Hierba Mora/SenGen

No es un adiós, sino un "hasta pronto"

Noté las miradas puestas en mi cuando llegué a las mesas donde solíamos desayunar. Senku estaba sentado al otro extremo, comiendo tranquilamente sin prestar atención a su alrededor. Saludé a quien me topaba, como de costumbre, pero la expresión de todos era un tanto... rara, por no decir inquietante.
Me senté a su lado, un plato de comida humeante ya me esperaba.

— Eh, ¿Senku-chan? —susurré para que solo él me escuchara.

— ¿Qué pasa?

— ¿Sabes por qué todos nos miran tan raro?

Senku levantó la vista, observando a cada uno haciendo que apartaran la mirada, luego regresó los ojos al plato.

— No sé a que te refieres, yo veo a todos igual que siempre —concluyó.

— Hm... no creo que sea así —tomé un bocado, aun sintiéndome intranquilo—. Míralos bien, están evitando el contacto visual.

— Nadie quiere ser observado por un mentalista mientras come kukuku.

¿Sólo era mi imaginación? Pero mis instintos nunca me fallaban, algo estaba ocurriendo y pasaba totalmente desapercibido para mí ¿cómo era esto posible?

— Ooooh ¡Pero si aquí tenemos a Senku y Gen! —exclamó Ginro que recién llegaba— ¿Cuándo pensaban contarnos a todos, eeeh~?

Se posicionó detrás de nosotros, abrazándonos a ambos por la espalda mientras nos mecía.

— ¿Qué carajo te pasa, Ginro? —vociferó Senku, quitándose el brazo que prácticamente lo estrangulaba.

— Jujuju ¿lo van a seguir ocultando de nosotros~? ¡Pero si ya todos nos dimos cuenta!

Estaba a punto de preguntarle de qué demonios hablaba, cuando sacó de su ropa un trozo de papel que comenzó a ondear de un lado a otro como si fuese una bandera. Me tomó unos segundos percatarme de que se trataba de la linterna que pinté ayer. Lo que dibujé... ¡todo mundo lo estaba viendo!

En un arranque estuve a punto de pararme y quitárselo, pero la voz de la razón en mi cabeza me indicó que esa actitud no sería lo ideal. Con todas mis fuerzas contuve mi rubor y lo avergonzado que estaba, para luego decir:

— Ah~ ¿hablas de ese pedazo de linterna, Ginro-chan? Es sólo una broma que le hice a Senku-chan~ —canturré, restándole importancia—. Una broma~.

— ¿Broma? ¡No traten de engañarnos! ¡Ustedes se desaparecieron después del festival y esta mañana los vi salir juntos de la choza de Senku!

— Eres despreciable, Ginro —resopló Kohaku al otro lado—. Haz estado llevando esos chismes toda la mañana por la base.

Así que a eso se debían las miradas inquietantes, todo cobraba sentido ahora. Seguramente mi lámpara quedó varada en la orilla y, para mi mala suerte, Ginro la encontró.

— ¿Eeeeh? Kohaku, todos sabemos que entre Senku y Gen-

No acabó la frase, pues Kohaku lo golpeó en la cabeza haciendo que se desmayara. Matsukase, su fiel seguidor, lo cargó en su hombro y se lo llevó a otro lugar, no sin antes dar una reverencia para disculparse por la lengua suelta de su "amo".

— Todos saben cómo es Ginro, así que no le presten atención. Si Gen dice que fue una broma entre ellos, lo fue —. Y dicho esto por Kohaku, todos regresaron a sus asuntos.

Estando seguro de que ya nadie miraba en nuestra dirección, dejé caer mis hombros como si me quitará un gran peso de encima. Senku y yo apenas estábamos entendiendo nuestros sentimientos como para tener que lidiar con rumores. Me giré hacia él, que continuaba comiendo como si nada.