||Capítulo 6.

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Doncaster, Reino Unido.

Habían pasado tres meses desde aquel día, desde el día de la marcha y desde la última vez que Harry había visto a Louis Tomlinson.

La noticia de que un chico había ganado el juicio contra Troy Tomlinson respecto a la petición de una marcha del orgullo a la diversidad sexual en Doncaster se había esparcido rápidamente por Internet, y muchas personas habían conocido a Harry y a su fundación gracias al gran discurso que había dado en el tribunal. Una de esas personas era Josh Devine.

Harry se encontraba empacando sus cosas, la maleta estaba sobre la cama y tomaba unas cuantas camisas de su cajón para doblarlas y posteriormente empacarlas. Le había llegado una notificación desde Mullingar, Irlanda de una comunidad gay que quería ponerse en contacto con él. El lugar al que debía ir no estaba muy alejado de Doncaster, pero le sorprendía de que las noticias hubieran llegado hasta aquel lugar.

La comunidad gay de Mullingar quería establecer algún tipo de alianza con él puesto que su fundación se estaba volviendo exageradamente famosa y querían ayudarle a los gastos si a cambio dejaba que la comunidad de Mullingar hiciera algo similar. Una marcha, una fundación como la de él. Harry no había dudado en aceptar de inmediato y ahora se encontraba haciendo maletas para visitar a Josh Devine, el encargado de todo el movimiento que estaba a punto de comenzar.

Obviamente no iba a decir que no, mientras más gente ayudara a las personas a no ser desamparadas, mucho mejor. Y Harry se sentía un poco orgulloso de sí mismo de haber podido lograr su meta, la de que más personas se dieran

—Harry, ¿estás seguro de esto? —le preguntó Anne quien iba entrando a la habitación mientras miraba a Harry terminando sus maletas— No quiero que te pase nada en una ciudad desconocida, ¿no irás con alguno de tus amigos? ¿no invitarás a Nick o a Jeff? —preguntó preocupada.

—Tranquila, no me pasará nada —la tranquilizó mientras seguía empacando—, todo está planeado. Un taxi me recogerá en el aeropuerto y me dejará en el centro de Mullingar, el edificio es fácil de reconocer. Ya tengo el hotel de hospedaje no te preocupes, revisé los hoteles de la zona por Internet hace un par de días Anne.

—¿No quieres que te acompañe? Puedo dejar la casa encargada con la señor-

—No Anne, tranquila—la interrumpió y volteó a verla mientras le sonreía de manera tranquila—. Todo saldrá bien, te llamaré una vez que llegue.

A su madre no le quedó otra opción más que aceptar, su hijo estaba emocionado porque su campaña y fundación se estaba expandiendo como el fuego en la madera. Estaba seguro de que habría a más gente que salvar una vez que las cosas se estabilizaran lo suficiente.

Podría divulgar un mensaje de igualdad si es que podía atraer la atención de las cámaras y del mundo periodístico, podría darse a conocer y así los adolescentes que se declararan homosexuales tendrían a donde ir si no eran aceptados. El número de suicidios a causa de la discriminación disminuiría increíblemente.

Pero claro, eso era pensar a un lugar lejano, primero tendría que empezar por lo básico, y hacer aquella marcha había sido el primer paso.

—Sólo cuídate ¿quieres? —le pidió Anne—, no me sorprendería en lo absoluto que la gente ya tuviera cierto rencor sobre ti, y ya sabes a quién me refiero.

Claro, cuando se estaba apoyando a la población homosexual y a la comunidad gay, cualquier persona estaba contra ti. ¿Por qué? porque pensaban que un gay, una lesbiana, un bisexual, un transexual o cualquier persona con diversidad sexual y también aquella persona que lo apoyaba, que creía que aquello era aceptable y correcto debía de ser erradicada.

Detrás del arcoíris ||L.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora