||Capítulo 61.

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Mullingar, Irlanda.

Zayn caminaba de un lado a otro por la habitación, impaciente, con las manos empapadas en sudor que disimuladamente limpiaba contra su playera cada cinco minutos. Se peinaba el cabello con los dedos en gesto de nerviosismo y se mordía el labio con fervor (y fuerza). 

—Zayn, te puedes lastimar, cuidado.

La voz de Josh parecía lejana a pesar de su advertencia y de estar en la misma habitación. El edificio donde se encontraban ahora era diferente, un poco más grande, la construcción tenía un bonito acabado en tono ladrillo y las puertas eran de una madera gruesa y barnizada, según le había platicado Josh antes de que no pudiera poner más atención era un préstamo del gobierno. 

Les habían obsequiado un edificio que ya no estaba en uso, que antes había sido el edificio de administración de datos. Ahora estaba completamente espacioso y solo, así que habían firmado papeles para tenerlo a total disposición de la fundación de Josh. A cambio de que cuando tuviera entrevistas dijera que había sido idea del gobierno el apoyo que podían dar (no de él), básicamente estaban pidiendo todo el crédito.

Josh era una persona sumamente desinteresada en obtener reconocimiento, sólo quería estar haciendo las cosas bien, así que le pareció un trato muy justo el darle lo que él necesitaba a cambio de desacreditarse la idea. 

Tenía grandes ventanales de cristal para que entrara la luz del día,  a Josh le parecía excelente idea ya que todo estaba muy iluminado. Zayn y él estaban en el área más grande del edificio (que bien podría haber sido una sala de recepción). El chico castaño ya le había dado cien vueltas al edificio completo preso de su nerviosismo.

—¿T-te dijeron a qué hora llegan? —preguntó Zayn demasiado rápido y tartamudeando— ¿Te dijeron si Niall estaba bien? ¿Por qué no me dejaron hablar con él? ¿Por qué-

—Van a llegar en unos minutos, Harry me mandó un mensaje cuando tomaron el taxi, Niall está bien y está igual de nervioso que tú, necesito que respires y trates de tranquilizarte un poco. 

Zayn inhaló aire fuertemente y trató de tranquilizarse, pero la emoción creciente de su vientre no hacía más que intensificarse y sentía que le cortaba la respiración. Necesitaba moverse, tenía energía suficiente para correr un maratón de 16 horas. ¿Tranquilizarse? ¿Cómo demonios iba a tranquilizarse después de todo lo que había pasado?

Había casi muerto para proteger a Niall, lo amaba, su corazón anhelaba mucho más que cualquier cosa a ese chico, lo necesitaba a su lado. Había llorado al pensar que estaba muerto, lo había buscado, estaba dispuesto a irse hasta el mismísimo abismo si eso significaba ver a Niall una vez más.

Estaba dispuesto a morir por él, siempre lo había estado. Por eso en ese momento parecía haber ingerido diez kilos de azúcar. Estaba incapaz de controlarse a sí mismo porque lo único que lo movía en ese momento era la idea de ver a Niall. 

El sonido de un coche deteniéndose en la entrada del edificio hizo que su respiración se detuviera, inmediatamente paro su andar y volteó a ver a Josh con la esperanza (y las lágrimas) reluciendo en su mirada.

—Espera, iré a ver...

Zayn negó con la cabeza. Ya había esperado demasiado. 

Se dirigió a la puerta con pasos firmes y con la respiración entrecortada, alzó la mano temblorosa para girar la perilla mientras pestañeaba para ahuyentar las lágrimas que ya le salían por los ojos. El taxi (el bendito taxi) estaba afuera y las personas que iban en él bajaban uno a uno. 

La primer persona que vio fue un chico alto de cabello largo que se dedicó a bajar las maletas de la parte de atrás, llevaba una playera blanca y un pantalón negro a juego con unas botas café, parecía un modelo de una revista. 

Detrás del arcoíris ||L.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora