uno fue proclamado por el original Capitán América y el otro por el gobierno, y sin siquiera cuestionárselos, aceptaron sus destinos. Si no rechazaron el puesto antes no lo harían ahora, porque tanto él como Walker lo sabían: en realidad sí querían hacerlo.

--- No, yo tampoco la tuve e imagino que Steve tampoco. Pero lo que sí tenemos, es la manera de hacerlo, de ser un buen representante del país...

Dio un par de pasos hacia él hasta que finalmente la distancia que los separaba resultó ser insignificante. Sam pasó el escudo a su mano contraria y la derecha se la ofreció para que pudiera levantarse.

--- ...él estuvo alguna vez en nuestro mismo lugar. Fue expuesto como propaganda contra los nazis, como mera publicidad, no... como un espectáculo ¿y adivina qué? No es la imagen que conocemos hoy en día, es diferente, porque él así lo quiso ¿y tú? ¿Cómo lo quieres? ¿Cómo será tu manera? -finalizó esbozando una sincera sonrisa

Bufó, levantándose por cuenta propia.

--- Ya no hay marcha atrás. Hice un atentado y tiene que valer la pena -mencionó refiriéndose a sus planes

--- No, claro que no. Nada es más importante que la integridad humana... incluso la tuya -añadió, con algo de vergüenza

Se sentía ofendido, pero entendía a Sam.

--- Todavía no es demasiado tarde, John. Deja ir a estas personas inocentes, déjanos ir y enfrenta a la justicia

Negó con la cabeza, riendo de sí mismo.

--- Una disculpa no bastará para que me perdonen. No haré nada más, no lo vale... -se había dado cuenta de su inmenso error- ...pero tampoco dejare que me atrapen

Para concluir, uno de sus agentes fue con John y tan pronto como llegó, desaparecieron tras lanzar una bomba de humo. Impidiendo que Sam -quien era el único a disposición- pudiera hacer algo para detenerlo.

Te recuerdo [Bucky Barnes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora