Hierba Mora/SenGen

¡Hagamos un matsuri!

— ¡Oh, un matsuri! ... ¿qué es un matsuri? — preguntó Kohaku, compartiendo el signo de interrogación con otras personas de la aldea Ishigami.

— ¡Son los festivales celebrados en Japón durante el verano! —respondió Ryusui, parándose al frente junto a mí —. Hay puestos de comida, juegos, artesanías ¡Y por supuesto que deseo financiar el primer matsuri del nuevo mundo! Traer de vuelta las tradiciones es algo de lo que la corporación Nanami se encargará.

— Es algo noble, amo Ryusui —confirmó Francois.

El grupo comenzó a hablar con los que estaban a su lado, tratando de digerir la propuesta que acabábamos de dar, pero hubo alguien que no pudo reprimir su emoción.

— ¡¡¡Que malote!!! ¡Quiero hacer un festival! —gritó Chrome entusiasmado, contagiando de alegría a los demás.

— Senku ¿es factible dedicar tiempo para hacer un festival? —cuestionó Tsukasa, llamando la atención de todos—. No estoy al tanto del porcentaje de avance de los proyectos, sin embargo, no puedo evitar preocuparme si eso implica retrasarnos en el viaje. Ya sabes, aún tenemos que despetrificar a nuestros compañeros de Japón y América.

Y así fue como de un momento a otro los ánimos bajaron. Tsukasa tenía razón, el festival no era sólo poner un puesto de comida y listo, sino que implicaban varios días de trabajo extra para poder construirlo. Claro que yo ya lo había contemplado, sería necesaria al menos una semana donde cada uno dedicara un par de horas de su tiempo, sólo para tener un día libre.

Al plantearle la idea a Senku, el mismo encontró contradictorio que pretendiera dar descanso al grupo si esto implicaban más labores. Mi argumento, fue que nuestros contemporáneos ansiarían ver algo familiar del antiguo mundo que involucrara diversión y nostalgia; en el caso de los miembros de la aldea Ishigami, lo desconocido les atrae, sobre todo si no se trata de una ciencia complicada como lo es comer y jugar. Al final, acabó cediendo; me pregunto qué le responderá a Tsukasa...

— Bien, no habrá un retraso significativo —calculó—. Pero de haberlo, nuestro mentalista será quien se haga responsable. Después de todo fue su idea kukuku.

— ¡¡¿¿Eeehhh??!! Se-senku-chan, eso no era parte del trato...

— ¡Empezaremos con los preparativos a partir de mañana, chicos! —concluyó Ryusui, mientras todos gritaban emocionados.

Intenté seguir a Senku para preguntarle a qué se refería con asumir la responsabilidad, pero Chrome, Ginro, Kohaku, Suika y Kaseki se reunieron a mi alrededor para pedirme más detalles del festival. Rápidamente, les expliqué algunas comidas que solían venderse, así como los juegos y demás cosas que se podían encontrar. A pesar de que no estaban totalmente satisfechos, busqué una excusa para retirarme, pero Senku ya no estaba por ningún lado.

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A la mañana siguiente, Ryusui, Francois, Ukyo y yo nos reunimos para definir las actividades del festival, las cuales se repartirían durante la cena, momento que destinamos para organizar los preparativos con los demás. Teniendo al grupo reunido, designamos a cuatro personas quienes se encargarían de dirigir cada actividad: Francois, encargada de los alimentos que se venderían; Kaseki, quien elaboraría artesanías para vender y los premios; Kohaku, quien recaudaría los materiales necesarios y...

— ¡Gen! tu encargarás de los juegos y demás para el entretenimiento — mencionó Ryusui.

— Oh... Claro, por supuesto que yo también participaré~ —. Dije desanimado por el trabajo extra que ya visualizaba.

— Los que no han sido nombrados—continuó—, podrán acudir con cualquier representante y prestar su ayuda en la actividad en que deseen participar. Tendremos diez días para los preparativos, sin dejar de lado nuestras labores habituales, siendo el onceavo día destinado al festival.