Los días eran buenos. Desde aquella noche en la que Win se aferraba al cuerpo de Bright, todo marchaba bien.
Ambos pasaban tiempo juntos, salían a paseos cortos o a comprar video juegos para pasar las tardes en casa después de la escuela. Pará Bright podrían ser maravillosas citas, esas que tanto deseaba, pero Win solo lo veía como un acompañante más, era su manera de compensar indirectamente aquella vez que lo dejó plantado.
No importaba, estaban juntos. Nada malo había surgido en los últimos días. De Luke poco se sabía. Sus amigos en común conocían la historia y por supuesto, protegían a Win, así que nadie podría ayudar a Luke para que se reuniera nuevamente con el pelinegro.
— Creo que no debiste comprar solo dos órdenes de fideos, Bright. — Dijo Win desde la comodidad de su sofá — No te dejaré nada...
— No importa, igual no tengo mucha hambre. — respondió Bright desde su también cómodo sofá. Mintiendo, por supuesto.
— Entonces, comeré todo... — Le sonrió con esa bendita sonrisa que podía conquistar a cualquiera.
Bright solo asintió divertido. Se supone que verían una película, pero la verdad era que Win comía mientras veía la pantalla del televisor y Bright lo observaba cada que podía, o sea, casi todo lo que duró el largometraje.
Ver a Win era una de las cosas más valiosas que se permitía el castaño, no tenía algo más interesante que hacer ante eso.
Al terminar la película, platicaron un poco sobre ella. Claramente Bright no comentó mucho.
— Por cierto, mañana habrá una fiesta en casa de Tay, sus padres están fuera y quiere aprovechar... ¿Vamos?
Cómo decirle que no, Bright no podía negarle nada.
— Esta bien. — Respondió Bright con una dulce sonrisa.
El de ojos marrones, siempre soñaba en grande. La fiesta de Tay sería algo diferente, esta vez Win no había hablado a cerca de alguna chica o algún chico que llamara su atención, esta vez prometía ser diferente, tal vez sería una fiesta donde ambos bailaran, bebieran, y con algo de suerte, pasara algo más.
Faltaban pocas horas y Win tuvo que meter a bañar a Bright casi a rastras. Quería llegar lo más pronto posible. Bright sólo quería molestar a Win, le gustaba mucho el contacto físico con su compañero, por eso a veces, se comportaba tan infantil.
Ambos viajaron en el auto del pelinegro, estaban contentos, platicaron de todo un poco hasta que llegaron.
Dejaron aparcado el auto y caminaron hasta la casa de Tay, la cual, desde la calle podía escucharse el ruido de la música que tenían allí dentro.Win tomó de la mano a Bright, cosa que sorprendió a éste.
— Quiero que hoy te diviertas como nunca, Bright. —Dijo Win, quien en sus ojos se notaba la sinceridad con la que hablaba.
Bright sentía que su corazón latía muy rápido ante el contacto de Win. Agradecía mucho que la noche los estuviera cobijando, de lo contrario Win podría notar su sonrojo.
Al pasar la puerta, Win corrió a saludar a Tay, quien estaba de lo más divertido y contento de tener a tanta gente en su lujosa casa.
Las pláticas eran extensas. Todas sin importancia para Bright, que más bien se sentía un adorno más junto al sofá. Se limitaba a asentir y sonreír ante los comentarios que todos los demás estaban haciendo. Recordaron aquella memorable fiesta de cumpleaños de Tay.
Todos estaban contentos.
Bright, decidió pararse para ir a buscar algo de beber.
Cuando lo obtuvo, una pared con varias obras de arte llamó su atención.

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Mejor Amigo | BrightWin |
RomanceBright está enamorado de Win, su mejor amigo. Win siente algo por Bright pero no quiere aceptarlo porque perderá su amistad, así que lo rechaza todas las veces posibles para no perder a su mejor amigo.