Win arrugó la nariz al sentir el olor a medicinas y alcohol.
Movió un poco su mano y todo el dolor del mundo lo invadió. Abrió los ojos de poco a poco hasta que logró enfocar el techo blanco y la luz cegadora sobre el.Lo último que recordaba era a esa mujer golpearlo con algo muy fuerte. Después escuchaba más voces y risas, sentía frío y miedo.
Movió su cabeza negando, lentamente y de nuevo sintió miedo. Comenzó a agitarse cuando se vio un pequeña manguera en la muñeca. Su frente sudó de nuevo y miró a todos los lados posibles de esa habitación hasta que dio con la figura de una mujer elegante justo en la esquina de la habitación.
—Eres tan patético.
Win no entendía, arrugó la frente y sintió sus lágrimas acumularse en sus ojos.
Era ella.
La misma que lo amenazó en el estacionamiento, la misma mujer que golpeó fuerte en su cabeza con el arma cuando quiso huir.
La misma mujer que quería destruir a Bright.
—Marissa... —Dijo en un susurro. —¿Qué mierda se supone que haces?
—Cuida tus palabras, cariño. —Se acercó hasta sentarse en el borde de la camilla. Acomodó el cabello de frente y sonrió.— Sorpresa. —Le habló bajito.
Win apartó la cara. Estaba muriéndose de miedo pero lograba disfrazarlo de enojo.
—Bien. Estas molesto por cómo se dieron las cosas ¿no? —La mujer se levantó y se fue al pequeño sillón a un lado de la camilla. —Bueno, si te invitaba por las buenas, me rechazarías. Además, mis métodos me gustan más.
—Estás loca. —Win quiso levantarse de la incómoda camilla pero se mareo con sólo lograr sentarse. Se quejó y Marissa soltó una carcajada.
— Tranquilo, solo falta una hora más y serás libre. —Win la miró con pánico. —Estamos en un hospital privado, no pasa nada, todo es confidencial en nuestro caso. Espera un poco más a que tu organismo esté limpio.
—¿Qué quiere? ¿Por qué estoy aquí... así? —Miró su muñeca de nuevo.
—Ya te lo dije, no habría manera que aceptaras verme para ayudarme.
—¿A-Ayudarte?
—Convencerás a mi hijo que renuncie a todo. De lo contrario tus padres y él recibirán un pequeño regalo de mi parte.
—No, no y no. —Win reunió fuerzas para hablar tranquilo y seguro. —No haré nada Marissa. Escucha, te tengo un poco de respeto aún solo por ser la madre de mi novio. No quiero ayudarte de ninguna manera, sé lo que implica eso y jamás lastimaría a Bright.
—Además de patético, eres idiota. —Win abrió la boca para defenderse, pero recordó un poco de sus valores. Por dios, era la madre se su futuro esposo y aunque quisiera arrancarle las greñas debía respetarla. Marissa estudió sus gestos y volvió a hablar. —Mi hijo no te quiere. Solo está haciendo realidad su estúpido sueño de adolescente.
El pelinegro bajó la mirada, sintió una punzada en el corazón. Se negaba a eso. Esa mujer era el colmo.
—Bright me ama.
Marissa rió de nuevo, acomodó su cabello y sacó una fotografía de su bolso y se levantó para dejarla en el regazo de Win. Win abrió los ojos exageradamente y su corazón latió con una fuerza increíble, la vista se le nubló de nuevo.
—Si lo hace, después de ver esto seguramente te odiará.
—El no... yo no estuve...
—¿Estás seguro?

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Mejor Amigo | BrightWin |
RomansaBright está enamorado de Win, su mejor amigo. Win siente algo por Bright pero no quiere aceptarlo porque perderá su amistad, así que lo rechaza todas las veces posibles para no perder a su mejor amigo.