Tener la ventaja

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Ese día el equipo de fuerza se dedicó a conseguir alimento y las pieles necesarias para hacernos ropa. Tal como dijo Senku, fue prácticamente inmediato el regreso de nuestras labores, pero no se comparaba con lo que nos esperaba más adelante. Por la noche Ryusui declaró que a la mañana siguiente reanudaríamos las actividades para continuar con nuestro viaje, pero esa velada sería exclusivamente para festejar.

Alrededor de una fogata, los ahí reunidos celebramos nuestra victoria comiendo, charlando e, incluso algunos, bailando. A mi lado estaba sentado Ukyo, quien disfrutaba alegre al igual que todos su primer comida en siete años. Me extendió un vaso con agua que era lo único con lo que contábamos al momento además de vino, ya habría tiempo de pedir la reanudación de la producción de Senku cola.

—  Gracias, Ukyo-chan~.

—  Pensé que estarías feliz, Gen. ¿Hay algo que te esté molestando? —preguntó con un rostro inquieto.

Negué con la cabeza. Efectivamente, por dentro no compartía la misma euforia que se respiraba en el ambiente, pero creí que estaba manejando bastante bien los gestos de mi cara.

—  No, no, Ukyo-chan, me encuentro estupendamente bien~ — di un trago largo de agua, para luego sonreír enfatizando mi aparente estabilidad— . Quizás lo único que podría molestarme en este momento es saber que mañana volveremos al trabajo. Pero trataré de no pensar en ello esta noche.

— Oh ¿es eso cierto?

No comprendí a que se refería. Lo miré a los ojos, pero él estaba viendo en la dirección opuesta, justo donde se encontraba Senku y Luna. 

—  Parece que esa chica no se rendirá tan fácilmente. Aunque todos sabemos que Senku no está interesado en ese tipo de relación, al menos no con ella.

—  ...Sí, eso parece — respondí con un tono más cargado de duda del que hubiera querido.

Más temprano, cuando todos se habían sentado junto a la fogata busqué el lugar al lado de Senku que, casi por regla general, los demás dejaban solo cuando hacíamos ese tipo de reuniones. Al principio pensé que la aldea y nuestros contemporáneos reservaban ese espacio para alguno los cinco generales (Chrome, Ryusui, Ukyo o a mí). Pero remontándome al pasado donde aún no nos habían nombrado de esa manera, incluso desde antes de luchar contra el imperio de Tsukasa, un lugar al lado de Senku siempre estuvo vacío. Y, por alguna razón, decidí tomarlo. Sin embargo, esa noche fue diferente pues a su derecha estaba Taiju y el lugar vacío fue ocupado por Luna.

Comprendía porqué la chica decía estar enamorada de Senku. No era la primera vez que ocurría, varias de nuestras compañeras habían reaccionado de la misma manera al conocerlo y al saber de lo que era capaz quedaban encantadas. Pero a diferencia de ellas que desistieron de su supuesto enamoramiento en cuanto lo conocieron más Luna era bastante persistente, incluso después de que varios le advirtieron de que Senku no era el tipo de persona que creía.

—  Entiendo por qué estás incómodo, yo también me sentiría de esa manera si fuera tú — continuó Ukyo— . Pero creo que tienes más ventaja que Luna, no te preocupes tanto.

— ¡¿Eh...?! Ukyo-chan ¿de qué hablas?

—  Oh, lo siento Gen, se supone que esto todavía es un secreto ¿cierto? — respondió mientras se frotaba la nuca y sonreía apenado.

Abrí los ojos como platos y sentí como toda la sangre de mi cuerpo subió hasta mi cabeza.

— T-tú... ¿Q-qué tanto sabes...?

—  Señor Ukyo — la voz de Francois hizo que diera un respingo— . Lamento interrumpir su conversación con el señor Gen. El amo Ryusui solicita hablar un momento con usted.

Francois... no sé si llegó en un buen o mal momento ¿había escuchado todo? Ukyo se despidió dándome una palmadita en la espalda, para después alejarse hacia donde se encontraba Ryusui. Apreté los puños contra mis piernas y respiré profundamente, esperando que mi sonrojo se bajara. Luego, comprobé que nadie estuviera lo suficientemente cerca como para haber escuchado nuestra conversación.

¿Tan obvio era que me gustaba Senku? Rápidamente, evalué cada uno de mis recuerdos para saber si en algún momento le había dado a alguien alguna pista para que llegara a esa conclusión, pero sólo pude ver un trabajo de engaño impecable. Ni siquiera Senku, al que me confesé directamente, parecía entender que el gustar  que le dije era de forma romántica, no de amistad.

Por otra parte, Ukyo era una persona bastante intuitiva en comparación a varios con una agudeza que no se limitaba solo a su oído, sino también al momento de tomar decisiones y hacer suposiciones. Podía confiar en que no le contó esto a otra persona, pero nuevamente había tocado una fibra que me hacía sentir vulnerable aunque no hablara de más, quizás por consideración.

Miré nuevamente hacia donde se encontraba Senku, y por su posición sabía que yo no era el único incómodo por tener a Luna cerca. La evitaba como podía pero no era tajante al decirle que la supuesta relación que tenían solo estaba en su cabeza; probablemente eso era lo que me irritaba.

Me tomé unos momentos para enfriar mi cabeza. Recordé que horas antes, cuando despetrificaron a Hyoga, noté que Senku y Tsukasa tenían algo de que hablar por lo que utilicé eso como pretexto para levantarme e ir con él. Taiju se había cambiado de lugar en algún punto, y ahora estaba Chrome quien, al darse cuenta de que me acercaba, se alejó un poco para dejarme un espacio entre ellos.

— ¡Siéntate, Gen! —me ofreció amablemente— . Seguro tienes que decirle algo a Senku.

— Gracias, Chrome-chan~. No tardaré mucho.

De cualquier forma ellos no estaban hablando, por lo que no debía disculparme por la interrupción; Senku, por otro lado, miraba fijamente el fuego chisporroteante ajeno del ruido. El reflejo de las llamas danzarinas avivaba aún más el rojo escarlata de sus ojos y bien pudiera quedarme observándolo el resto de la noche, pero quería darle un descanso de Luna quien seguía parloteando, aunque más bien era un monólogo que una charla entre ellos.

— Senku... —al parecer estaba bastante inmerso en sus pensamientos, pues se sobresaltó cuando me escuchó llamarlo—. Creo que Tsukasa se fue a solas a dar un paseo por la caseta de la rueda hidráulica~.

Por qué me estás diciendo eso? . Parecía que me preguntaba con la mirada.

Fufufu, quizás porque tienes algo de que hablar con él sobre Hyoga~.

Había dado en el clavo y fue lo suficientemente acertado como para hacerlo reír.

kukuku iré a verlo, entonces ­—. Senku se puso de pie y mirándome desde lo alto, asintió.

Déjamelo a mí, nadie los interrumpirá~.

Dicho eso (o, mejor dicho, pensado eso), me puse de pie frente a la fogata y agité los brazos para llamar la atención de los presentes, permitiéndole a Senku escabullirse entre los arbustos.

—  ¡Ey, ey, ey, mírenme todos! ¡Siete años de inactividad son demasiados para un metalista! Así que ¡¿Qué tal un show de magia para celebrar la victoria?!

— ¡Siiii! —gritaron todos al unísono.

Resultó bastante divertido lo que acababa de ocurrir, y un regocijo me llenó al acordarme de las palabras que dijo Ukyo-chan hace unos momentos.

Quizás sí tenía la ventaja sobre Luna y cualquier otra persona~.

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Resumen de este capítulo:

1. Ukyo, sabes mucho, demasiado para tu propio bien e.e (?)

2. Gen dando el primer paso para dejar en claro que el lugar junto a Senku le pertenece, y no solo por derecho de antigüedad xd

3. Tener conversaciones por telepatía es cosa de soulmates.



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