9

1.1K 156 44
                                    


Sus ojos se sentían tan pesados, su cabeza estaba a punto de explotar. Llevó su mano hasta su rostro y se frotó con poco cuidado.

Jamás pensó que una verdadera cruda se sintiera así.

Recuerdos de la noche anterior llegaron a su mente.

El chico castaño y el dentro de uno de los baños del bar, se besaban, se tocaban sin ningún problema, ambos estaban tan excitados y tan ebrios que poco les importó que habían más personas haciendo lo mismo en cubículos diferentes.

Hasta que el maldito recuerdo de Win se apoderó de sus sentidos. Su rostro, sus ojos, su sonrisa...

Mandó toda la euforia que sentía directo a la mierda, y con ello, también al chico que intentaba meter la mano bajo sus pantalones. Importandole poco lo empujó a un lado y salió del sanitario, dejó unos billetes en la barra donde había estado bebiendo antes y después salió del bar.

Cómo si estuviese en modo automático, caminó en la fría madrugada hasta su departamento compartido con el estúpido que acababa de arruinarle un buen plan.

Win era un maldito que no lo dejaba en paz ni un momento.

Lo último que recordaba era que entró hasta su habitación con mucha fuerza de voluntad.

Trató de no moverse para que se pasara el dolor que amenazaba con partirle en dos la cabeza. Pero unos pasos cerca de él lo obligó a entre abrir los ojos.

— Toma esto, te ayudara con el dolor.

Win le extendió un par de pastillas y un vaso con agua.

Bright dudó en recibirlas, pero era mejor que nada.
Se sentó poco a poco y tomó las pastillas, volviendo a quedar sobre su espalda en la cama.

— ¿Qué pasa, Bright? Pocas veces te he visto así, y siempre hay algo de por medio. — Win estaba en un modo muy serio.

— No creo que te importe.

— ¡Claro que me importa...! Llegas de madrugada al departamento, totalmente ebrio lanzando maldiciones... ¿estás consciente de que pasaste al menos dos horas bajo la lluvia en plena madrugada?

Bright quitó sus manos de su rostro y miró con sorpresa a Win. Después se miró detalladamente, tenía ropa totalmente diferente a la que recordaba.

— Bueno, cuando estoy en esas circunstancias no sé lo que digo o hago.

Win frotó el puente de su nariz ante la arrogancia que demostró el castaño.

— ¿Qué fue lo que pasó? —Volvió a preguntar Win.

Bright recordó rápidamente el motivo de su estado actual. Pero sólo pudo hacer que se sintiera más miserable aún.

— No creo que te importe. — Volvió a repetir.

Win se hartó, quería ayudar, o al menos entender que es lo que había orillado a su mejor amigo para ponerse hasta más no poder de alcohol.

— ¿Al menos sabes lo que sentí al verte en ese estado bajo la lluvia?

Bright sentía algo recorrer su cuerpo, no quería tener a Win un minuto más en su vista, sería estúpido. Solo necesitaba dejar de verlo para que esas palabras dejaran de repetirse en su mente una y otra vez. No midió las consecuencias y habló.

— Me importa una mierda lo que hayas sentido. Sólo déjame solo.

Win no sabía que demonios acababa de pasar. Bright nunca le hablaba así. Su sorpresa fue tanta que se quedó sin palabras, simplemente abrió la boca pero no pudo decir nada.

Mejor Amigo | BrightWin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora