Bright entró a su departamento y lo primero que vio fue a Tay abrazando a su novio de manera cariñosa mientras le acariciaba la espalda. Su frente se arrugó en automático y aclaró su garganta de la manera menos casual.
Win al escucharlo se apartó bastante entusiasmado y le sonrió. Era una sonrisa melancólica y llena de amor que logró quitarle la seriedad que llevaba.
Win era su calma y medicina del alma.
-¡Amigo! ¡Compañero! ¡Hermano! -gritó Tay mientras se levantaba del sofá y abría sus brazos de nuevo para ir a recibir a Bright.
El castaño hizo una mueca y lo imitó, dándole un abrazo fraternal que realmente necesitaba.
-Gracias por hacerle compañía a mi novio. -Hizo énfasis en las últimas palabras. Tay comenzó a reír y vio de reojo a Win, el pelinegro se sonrojó levemente mientras se acercaba también. -Siempre eres bienvenido en casa.
-Lo sé. -dijo, mientras le daba una palmada en el hombro. -Bueno, ya que estás aquí, debo irme y buscar un lugar donde tomar clases de ukelele.
-Me alegra saber eso. -respondió Win desde atrás.
Bright los miró algo curioso y decidió ir por algo de beber. Su amigo se despidió y se fue, dejándolos solos en un ambiente en el que se podía palpar la tensión. Claramente Win moría por escuchar lo que sea que pasó con su madre.
-¿Y... cómo te fue? -preguntó Win, acercándose a la barra de la cocina.
Bright dejó de tomar su jugo y caminó hasta Win. Su celular comenzó a sonar, pudo ver el la pantalla que se trataba de su tío Máx, pero por el momento, hablar con Win era su prioridad. Lo dejó a un lado en la barra y se concentró en su novio, en sus ojos llenos de culpa y melancolía.
Win no era consciente de todo lo que pedía con esa mirada. Y Bright le daría su vida entera si la pidiera también.
-Eres inocente de toda culpa, mi amor. -Besó su nariz. -Ella estaba jugando con tu estabilidad mental... -Acarició su mejilla y los ojos de Win se cerraron, al tiempo que una lágrima salía. -No, no, no, Win, no llores. Todo está bien amor. Nada es culpa tuya... Marissa es una mujer sin escrúpulos... tu eres tan diferente... no eres culpable de nada...
Win comenzó a sollozar y Bright le abrazó con tanta delicadeza. Parecía abrazar a un cristal con miedo de romperlo.
Porque eso era Win en esos momentos. Alguien roto, en mil pedazos, y creía que jamás podría volver a unir sus piezas, no sin Bright a su lado.
-Bright... no sabes todo lo que pasó por mi cabeza... yo pensé que... de verdad pensé... -habló despacio mientras se aferraba más al cuerpo de su novio.
-Perdóname por darte una suegra así de malvada... por dejarte solo y no estar para ti cuando me necesitabas...
Bright trataba de hacer sentir mejor a Win, necesitaba verlo sonreír de nuevo.
Y Win sonrió sólo un poco.
-Perdóname por ser tan débil. -dijo con culpa.
-Perdóname por no alejarme lo suficiente de ella cuando pude.
-Perdóname por no decirte antes lo de... ya sabes...
-Oh, mi amor... -reposó su frente en la de su novio. -puedo imaginar tu dolor y no sabes cuanto me odio... por favor perdóname por amarte tanto y querer meterte en una cajita donde nadie nunca pueda tocarte ni herirte ni una sola vez más.
Win volvió a sollozar y a limpiar sus lágrimas.
-Perdonado. -dijo más tranquilo, y llevó sus labios a los de su novio y comenzó a besarlo tiernamente.
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Mejor Amigo | BrightWin |
RomansaBright está enamorado de Win, su mejor amigo. Win siente algo por Bright pero no quiere aceptarlo porque perderá su amistad, así que lo rechaza todas las veces posibles para no perder a su mejor amigo.