4

1.1K 161 29
                                    

Era de mañana y los ojos de Bright se sentían tan mal.

La noche anterior parecía un total idiota llorando debajo de sus sábanas como un niño con miedo.

Y aunque no era la primera vez que lo hacía, bien sabía que probablemente no sería la última vez. Pero qué más daba, trataría de mandar al diablo lo que sentía por el idiota de Win si a él no le interesaba en lo más mínimo.

Tomó una ducha, colocó unas gotas en sus ojos y salió a prepararse algo para desayunar. Hoy no tenía clases, así que podía tal vez ir a tomar algunas fotos a cualquier lugar de la ciudad.

Al salir de su habitación fue directo a la cocina, encontrándose con un sonriente Win y el desayuno casi listo.

— ¡Bueeenos díaaas! Creí que despertarías más tarde hoy. — Desabrochó el delantal verde con rayas blancas que tenía puesto y lo hacía ver más que hermoso - ¿tienes hambre?

— Buenos días. Solo venía por fruta, saldré a hacer unas cosas.

Bright estaba totalmente decidido a evitar un poco el contacto con Win. Era lo mejor para dejar de sentirse tan desgraciado en la vida.

— ¿En serio? Cociné para los dos — Hizo un puchero que le resultó más que tierno a Bright, caminó hacia él y rodeo uno de sus brazos para apretarlo - Por favor, quédate sólo un poco.

Maldita sea Win, siempre tenía lo que quería cuando hacía eso.

— Esta bien... — Bright soltó en un susurro resignado, odiaba ser tan flexible cuando se trataba de Win haciendo pucheros. — Sólo un poco.

Y como era de esperar, todo el desayuno se la pasaron riendo y recordando cosas del pasado, cuando eran más  jóvenes y hacían cualquier estupidez.

Era la manera en la que Win hacía que Bright olvidara su enojo con el, y siempre funcionaba, era cuestión de minutos para que Bright volviera a ser el mismo de siempre con él.

— ¿Recuerdas la vez que fuimos a casa de Tay? Cuándo su mamá nos abrió la puerta y vimos cómo detrás de ella había toda una maldita fiesta al estilo vaquero... — Preguntó Win, casi ahogandose de la risa.

— ¡Claro! ¡¡Ese hijo de puta no nos invitó!! — Bright se carcajeo — Aún así fingimos ante su mamá que si lo hizo, y nos dejó pasar...

— Jamás debieron dejarnos entrar... — Win tomó aire — Era un pastel hermoso como para que el pony que retaron pusiera su trasero en él...

Ambos carcajearon muy fuerte, haciendo que Win echara la cabeza para atrás y Bright se agarrara el estómago.

— Es la mejor idea que se te a ocurrido en toda tu vida Win...

— ¡También fue tu idea, tu lo liberaste! — Apuntó con su dedo índice en dirección del contrario.

— Hmm... Pero después la guerra de pastel fue lo mejor...

— ¡Noo! Todos me tiraban pastel a mi, no fue tan divertido.. — Win volvió a hacer un puchero.

— Bueno, pero después te defendió Luke... — Ante las últimas palabras de Bright, el rostro de Win se tensó y sus risas desaparecieron, haciendo que Bright quisiera componer las cosas — Pero ya está superado, ¿no es así?

— Si, totalmente superado. — Dijo Win, volviendo a reír.

En esa fiesta, habían conocido a Luke. Tenían 10 años, era obvio que no sabían sobre cosas del amor, pero Bright quién había conocido a Win tan sólo un par de años atrás, sentía mariposas en su estómago en cuanto vio a Win desde que entró a aquel salón siendo presentado como el alumno nuevo de su escuela primaria.

Mejor Amigo | BrightWin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora