XVI

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𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

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𝐋𝐨𝐧𝐝𝐫𝐞𝐬, 1881 —𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚, 𝐑𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐔𝐧𝐢𝐝𝐨

    Le causó gracia ese comentario y todo ese evento funcionó para distraerla de su mal humor al menos unos segundos.

    Volviendo a la cocina, todo continuó como a un inicio. Solamente que en un momento Lauren decidió contarle lo que le había pasado a Frizzy mientras ambas cada vez metían más trastes al lavabo para poder limpiarlos.

    Frizzy al escuchar la historia se echó a reír.

    —¿Te acuerdas que el primer día que nos conocimos me reí de un niño que se cayó en la calle? —Comentó, Lauren asintió. —Si yo hubiera estado contigo me hubiera reído. —Confesó.

    —Bueno, se fue de frente y claramente le dolió mucho. —Trató de decir Lauren.

    —¿Se dio en el mentón?

    Lauren asintió. Y Frizzy se siguió riendo al imaginarlo.

    Luego la morena respiró para calmarse. —Quién diría que alguien como tú tiene un lado tan maternal. Supongo que por eso se te da ser maestra también. —Dijo amablemente—Aún así que valiente para responderle a la otra niña, porque que malcriada para hablar así.

    —Yo también me asusté un poco después de hablar, podía que le digan algo a su madre por algo que se me escapó en realidad. Pero al final pidió perdón. No pasa nada. —Dijo Lauren mientras le pasaba una copa que había acabado de lavar a una de las muchachas encargadas de secar los trastes.

    —Por eso no quiero tener hijos. Y si los tengo, me aseguraría que no sean así de maleducados. —Dijo Frizzy. —Más bien que suerte que esa niña se haya dado cuenta de su error. No es muy común, en todas las personas adineradas. Más si algún tipo de corrección viene de un sirviente.

    Y claramente tenía razón. Porque era obvio que podían haber excepciones siempre las habían. Pero lamentablemente se veían afectadas por un común denominador.

[•••]

    Para cuando llegó el día del cumpleaños del príncipe. El día del baile y el día donde todas esas cosas sucedían. Se convenció a sí misma de estar mentalmente preparada para verlo. Porque debido a la gran cantidad de gente que se necesitaba para el servicio, iba a estar ahí.

    Todo el día antes de la hora del baile, fue opacado por el estrés del trabajo y por gente corriendo de aquí para allá en cada momento posible.

    La celebración empezaría a las 9:00 p.m pero la ceremonia sería una hora antes.

    Era obvio que durante el día también se tuvo consciencia de que era el cumpleaños del príncipe y que no era algo que solamente se notaria en el baile. Oficialmente ya tenía 25 años.

❛²❜⸙ 𝐑𝐎𝐘𝐀𝐋 | 𝔗𝔥𝔬𝔪𝔞𝔰 𝔅𝔯𝔬𝔡𝔦𝔢-𝔖𝔞𝔫𝔤𝔰𝔱𝔢𝔯 (✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora